Ignoraba por completo la existencia de esta película, la encontré por casualidad y ha sido un agradable descubrimiento.

El argumento es el propio de una comedia de enredo, con dos triángulos amorosos superpuestos correspondientes a dos parejas maduras de clase social alta acompañados de sus reflejos en una pareja más joven de esa misma clase y otra de clase social más humilde; la gran peculiaridad de esta película es que la píldora anticonceptiva (una novedad del momento) está en el centro de la trama de enredos. El desarrollo de la trama es coherente y ágil, y el contraste entre las situaciones de unos y otros conlleva una ironía que recorre toda la película y que la dota de un humor refinado, aunque sin ninguna explosión de carcajadas.

Los decorados representan la elegancia y el lujo que se les suponía a las clases altas británicas a finales de los sesenta, y el guión tiene buen cuidado en recorrer varios lugares que cubren este tópico (las mansiones, los despachos de la gran banca, los hoteles de lujo..., y también las carreras de caballos y de automóviles). Los actores, cómo no, serían capaces de levantar la película aunque el guión hubiera sido bastante peor.

Más que una película, es una obra de teatro filmada (lo cual para mí, en este caso, es una virtud). El espectador, naturalmente, debe asumir desde el principio las convenciones del género. Aunque los personajes, según estas convenciones, son estereotipos y, por tanto, planos, las actrices logran dotarlos de volumen.

Los números musicales tienen un nivel de "aficionado", creo que voluntariamente asumido, semejante al que esperaríamos en una representación teatral de actores que no son cantantes profesionales, pero resultan agradables.