Me quedo con el mensaje, mensaje que se establece paralelamente a la trama y desarrollo de la película, que es una crítica sincera, desnuda y desgarradora de la situación político-económica actual.
Sin embargo, parece que muy pocos han comprendido esto, de todas las críticas leídas, ni uno solo se hace eco o comprende este claro mensaje. El cine no solo es espectáculo, también debe aportar crítica, ideología, etc...
spoiler:
He leído la mayor parte de las críticas, y francamente, pocos han entendido o comprendido lo que se está contando paralelamente a una historia de gangsters, palizas y tiros a quema ropa.
Una historia que por cierto, muy lenta y aburrida a ratos, puede llegar a ser muy pesada y todo lo contrario de interesante, mordaz, adrenalínica...
Pero, a lo que vamos… A lo largo de las diversas escenas en las que se muestra parte de la América oculta, una América llena de mafias, barrios llenos de violencia y marginalidad donde prima aún la ley de las armas y del más fuerte, o del que está dispuesto a llegar más lejos... De forma paralela, se intercalan retales radiofónicos o televisivos de los políticos de turno hablando acerca de la actual crisis económica; del pobre, maltrecho y necesitado de ayuda modelo económico y financiero de los grandes bancos y corporaciones, de la necesidad de hacer grandes sacrificios por parte de la población para rearmar al maltrecho sistema; de discursos que engrandecen y unifican a la población americana, dividida, fraccionada en etnias y castas irreconciliables, empapadas en diferencias sociales insostenibles, una sociedad fracturada por heridas históricas que después de cientos de años no han cicatrizado y que no cicatrizaran.
De fondo como digo, paralelamente a una historia de gangsters, el discurso vacío del sueño americano, el sueño de unos pocos, construido sobre la realidad miserable y la violencia vivida por otros muchos...
La película hace una analogía entre esos mafiosos, asesinos sin escrúpulos y drogadictos acabados, miserables e inservibles y su disposición a hacer cualquier cosa por el "dinero", con la clase política, intermediaria entre las mafias financieras y las estructuras de un sistema corrupto y mafioso hasta la médula, y el pueblo (la plebe) al que engaña, manipula y expolia sin escrúpulos y a cualquier precios bajo pretextos y consignas patrióticas absurdas y basadas en mentiras, que sin embargo, consiguen ser suficientemente útiles para manipular a las masas adormecidas, carentes de inteligencia, y movidas solo por instintos primarios tribales y de supervivencia.
El final de la película rubrica esta proclama cuando el protagonista, el asesino a sueldo (Brad Pitt), habla de Jefferson, el padre de la gran patria americana, creador del mito de que América es un pueblo, aquel que dijo que todos “hemos sido creados iguales” y que ni él mismo se creía, un cínico, un negrero que tuvo muchos bastardos negros de sus esclavas, a los que mantuvo en la esclavitud.
El final es lo mejor de la película, brutal, desgarrador y directo, en un bar, el asesino habla con el testaferro de los mafiosos, se reúnen allí para cerrar el pago por los asesinatos contratados, el asesino cuenta el dinero y hay menos del esperado, todo esto mientras en la tele se oye un discurso del candidato de turno a la presidencia y Brad Pitt dice refiriéndose a Jefferson: “era un snob harto de pagar impuestos a los británicos, sí, escribió unas bellas palabras y agitó a la plebe que lucho y murió por ellas, mientras el se recostaba, se bebía su vino y se follaba a sus esclavas. Este tío (señalando a la tele) quiere que creamos que vivimos en una comunidad (refiriéndose a Obama en la tele). No me hagas reír… Yo vivo en América, y en América estas solo, América no es un país, solo es un negocio, así que paga hijo de puta”
Brutal y directo!!! Lamentablemente, a pesar de lo claro y obvio, incluidos los críticos profesionales, pseudo-analfabetos que en el mejor de los casos solo entienden mínimamente de cine, seguimos necesitando de mensajes obvios, groseros y explícitos para enterarnos de algo, así nos va, y así es que sumidos en este estado de semi-entendimiento, semi-conciencia, se dan festín con nosotros toda suerte de repugnantes parásitos y carroñeros (entiéndase mafiosos institucionalizados) y tenemos la crisis que finalmente merecemos...