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España España · Costa mediterránea
Críticas de Antoine Czirszn
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Críticas 26
Críticas ordenadas por utilidad
2
18 de junio de 2013
5 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta película trata un tema tan interesante como desconocido en el mundo europeo, un mundo que no puede mirar más allá de su ombligo. En Latinoamérica o Sudamérica o Hispanoamérica o Iberoamérica, vamos, "al sur de la frontera", parafraseando a Oliver Stone con su buen documental sobre esta zona del planeta, han ocurrido y siguen ocurriendo episodios políticos muy importantes, virulentos y trascendentales no solo en las sociedades en las que suceden, sino que trascienden a todo el mundo; o al menos deberían hacerlo. En este caso, “Cóndores no entierran todos los días” refleja uno de los episodios más importantes de la historia de Colombia en el siglo XX, el surgimiento de “La Violencia”, una etapa considerada en los mismos títulos de crédito iniciales del film como “la última de las guerras civiles entre liberales y conservadores colombianos”.

Y digo que es una pena porque la película falla a la hora de presentar los hechos y de transmitirlos, dando por sabidos muchos hechos que el espectador medio no colombiano desconoce. Y ese fue mi caso: no me enteraba de casi nada, no sabia quienes eran los liberales y quienes los conservadores, no sabía a quien estaban matando y quien iba ganando.

Se trata de unos hechos que podrían dar mucho juego cinematográfico, y no lo hacen por problemas de dirección, de fotografía, de narración y de guión (pese al estar basados en una famosa novela colombiana). Quizás lo único salvable es el trabajo de algunos actores, como el de quien interpreta a Doña Gertrudis, la cual es la principal opositora al "Cóndor" León María Lozano, quien se hace con el poder en el pueblo protagonista.

Este es el motivo por el que he escrito esta crítica: para avisar de la gran falla de la película (no saber transmitir la información que quiere contar: la pugna liberales-conservadores, el papel de la iglesia de lado de los conservadores, los contínuos asesinatos realizados por sicarios pagados por los líderes políticos, en definitiva, el caos generalizado que vivió el país en esas fechas) y para advertir que sería una buena idea leer algo del tema antes de encarar el film (y así la película será más disfrutable, al menos más de lo que yo la pude disfrutar).
Antoine Czirszn
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7
23 de junio de 2011
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un ex convicto (De Niro) ha estado preparándose física y mentalmente durante 14 años para, a la hora de salir, enfrentarse al abogado de oficio (Nolte) que, por su mala praxis, hizo que le condenaran. Por tanto, la tesis de la película sería: la venganza es un plato que se sirve frío.

“El cabo del miedo” es una película inquietante: primero, por la banda sonora; y, sobre todo, por la actitud de Max Cady, el personaje que interpreta De Niro. Todas sus apariciones (en la heladería, en el coche, en la tapia) provocan inquietud, tanto en los demás personajes como en los espectadores, pues parece que tiene algo escondido bajo la manga.
Aquí está su principal valor: el insinuar sin mostrar (o casi). Por ello, no sabía con quien empatizar: con el ex convicto engañado que persigue a una familia (eso sí, de manera sutil y dentro de la legalidad), o con el abogado-cabrón cuya familia está siendo acosada.
Sin embargo,esto empieza a desmoronarse después de la secuencia más famosa de la película, ésa en la que De Niro grita “¡Abogado!”: ya se nos presenta al sobrehormonado ser movido exclusivamente con la venganza que es Max Cady.

A veces, me gusta jugar a cambiarle el final a las películas, es decir, acortarla o alargarla. En este caso, y aquí está la razón de mi nota, le sobra la parte que da nombre a la película (ver súper spoiler).

De todas formas, se trata de todo un clásico del cine de ¿terror? muy recomendable, con una primera parte muy buena, y una segunda algo más floja pero suficiente.

Lo mejor:
- La música (taaaaaan tan tan taaaaan).
- La legalidad de Max Cady.
- La escena de éste con la hija del abogado en el teatro vacío (creo haber leído que fue improvisada, pero a saber).

Lo peor:
- La última parte.
- El irritante “pavo” de la hija.
- La fotografía, porque a veces parecía que estaba viendo un telefilm.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Antoine Czirszn
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6
5 de marzo de 2014
5 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Estoy en la sala de cine. Es la segunda jornada del "Ibn Arabi Film Festival", el Festival Internacional de Cine de Murcia. Un vídeo da la bienvenida a los espectadores que nos hemos acercado a ver “Història de la meva mort”. Es Albert Serra, el director de la película. Tiene un mensaje que dar. Se disculpa por no haber podido estar aquí. Y aprovecha para dar un aviso a navegantes: tened paciencia, son dos horas y media. Y sí, son dos horas y media, tiempo suficiente para pensar en muchas cosas. ¿Por qué no podré nunca estirar las piernas en el cine? ¿Tendré agua suficiente para pasar el trago que me han anunciado? ¿Esa luz va a estar parpadeando todo el tiempo? Y así empiezas la película, preguntándote.

Sin embargo, conforme avanza la cinta, es más, muy pronto, antes de poder hacerte una cuarta pregunta, te dejas arrastrar por la bonita fachada de la película de Albert Serra. Y es que la fotografía y el sonido son las dos grandes bazas de “Història de la meva mort”:
-El tratamiento de las luces y las sombras características de la época que retrata (s.XVIII-XIX) me lleva a pensar en “Barry Lyndon”, de Stanley Kubrick, sobre todo por la fotografía, tan poco artificial como cuidada. Y en el "Desayuno sobre la hierba" de Manet. Y en los claroscuros de Caravaggio (¡Vamos! que me ha gustado la fotografía).
- El sonido, por otra parte, tiene un papel primordial, amplificado para retratar las fascinaciones y las obsesiones de los personajes: el amor y la muerte, pero también la venganza y la comida. Y es precisamente por ésta última obsesión, y sobre todo por el significado sexual que el director atribuye a ella y a sus sonidos, que esta película me lleva a pensar también en otra referencia externa, en este caso en “El cocinero, el ladrón, su mujer y su amante”, de Peter Greenaway.

Sin embargo, no ocurre lo mismo argumentalmente. O, al menos, no ocurre tan rápidamente -como me ha pasado a mi, pues al final es cuando he visto que casi todo cobra sentido-. Incluso habrá quien no quiera o no pueda dejarse arrastrar por la historia que se nos quiere contar. Esta película es la historia de un tránsito: el paso del luminoso, ilustrado y revolucionario siglo XVIII, hacia el sombrío, romántico y contrarrevolucionario siglo XIX. Una transición que Serra decide encarnar en dos personajes paradigmáticos, Casanova y Drácula:
- El primero, extrovertido y extravagante, iluminado por la razón, la erudición y la sensualidad.
- El segundo, misterioso y casi terrorífico, ensombrecido por su propia historia novelesca y la sexualidad más visceral.
Pero ambos están obsesionados por las mismas cosas: el amor (l'amor) y la muerte (la mort), y, a la vez, por ninguna de ellas.

En definitiva, como una petite mort, literal, simbólica y cinematográfica, y, a la vez, ninguna de ellas. Eso es “Història de la meva mort”.
Antoine Czirszn
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7
18 de diciembre de 2013
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Película epílogo del cine mudo, "The Crowd" es, pese a su objetiva antigüedad, una película muy actual. Trata el tema del sueño americano ("serás alguien importante, hijo") y el proto American Way of Life (esto es: consumismo, cultura del esfuerzo, competencia voraz, individualismo, etc.) de una manera crítica y, a la vez, muy sutil, o no tanto, pues los mandamases del Hollywood de aquellos años criticaron el hecho de que fuese candidata a los premios Oscar, cuya primera edición se celebró en 1929, un año después del estreno de esta película.

Lo mejor de este film es que se trata de un compendio de muchas de las ideas innovadoras que hasta entonces se habían desarrollado en el medio, por lo que esa antigüedad de la que ya he hablado y ya he relativizado, habría que relativizarla un poco más. Por poner unos ejemplos:
- Elementos del expresionismo alemán, cuyo apogeo se dio en la década de los 20, como el uso de ángulos imposibles (la mejor escena, en mi opinión, es la del pequeño John en la escalera de su casa recibiendo una triste noticia al inicio de la película) o como el contraste lumínico (las secuencias durante la primera cita de la pareja protagonista, en la feria, de noche).
- Elementos de las vanguardias europeas, como la sobreimpresión de imágenes, utilizado por los surrealistas.
- E incluso, respecto a su temática social y al modo en que el director la trata, se podría considerar como una película precursora del cine neorrealista italiano de posguerra (secuencia en la que John y su hijo deambulan juntos por la ciudad).

Por otro lado, me gustaría destacar el gran acierto del título de la película, tanto el original ("The Crowd") como el de la versión española ("Y el mundo marcha"):
- "The crowd", es decir, "multitud": Es impresionante como King Vidor muestra (y critica) el sistema social, económico y cultural de la época durante todo el metraje (una crítica que se convirtió en realidad un año después, con el "crack del 29" y el inicio de la "Gran Depresión"). Esto lo hace con los planos de la multitud agolpándose en las aceras, en los teatros, en las viviendas, en las playas, en las oficinas, una multitud que se mueve como una masa única con el único objetivo que le han marcado: sobresalir, y quien no lo conseguía era un perdedor y un vago. Una multitud que el director representa como si se tratase de unas hormiguitas trabajando ordenadas en un hormiguero de asfalto y cristal,o como unas abejas en una colmena. En definitiva, como una masa uniforme. Como una muchedumbre.
- "Y el mundo marcha": Como un amigo ha dicho, esta película es como un río que no para, pues en ella se ve todo el recorrido vital de una persona, sin dar tiempo a la reflexión. O como una catarata en la que el agua salta una y otra vez, sin descanso, añadiría yo. Este título aparece en una escena muy emotiva de la película (ver spoiler, con spoiler, grande).

Por último, señalar el "pero" que creo que tiene esta película: el guión, o más bien parte de él, concretamente la referida a la historia de amor. Muy sencilla, muy simple, muy común, discordante con el tono crítico subyacente del conjunto del guión. Historias de amor hay muchas y muy buenas, y, para no descontextualizar, pondría como ejemplo la historia de amor de una película de 1927, que participó en la primera edición de los Oscar de la que he hablado al inicio y que se llevó varios premios merecidamente: "Amanecer", de F.W.Murnau

Y es que, en definitiva el mundo marcha, sí o sí. Y no espera a nadie. Y menos en la Gran Manzana.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Antoine Czirszn
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Zero (C)
CortometrajeAnimación
Australia2010
6,7
1.393
Animación
8
26 de enero de 2013
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Después de haber visto "The Maker" y haberme dejado con una grata sensación, otra vez me he topado con este realizador de cortos animados por stop motion. Y de nuevo, la sensación que me deja en el cuerpo es más que satisfactoria. Cuento esto por qué ha sido ese motivo, el reencuentro fortuito, lo que me ha animado a realizar esta breve crítica.

El tema es uno de los más habituales del cine, el rechazo a lo diferente. Pero lo que sí es original es el tratamiento del tema: seres (o personas) que nacen con un número tatuado de nacimiento, el cual les marcará para siempre su vida. Es decir, se trata de una especie de racismo "sui generis" (aunque podemos ver similitudes con los judíos durante el Tercer Reich, por qué no).
Desde su nacimiento, pasando por el colegio, hasta su vida adulta, veremos cómo a "Nuestro Cero" la sociedad le margina y le rechaza todas las oportunidades para prosperar, como a todos los de su condición. Pero "Nuestro Cero" es más que un cero a la izquierda y veremos el modo en que él, siempre con una sonrisa de por medio y optimismo a raudales, hará frente a esa situación.
En definitiva, un cortometraje muy bueno visual y argumentalmente, que nos enseña una valiosa lección: no por ser diferente se debe tachar a alguien de inferior.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Antoine Czirszn
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