Si querían hacerle un vídeo musical a Mahler... ¿Por qué escogieron un tema tan infame? ah, ¡¿Es que no es un vídeo musical?! Pues la música es lo único que funciona de una película sosa y absolutamente perteneciente a la familia de los sedantes, analgésicos, soporíferos e hipnóticos más fuertes conocidos. En cada quirófano del mundo debería haber una pantalla transmitiéndole esto al paciente. sería el ideal.

Sin dejarme llevar por la apasionada vorágine de si puede o no ser real este tema, al cual me adhiero fervientemente en su posibilidad, he de decir que esta película me suena más a película documental que a ciencia/ficción.

La Foster plasma desde lo mas profundo de su ser esa inherente y absolutamente pertinente incredulidad propia de su profesión como científica pero, a su vez, esto se convierte en el arma defensora de un final poco menos que esperado, pero, a todas vistas, deseado por todos.
Al menos te pone a pensar, que ya es algo, y eso solo lo logra una película con trascendencia, como los buenos clásicos, no apreciados en su momento. El tiempo le dará la razón a Sagan… porque si no “cuanto espacio desperdiciado!”.