Cuidada hasta el máximo detalle es un excelente ejemplo de cómo se puede hacer cine del bueno con un presupuesto ajustado (de este tema hablan el director, el guionista...). Además de todo esto, para mí supone ver a Rufus Sewell -uno de mis actores favoritos- en el papel ideal.
Un gusto, la verdad.

Basada en una obra de Thomas Hardy, con un reparto inmejorable y una fotografía y ambientación magníficos -dan ganas de "adoptar" a Rufus Sewell...-, somos testigos de una de las más bellas historias de amor y sacrificio jamás vistas. Ojalá hubiera podido disfrutarla en su día en la sala de un cine.

Una atractiva heredera, casada recientemente con un importante hombre de negocios, empieza a recibir anónimas y amenazadoras llamadas telefónicas. Doris Day se muestra magnífica en el papel de mujer acosada y qué decir del extraordinario Rex Harrison.