Con un comienzo intrigante que nos sumerge en un largometraje que promete, Disturbia nos introduce en la historia de un rebelde con causa que, tras agredir a un profesor, ve limitada su libertad por una sentencia que le obliga a quedarse en casa. El chaval lo lleva con mucha simpatía, y nos empieza a caer muy bien.
Sin embargo, la historia peca de utilizar los mismos ingredientes para el pastel que otros thrillers del palo. A saber:

- Chico protagonista inteligente y observador
- Amiguete del protagonista, algo bastante imbécil y prescindible en la mayor parte de la cinta
- Chica guapa tipo Mary Sue que acaba con el chico inteligente
- Psicokiller con increíble astucia, agradable persona y buen vecino, con una innata capacidad para cometer sus fechorías sin dejar rastro alguno, y especial habilidad de caer bien a la pasma. Por supuesto, también dispone de un sentido arácnido que le hace saber cuándo le espían y qué información poseen sus observadores.
- Policías ineptos que se niegan a creer al protagonista (pese a que la descripción del asesino y algunos objetos coinciden, no se molestan en abrir una investigación) Al final, abren los ojos y aparecen justo cuando ha acabado la chicha del asunto y ya no son necesarios.
- Elevación de la música y sobresaltos sin sentido para que el espectador se hunda en su asiento
- Descenlace chachipiruli, el asesino muerto y besito final

Sencillamente, no puedo entender que se le pueda poner una calificación como Buena o Notable. Desde que empezó a ponerse con las cámaras de espionaje, supe qué iba a ocurrir en cada siguiente fotograma de los insufribles ochenta minutos restantes.

Qué menos que hacer dos giros argumentales. Tendrían el mismo final, pero por lo menos sería un pelín más curioso. Pero como no ha sido así, es tremendamente aburrida.

Esta película confirma lo que llevaba mucho tiempo pensando acerca de "el nuevo cine", como si lo que nos proporciona la nueva tecnología de la imagen hace de una película un éxito o sencillamente no-mierda que puede ser vista.

Independientemente de lo que piense de Miley Cyrus o de lo soporífero que me parezca la serie Hanna Montana, este film lo decidí ver cuando me lo pusieron en el autobús. Y como no me gusta encasillar a la gente, me puse a ello.

La película como dicen los comentarios, no es nada espectacular: dramón adolescente para llorones fáciles. Un Diario de Noah, aunque mucho más mediocre, por supuesto. Los personajes muy poco trabajados, sin carisma, que no te introducen en la historia de ninguna forma, y al menos yo no guardé la más mínima empatía con ninguno, quizá el padre es el personaje más realista, lo cual es bastante triste.

Lo que me da rabia de la película es la fotografía: es bastante buena, juegan con la luz y el contraste en lugar de conformarse con una imagen estándar como en los noventa. Y es que parece que ahora toda película es buena por tener un excelente juego de luces (véase Disturbia, La Niñera Mágica, aunque esta quizá tenga la excusa de ser un ambiente de cuento de hadas). Ya nos lo intentaron colar en España con "Mentiras y Gordas" (creo que es la peor película de la historia, pero algunas de las escenas son preciosas hasta decir basta). Para eso prefiero ver Camp Rock, al menos en este punto es más honesto con el espectador en lugar de intentar vendernos como "arte" lo que es sencillamente una historia para ver y olvidar, o bazofia sin más preámbulos.

En resumen: para los fans de Miley será una película más para añadir a su colección de niñas Disney. Para los amantes del drama fácil, adelante. Los demás pueden prescindir de ella totalmente.