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Críticas de Daniel Reigosa
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Críticas 34
Críticas ordenadas por fecha (desc.)
8
3 de febrero de 2013
0 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
El festival de Sundance de 2012 fue el elegido para presentar el primer largometraje del director americano Benh Zeitlin -que hasta la fecha sólo contaba con tres cortos en su haber-. Bestias del Sur Salvaje fue elegida mejor película tanto por el jurado como por el público, los dos premios más importantes y, a partir de aquí, todo han sido premios y elogios.

Aún así, fue toda una sorpresa la nominación de la película a 4 Oscars, entre los que se encuentran mejor película, mejor director, mejor actriz y mejor guión adaptado. Sorpresa mayúscula sobre todo por el de dirección (dejando fuera de posibilidades a Bigelow o Affleck) y el de actriz (Quvenzhané es la más joven en la historia de los Oscar es optar a un premio como actriz principal).

La película trata la difícil supervivencia de un padre enfermo y su hija de seis años, que viven en una comunidad al margen de la civilización en un territorio desolado, primitivo, en condiciones infrahumanas, llamado La Bañera. Bestias del Sur Salvaje se mueve entre una cámara en mano que te mete de lleno en el peculiar poblado en las condiciones en las que viven los habitantes (llegando a veces a ser una tortura para los "acomodados" ojos del espectador), y la voz en off de la niña, dulce, conmovedora pero cargada de una fuerza y orgullo impropios de su edad.

Precisamente es la niña, Hushpuppy (interpretada por una excepcional Quvenzhané Wallis), la que lleva de manera majestuosa el principal peso de la película, sólo compartido con la extraña belleza del universo que construye el director para generar su fábula existencialista y apocalíptica. El director, a semejanza de Malik en El Árbol de la Vida, combina la narración principal de supervivencia y el orgullo de vivir con imágenes del despertar de unos extraños animales (una especie de uros gigantescos, prehistóricos, casi mitológicos) que aceleran su paso hasta La Bañera, anunciando la extinción de los integrantes de tan primitiva sociedad.

Al final, la película se convierte en una apología de la vida, de la vuelta al primitivismo, de la utopía del ser humano no corrompido por la sociedad. Una especie de peligro de extinción del ser humano como tal, no como un producto de los diversos sistemas a los que está sometido de manera involuntaria. Hace referencia también al abuso de objetos y necesidades superfluas, la importancia de la amistad u otros valores corrompidos en la sociedad "civilizada".

A veces caótica, a veces mágica, a veces lenta, a veces confusa, Bestias del Sur Salvaje supone un experimento fantástico, una fábula infantil mezclada con pinceladas de realismo mágico e, incluso, de la filosofía clásica de Platón. Todo esto aderezado con una banda sonora genialmente acoplada y con la actuación de Quvenzhané, una niña de 6 años con una capacidad expresiva totalmente impropia y que transmite más que la mayoría de actores del "star system".

http://momentovosp.blogspot.com.es/

Nota VOSP: 7,6 / 10
Daniel Reigosa
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4
27 de enero de 2013
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hollywood (y últimamente el cine francés) sigue apostando por un género manido y explotado como pocos: la comedia romántica. No quedan situaciones atractivas en las que un chico y una chica, que en un principio no se gustan pero que, tras pasar un buen número de penurias, al final descubrimos que están hechos en uno para el otro. Además, este género, suele servir como excusa para lanzar a las "nuevas estrellas" del celuloide (ahora digital).

Mucho de los anteriormente comentado se puede aplicar a El Lado Bueno de las Cosas, una película que si bien es superior a la media del género, tanto a nivel de guión, interpretativo y dirección, no deja de ser una película aceptable, y poco más. Igual el problema de la película es la forma en la que nos la han vendido: que si renueva el género, que si la podría haber firmado Billy Wilder (señores, pongámonos serios), que si la screwball comedy revive en manos de David O. Russell y un sin fin de elogios y críticas, que le han llevado a optar a las mencionadas 8 estatuillas.

Sí puedo entender comparaciones con la screwball comedy de los años 40 ya que en la película de O. Russell se dan muchas de las características de este tipo de comedias: personajes de clase media-alta; mujer que lleva la voz cantante, con personalidad; cierto grado de locura y anarquía en la toma de decisiones; diálogos ingeniosos y ritmo trepidante. Pero se queda a años luz del ingenio que desprendían Cukor, Wilder, Hawks o incluso, Capra.

La película empieza con muy buenos mimbres, y aguanta el tipo en la primera hora de metraje. La enfermedad de Pat (Bradley Cooper) está muy bien tratada y bien relacionada con la personalidad de sus padres (Robert de Niro y Jacki Weaver). La cámara, la banda sonora y, sobre todo, la edición y montaje ayudan a entrar en la personalidad de Pat, a entenderlo y a convivir con él.

Plantea temas muy interesantes como los problemas de juego (encarnados en la figura del padre) y la repercusión de éstos en el seno de la familia; la adicción al sexo (el personaje de Jennifer Lawrence) los problemas mentales y la difícil adaptabilidad social; y la superficialidad de las parejas de clase media-ata, asentadas, hipócritas y conformistas (tema tratado con inteligencia e intensidad en American Beauty). Pero tras una primera hora en la que se construyen con detalle y precisión todos esos temas, con un humor muy inteligente sin caer en la estupidez y con pequeñas píldoras de locura que hacen pensar que estamos ante una excelente comedia (hay que remontarse a Mejor Imposible para ver una comedia redonda), la película cae estrepitosamente en lo superficial y previsible, para acabar con un final típico de las películas americanas de los 80.

Ni es una de las 9 mejores películas del año, ni tiene un trabajo interpretativo magnífico (los actores están correctos pero nada del otro mundo), ni la dirección es genial (sobre todo en la segunda hora) ni muchas cosas más. Sí se trata de una película muy decente, con toques de humor muy buenos, y bastante superior a la media del género. Lo que sí tengo claro es que a estos dos buenos actores los vamos a ver hasta en la sopa en los próximos dos-tres años.

http://momentovosp.blogspot.com.es

Nota VOSP: 5,6 / 10
Daniel Reigosa
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8
20 de enero de 2013
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
No es normal que un director con una carrera tan poco prolífica levante el revuelo y expectación que genera el señor Tarantino tanto a nivel de crítica como, sobre todo, de público. Cada estreno del director de Tennessee se convierte en evento mundial, todo el mundo opina, es tema de conversación en lugares tan dispares como noticieros o en la cafetería del trabajo. Como figura magnánima e icónica que es, más allá del cine, levanta odios y pasiones, pero incluso entre los que no lo soportan resulta difícil encontrar a alguien que no reconozca su indudable calidad.

Creo que su mejor época creativa la podemos encontrar en sus inicios, con Reservoir Dogs, Pulp Fiction y Jackie Brown pero en todas sus películas ha sabido mantener un nivel alto de calidad mezclado con elevadas dosis de humor, sin perder su peculiar estilo. Es un niño travieso en un cuerpo de 45 años, un niño que se lo pasa bien rodando y que, cuando tiene un juguete nuevo, lo exprime para que todos podamos jugar con él. Django Unchained es una gamberrada, es un nuevo juguete, no tan bonito como los anteriores pero igualmente divertido.


Tarantino ha jugueteado (y homenajeado) con el género western (más concretamente a Sergio Leone y el "spaguetti western") con mayor o menor intensidad en todas sus películas, pero nunca había rodado uno como tal. Django Unchained es un western pero, paradójicamente, es la película de su filmografía que más se aleja del lenguaje de este género. No encontramos los primerísimos primeros planos, los personajes de héroes moralmente discutibles o la estética sucia. Django es una película más cercana al género de superhéroes o la mitología clásica.


No voy a extenderme hablando de lo magistrales que están los actores (especialmente Christoph Waltz, un actor que se adapta como un guante al humor y estilo de Tarantino), ni de la maravillosa banda sonora (el tema de Johnny Cash, "Aint no Grave" parece hecho especialmente para el film), porque eso se presupone en las películas de Tarantino.

Django Unchained trata la brutalidad de la esclavitud en los estados sureños americanos de una forma inteligente, sin pasar de puntillas y con respeto (fantástica la parodia en tono burlesco al KKK). Tras una primera hora absolutamente fascinante con escenas memorables (aunque no a la altura de la primera escena de Malditos Bastardos) y un ritmo trepidante, la película entra en una fase más madura, lenta y con paréntesis de humor muy bien dosificado. Sin embargo, la última media hora, donde los desfases y excentricidades de Tarantino alcanzan su punto álgido, baja considerablemente el nivel.

Es en esa primera parte donde tienen lugar las mejores escenas y los mejores diálogos, más ingeniosos y críticos. La escena inicial, en la que se presentan a los dos protagonistas es puro cine y la escena del bar, en la que Djando y el Dr. Schultz se toman una cerveza mientras esperan al sheriff es de las que hacen amar este vicio. Pero la película se va diluyendo poco a poco a medida que la trama se centra sólo en la obsesión de Django (recuperar a su mujer), exceptuando las magnificas introducciones de los personaje de Calvin Candle (uno de los mejores malos de la historia del western interpretado con muchos matices por un maduro y convincente Leo DiCaprio) y de Stephen (un criado de color con una posición privilegiada y una especie de síndrome de Estocolmo, que le hace aceptar y defender las normas establecidas).


Una película extremadamente divertida, con unos buenos personajes (aunque lejos de la complejidad de Pulp Fiction) que supone una continuidad con Malditos Bastardos en cuanto a tratar temas espinosos dándoles un final que la historia hubiese aceptado de buen grado. Una travesura más del "niño gamberro" Tarantino, que se divierte (y mucho) en esta película (su cameo es muy cómico y autoparódico) y que, en contra de las polémicas declaraciones de Spike Lee, creo que trata el tema de la exclavitud con mucho respeto y sin recrearse de una forma banal. Dos horas y media que se pasan volando, lo cual es de agradecer. No viene mal una ración en el menú cinematográfico de "Spaguetti a lo Tarantino" cada 4-5 años, en el que el próximo plato ya anunciado será Kill Bill Volumen 3....A esperar toca.

http://momentovosp.blogspot.com

Nota VOSP: 7,7 / 10
Daniel Reigosa
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6
19 de enero de 2013
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Seis meses hace que conocí la noticia de que Spielberg, tras más de once años dándole vueltas al guión, iba a estrenar la película Lincoln y que Daniel Day-Lewis iba a encarnar al carismático presidente americano. Dos monstruos de la industria al frente de un proyecto gigante. Llevo hablando de Lincoln incluso antes de su estreno, con las expectativas por las nubes...Seis meses es mucho tiempo esperando una película...en ese tiempo he podido ver como el cine europeo superaba (un año más) la calidad del cine americano, en la que sólo The Master ha estado realmente a la altura. Lincoln se presentaba (junto con Django Unchained, la última de Tarantino) como las dos últimas balas para salvar el tipo del manido y cada vez, menos interesante, cine americano.


Bueno, pues ayer era el día, tras el intento frustrado de acudir a la premier, de ver tan ansiado film. Y las expectativas se quedaron donde nunca debieron llegar.

Antes de nada, es justo decir que Lincoln es una gran película rodada con un estilo solemne, imponente y elegante, algo que se le exige a un profesional como Spielberg. El guión es sólido, centrado en la figura del presidente y su empeño de firmar, cueste lo que cueste, la 13ª enmienda -que promueve la abolición de la exclavitud- antes de finalizar la guerra de secesión.


La fotografía y la ambientación son de lo mejor que ha dado el cine en los últimos años. Magistral el trabajo del director de fotografía Janus Kaminski -que ha trabajado con Spielberg desde La Lista de Schindler-, que consigue reproducir de manera exacta la luz de los cuadros y primeras fotografías del presidente.


Y por supuesto Daniel Day-Lewis -que dignifica una vez más la profesión de actor-, realiza una interpretación de órdago, llena de matices, con un profundo estudio del personaje. De hecho, él sólo rellena la pantalla y hace que las escenas en las que no aparece queden totalmente vacías. Además, el parecido con el presidente americano es impresionante, casi sospechoso, como si aún pariente muy lejano de Daniel perteneciese a la familia Lincoln. Destacar también el gran papel del siempre correcto Tommy Lee Jones.

Es decir, técnicamente es portentosa, como no cabía esperar menos. Ahora bien, la película cae en los típicos vicios molestos del cine americano en general y Spielberg en particular. El director no arriesga, da al espectador lo que quiere sin cuestionar nada. Sobran personajes ingeniosos (¿por qué todos los americanos siempre tienen comentarios ingeniosos para todas las situaciones?) y demasiado actuales. Los "malos", es decir, los demócratas, son demasiado malos, como si villanos de una película de superhéroes se tratara donde, claro está, a Lincoln sólo le falta llevar capa.


Se agradece, no obstante, que la película no se recree en los horrores de la guerra de secesión -con escenas que desvíen la atención para llenar los ojos del espectador-, y que se centre en la figura de Abraham Lincoln. La guerra aparece de fondo, en escenas contadas y muy bien seleccionadas, como cuando Lincoln presencia a lomos de su caballo la pila de cadáveres que ha dejado la última batalla.

Es la clásica película que arrasará en los Oscars, donde la figura de su gran icono queda sin una mancha, sin ser cuestionado por su dudosa ética política más allá de lo moralmente justificable. Es una lástima ya que los pilares para hacer una obra maestra eran inmejorables, pero está claro que el Spielberg ingenioso de El Demonio Sobre Ruedas o Tiburón ha desaparecido, dando paso a un excelente profesional de películas grandilocuentes. Una pena.

http://momentovosp.blogspot.com

Nota VOSP: 7,2
Daniel Reigosa
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9
19 de enero de 2013
36 de 41 usuarios han encontrado esta crítica útil
Al salir del cine después de haber visto Tabú, me ha resultado extraño volver a la época actual...tengo la sensación estar viviendo la época de las películas de grandes aventuras y en las que se empezaba a juguetear con el sonido. Tabú es un homenaje al CINE con mayúsculas, pero también es una aportación al mismo en toda regla, demostrando que se puede reinventar un lenguaje ya olvidado convirtiéndolo en fresco e innovador.

La película de Miguel Gomes está dividida en dos partes bien diferenciadas (igual que la película homónima de F.W. Murnau) y con un nexo que actúa de unión entre ellas: el personaje de Pilar (Teresa Madruga), una persona melancólica, con una vida sencilla sin demasiados sobresaltos, racional y con cierta timidez, que le impide tener una vida social plena.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Daniel Reigosa
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