Efectos Especiales por todos los lados dejando de lado la historia.
Los personajes son planos, el guión fácil, todo pasa muy deprisa y sin explicación, desde luego se esperaba más de Ridley, solo se salva Cristian Bale, que dentro de las escasas posibilidades que ofrecia su Moises, es lo más destacable.

Este es el devaneo de un mequetrefe apenado movido por el resentimiento hacia su hermano semidiós y por extensión a toda la humanidad, que en su delirio quiere un aparato al que cariñosamente llama el "teseracto", obsesionado con la idea de colocarlo como adorno encima de la tele, y de como, desde un portaaviones volador, un manojo de tarugos acéfalos intenta detenerle, formados por un insufrible mojigato vestido con un andrajo azul y rojo, un bufón soltando chascarrillos sin gracia cada 10 segundos, una asesina con nombre ruso que esta buena, un insustancial bestia dando martillazos, una nena llorica y amargada porque se transforma en "el otro tío" y un flipado que decidió ir al registro civil y cambiar su desdeñable nombre por el de "furia", mucho mas sonoro, acompañando su nuevo nombre con un parche y una chupa de cuero para parecer mas pintoresco y por ende, mas peligroso. Ah! bueno y el pesado ese del arco.
Peleas épicas entre las fuerzas de Loki y las de los Vengadores, explosiones, chistes para niños de 7 años, superhéroes inmortales, marcianos con déficit de instinto de supervivencia, gente correteando y chillando por la ciudad como lemmings, argucias por doquier y Scarlett Johansson son el reclamo para sacarte la pasta, y bueno, la verdad que la película es un rollo macabeo, yo no vi el final porque me quede frito.

Innovadora historia amorosa que usa el inconcebible arquetipo nada usado del amor imposible "malote-pija"

Juan Muñoz nos presenta esta obra maestra del celuloide, con toda la modestia que le caracteriza, demostrando así, a todos esos cinéfilos aduladores de Billy Wilder y Stanley Kubrick lo que es el séptimo arte en estado puro.
Acción trepidante, Intriga, personajes carismáticos, diálogos que dejan al espectador asombrado y estuporizado, y por supuesto, un humor fino e inteligente que hace que haya un antes y un después en la forma de ver el cine.
Derroche de talento en definitiva. Las escenas de acción meticulosamente planificadas, vestuarios dignos de Oscar, (La caracterización de Juan Salazar como M.A. Barracus, hará las delicias del espectador).
Oda a la cotidianeidad, este film nos sumerge en un paseo por los sentidos, escapando a toda etiqueta, sabe tocar, desgarrar las emociones del concurrente, arrancando lagrimas y carcajadas por doquier a partes iguales.
Me cambió la vida.

¿El siguiente en que?, ¿en aburrirme?, pues se ve que si... Es sorprendente como los americanos emplean una y otra vez la misma fórmula cinematográfica y nosotros caemos una y otra vez, estamos cansados de histéricas que salen corriendo y gritando descerebradamente en plena orgía de muertes, cansados del tipo odioso e irónico, del personaje sosegado y flemático que hace sospechar, de la superheroína que se cepilla un equipo de élite ella solita, de familias cargantes y planas, de comportamientos absurdos e irreales.