Por fin pude ver el reboot de la famosa saga de Cameron, Terminator Génesis. Por un lado me divertí, pero por otro lado me cansé de tantas explicaciones de lineas temporales y rollos científicos. Además, el que los explica es nuestro adorable T-800 que hace de abuelito de Sarah Connor, interpretada por Emilia Clarke. Este modelo envejece, así pueden explicar las canas del exgobernador de California Arnold Schwarzenegger. En cambio, su endoesqueleto no envejece, pero la piel que lo recubre, sí. No está obsoleto, como se pasa diciendo durante todo el metraje.

La trama es muy parecida a la película de nuestro querido James Cameron. Reese es enviado por John Connor para proteger a su madre de un T-800, creado por ordenador asombrosamente bien, que imita el aspecto de Arnold en su juventud). Lo que se encuentra difiere de la película original, ya que se encuentra con una Sara que sabe defenderse estupendamente gracias al abuelo “Schwarzi”. En adelante comienzan las explicaciones científicas mareantes y las peleas, más mareantes todavía, del T-800-abuelito con un T-1000 la mar de peligroso, para terminar con otro modelo que prefiero no desvelar.

Todo intentaba recordar al cine de los años 80, en ocasiones lo consigue, pero al final acaba cayendo en lo mismo de siempre, explosiones y escenas de acción excesivas. Hay chistes del abuelito que tienen gracia, pero también los utilizan en exceso, al igual que su risa forzada. Cuando se estrenó, comenté las dudas que me despertaba Emilia Clarke como Sarah Connor. No llega al nivel de Linda Hamilton, pero me sorprendió lo bien que lo hace. Eso sí, nadie se cree la historia de amor con ese Kyle Reese megamusculoso (Jai Courtney) y que le saca cuatro cabezas y media. ¡Si hasta para no parecer tan bajita se pone de puntillas en alguna ocasión! Pero eso ya va en gustos.

Me lo pasé bien, pero solo lo hice cuando me conciencié de lo que estaba viendo, un mero vehículo de acción con un icono de la ciencia ficción como protagonista.

Lo mejor de la película son dos cosas:

1- J.K. Simmons, aunque aparece en unas pocas escenas, enriquece cada una de ellas.

2- Una frase que le dice el malo de la película (desvelado en el trailer erróneamente, como hacen normalmente. Eso hace que no me apetezca ver trailers) al abuelito: Eres una reliquia de una linea temporal borrada. Me encantó.

En definitiva, un divertimento que costó una tirada de dólares americanos, inventa una nueva saga, pero que no mejora a la “no obsoleta” Terminator de los 80.

Nota: $$1/2

Valoraciones: Mala $ / Regular $$ / Buena $$$ / Muy buena $$$$ / Excelente $$$$$)

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Terminator Génesis. No estoy obsoleto, ni mejorado. by Daniel Rodríguez Lorenzo is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0 Internacional License.
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Hace una década fui a Benidorm a un festival que sorprendía por su diversidad musical. Uno de los artistas que participaron fue James Brown, su actuación me teletransportó a los años 60, donde mover las caderas, y algunas melenas, era toda una provocación. Mr. Dynamite era eso, provocación, soul, Funky, baile, y muchas cosas más. En 2014 apareció un Biopic sobre él, llamado "Get on up" (en España la llamaron I feel good) y el Sábado se proyectó en la Filmoteca. Al empezar el metraje, lo primero que se vino a mi mente fue lo positivo que nos muestran a James, da lo mismo que le disparen, que vaya en un avión a punto de estrellarse en la selva vietnamita o que le peguen; todo lo ve de forma positiva, me recordó al ya desaparecido Andrés Montes y su: ¡La vida puede ser maravillosa!

Hay varias cosas que destacan en la película, lo primero es su protagonista, Chadwick Boseman, borda el papel del cantante y es un agradable descubrimiento. Viene del mundo de la televisión y poco a poco va enseñando la cabeza en el mundo del cine. Seguro que ahora le lloverán los papeles. Dentro de poco lo veremos en la nueva película de El Capitán América. Otro elemento a destacar es el comienzo, con saltos temporales vertiginosos, como es la música de Mr. Brown, que hacen de este Biopic algo diferente. Después todo se tranquiliza, se acompasa, cuando comenzamos a conocer su juventud. El resto del reparto lo completan un recuperado Dan Aykroyd, una siempre correcta Viola Davis (qué bien llora esta mujer), Nelsan Ellis y Octavia Spencer, compañeros de Viola en "Criadas y señoras", y para terminar el repaso actoral, Craig Robinson, como el gran Maceo Parker, y Brandon Mychal Smith. Este último no os dirá nada, mis compañeros de trabajo y yo le tenemos cariño porque sale en una serie de Disney, Sunny entre estrellas. En "Get on Up" realiza el papel del excéntrico Little Richard.

La película es extensa, pero no tienes esa sensación. Me pasé todo el tiempo llevando el ritmo, es que este James Brown no para. Quizás lo que más llame la atención de la película es su música, gran protagonista de la historia. Un detalle muy curioso es que James habla a la cámara, como lo hace Woody Allen, y te da sensación de cercanía, como si un amiguete te contase su vida. Una vida que aquí repasan sin entrar en temas escabrosos, lo poco que nos muestra Tate Taylor, el director (¡sorpresa! el mismo que dirige Criadas y señoras), es la punta del iceberg. Es muy normal que en Hollywood no se mojen en esta clase de películas, son siempre políticamente correctos. La historia se centra en su música, su amistad con Mr.Byrd, los problemas raciales (cómo ha cambiado el mundo, ahora nos limpian las piscinas los blancos, le dice Brown a Byrd), y los excesos con las drogas son mostrados de una forma liviana (como Shakira).

Con el visionado de "Get on up" aprendes muchas cosas; lo increíble que era James Brown, su vida tempestuosa, su música y que nunca utilizarías su baño para hacer tus necesidades (lo entenderéis al verla), aunque esto último ya es complicado, falleció el día de Navidad de 2006, con 73 años, con mucho groove y dejando una huella imborrable en este mundo. Como dice él en la película: Pagué el precio por ser el mejor.

Lo fuiste, Señor Dinamita, lo fuiste...

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Nota: $$$$

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Get on up; música, amistad, sexo y mucho groove by Daniel Rodríguez Lorenzo is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0 Internacional License.
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Hacía mucho tiempo que tenía pendiente ver esta película belga, nominada a Mejor película de habla no inglesa en los Oscars de 2013. En ella se muestra el deterioro de un matrimonio a causa de la enfermedad de su única hija. Es una película desgarradora, intensa y cruda. Todo aquel que tenga hijos, como el que escribe, pasará algunos malos ratos. La enfermedad hará mella en los protagonistas y hará relucir lo peor de cada uno; rencores, disputas teológicas y existenciales estarán a la orden del día. Nos sumergimos en una pareja que ve la vida y la muerte de forma distinta. Él lucha contra esa fe ciega que tiene ella en que hay vida después de la muerte, pero lo peor que puede hacer es intentar que su visión prevalezca; Elise, interpretada por la cantante belga Veerle Baetens, se lo dice a Didier, interpretado por Johan Heldenbergh, en un momento del metraje. Esa relación es el hilo conductor de la historia, pero no es el único, la música, interpretada por los protagonistas y la banda The Broken Circle Bluegrass, es tan importante como el propio guión. La banda sonora fue una gran sorpresa. Compuesta por Bjorn Eriksson es perfecta para ir acompañando la historia, son pequeñas historias dentro de una gran historia de amor que evoluciona, cambia y se resquebraja con el dolor. Este está presente en toda la película, un dolor que traspasa la pantalla y nos cala hasta los huesos.

El trabajo de los actores merece ser reconocido, consiguen mostrarte la montaña rusa de emociones que experimentan; alegrías, penas, peleas, música... Me gusta que la película no sea lineal, da saltos temporales recorriendo toda su vida juntos. Lo que más me gustó es la bienvenida que la banda da a la hija, un momento en el que ninguno podrá dejar de sonreír.

Espero que disfrutéis como lo hice yo, en filmaffinity he puesto un 7 de nota. Las películas que nos acercan a la realidad y te dan conciencia de la vida, son siempre interesantes. He aprendido una cosa al ver el film, es bueno ser comprensivo con lo que los demás piensen, y no es malo decir una mentirijilla para que alguien, a quien quieres, sea feliz.

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Nota:$$$

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The broken circle breakdown (Alabama Monroe)( by Daniel Rodríguez Lorenzo is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0 Internacional License.
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Cuando veo que se estrena una película de un actor que hemos encasillado inconscientemente en un papel mítico, me da miedo. Es lo injusto del cine, grandes actores que se ven superados por su personaje. El ejemplo más facilón puede ser el de Leonard Nimoy, recientemente fallecido, y su venerado Mr. Spock. Hizo más papeles, pero cuando aparecía en la pantalla todos pensábamos en el amigo inseparable del Capitán Kirk. Así que, al ver al londinense Kit Harington en el reparto de "Testament of youth", tuve esa misma sensación. ¿Qué hace Jon Snow en una película ambientada en la primera guerra mundial? Y lo que es más importante, ¿Dónde se ha dejado la espada? Pues aquí la cambia por una pistola y un fusil. Tranquilos que no realiza el famoso cántico de La chaqueta metálica: “Aquí mi fusil, aquí mi pistola, una da tiros la otra consuela”. Aunque mi canción favorita de ese peliculón de Kubrick es: “Ho Chi Minh es un hijo puta, la tiene con ladillas y muy diminuta”.

Pero no quiero desviarme del tema. Pude visionar la película, de la que os quiero hablar, el otro día, "Testament of youth", y, a pesar de mis miedos a que venga el invierno, me gustó. Snow, perdón (estoy obsesionado con Juego de tronos, según un buen amigo), Harington lo hace muy bien, toda su interpretación es pulcra y con clase, como buen británico. Pero quién destaca por encima de todo el reparto es Alicia Grijander, digo Vikander. Cuando la vi por primera vez en la pantalla pensé: “a esta chica la he visto antes y no sé dónde”. Seguro que os pasa muy a menudo. Pues es normal que me sonase puesto que sale en bastantes películas, una de las últimas es "Ex Machina", donde interpreta a un robot superchachichuli, guapísimo e inteligentisísimo. Espero verla próximamente. Su trabajo es excelente, a partir de ahora seguro que dará mucho de qué hablar en este mundillo, al igual que otra actriz en alza como Maika monroe, de la que ya hablamos en la crítica de It follows. En la película que nos ocupa, la sueca Alicia Vinkander es la protagonista. Se basa en el libro autobiográfico de Vera Brittain cuyo nombre da título al film. En él cuenta sus vicisitudes durante el conflicto; integrante de una familia adinerada de la campiña inglesa, sufrió en sus carnes la crudeza de la guerra. Fue voluntaria como enfermera en el frente y vio los horrores de un conflicto que no terminó en 1918 como ellos creyeron. El director, James Kent, nos muestra cómo ese acontecimiento trastoca el mundo de los protagonistas y cambia el rumbo de sus vidas, amores y sueños. También nos enseña esa forma de vivir llena de parafernalia, poses y divagaciones banales de la aristocracia inglesa. Su arrogancia y clasicismo son marcas de la casa. Todo está presentado con la típica fotografía; luz suave, tonos pastel y grandes paisajes, todo muy al estilo inglés. En más de una ocasión pensé que aparecería Emma Thompson en algún plano.

He de decir que me gustó, está realizada con mucho gusto (o por lo menos con un gusto parecido al mío, no será bueno para los demás, sí lo es para mí). Hay planos muy duros; como un plano cenital de la protagonista rodeada de infinidad de cuerpos heridos tendidos en el suelo porque no hay sitio en los barracones. La película intenta mostrarnos el sin sentido de la contienda y las consecuencias para los ciudadanos de a pie. He aprendido una cosa muy importante, los periódicos también mentían en 1914. Uno de los protagonistas comenta que quiere ir a la guerra porque la prensa dice que no durará mucho… en fin. El reparto lo completan grandes actores como Emily Watson, Miranda Richardson y el camaleónico Dominic West, que lo mismo te hace de general romano, que de gay melenudo que se va a un pueblecito de Gales en "Pride" (¡qué gran peli!). Solo un pero, nadie se cree que en una película que transcurre en su mayor parte en Inglaterra, solo llueva en dos pequeñas escenas.

Os recomiendo su visionado, es algo larga, ahora parece que ninguna película puede durar menos de dos horas, ya sea Resacón en la Vegas 5 o Bailando con lobos 2, pero no me pareció aburrida. Por causas que solo saben sus productores, todavía no se ha estrenado en España, me imagino que será difícil de encontrar. Suerte.

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Nota: $$$

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Testament of youth (o cómo amargarte la adolescencia) by Daniel Rodriguez Lorenzo is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0 Internacional License.
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Se escucha un ritmo de batería, puedes pensar que estás viendo Birdman, pero no, no es el mismo toque de percusión. La velocidad aumenta, poco a poco, cuando llega al clímax aparece el primer plano de la película, Miles Teller, solo, al final de un pasillo con su inseparable batería, un plano que se acerca mientras el actor improvisa. Confirmado, no es la película de Michael Keaton, es infinitamente mejor, es música en estado puro, es sudor, sangre, esfuerzo, tempo; es Whiplash. Y es en ese preciso instante cuando aparece J.K. Simmons (¿cómo puede ser el adorable padre de Juno, el jefe de Spiderman y, a la vez, este profesor de hierro?), uno de mis actores favoritos y a partir de ahora el fucking Master of the Universe, como diría El gran Wyoming. Su personaje es increíblemente aterrador, arrollador, manipulador e irresistible. Un amigo me dijo que, aunque sabes que es un ser despreciable, estás deseando que aparezca en cada segundo del metraje. La interpretación de Simmons es hipnótica, en más de una ocasión pensé que me iba a abofetear mientras estaba tranquilamente sentado en mi pequeña butaca de cine. A él no le importan los sentimientos de los demás, solo le importa la música, la afinación, su tempo y su ego. Justifica su método agresivo de enseñanza porque, según él, es el único medio para extraer lo mejor del músico. Utilizará todo lo que esté a su alcance para motivar, aunque roce la agresión o la humillación. Miles Teller, alumno de Simmons, le pregunta en un momento de la película si hay un límite. Simmons contesta tajante: “No, que va”.

Durante el film, vemos una transformación del alumno, se arrastra en busca de esa quimera de la perfección. Lo que aprendemos es que la soberbia puede ser, en ocasiones, buena compañera, pero lo normal es que sea tu peor enemigo. Nunca puedes bajar la guardia, sobre todo en la música, siempre tienes que aprender y aprender, porque puedes fallar por exceso de confianza. Quizás por eso, nos muestren en la película esa relación entre los músicos. Son indiferentes a lo que le pase a un compañero. Solo se preocupan por lo suyo, un ejemplo claro es cuando Teller conoce al batería titular de Simmons, no se puede ser más arrogante y despreciable. Por mi corta experiencia, no creo que todos los músicos sean así, en la película son más parecidos a perro rabioso Tannen.

A parte de la música, que es gran protagonista, hay que destacar la fotografía y el montaje. Los primeros minutos son increíbles, el director, el jovencísimo Damien Chazelle, te enseña Nueva York a golpe de batería, en ocasiones recuerda un poco a Manhattan, de Woody Allen. La escena final está montada maravillosamente bien, no puedes apartar los ojos de la pantalla, es verdad que no solo por su edición, cuando la veáis, si todavía no lo habéis hecho, lo entenderéis.

Os recomiendo ver Whiplash en versión original, las actuaciones son de lo mejor, el joven Miles Teller sorprende, aunque ya realizó trabajos muy buenos en Divergente y Aquí y ahora. Yo fui a ver Whiplash el Sábado a la sala de cristal del Ayuntamiento de Madrid y disfruté mucho. Este año han optado por darte unos cascos y, en una película en la que la música tiene tanta importancia, es un acierto. Os recomiendo ir al cine de verano de Cibeles, hay una buena cartelera para el mes de Julio. Solo hacer una reivindicación: ¡Whiplash debería haber ganado el Oscar a mejor película! He dicho. El reparto lo completan Paul Reiser, siempre lo recordaré por su papel en la serie Mis dos padres, qué mala era, y Melissa Benoist.
Acabo la crítica con Spoiler.

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Nota: $$$$$

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No estás en mi Tempo. Whiplash. by Daniel Rodríguez Lorenzo is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0 Internacional License.
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