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Argentina Argentina · Buenos Aires
Críticas de Celeste Mar
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Críticas 16
Críticas ordenadas por utilidad
5
28 de febrero de 2017
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Es siempre un lugar casi común el que Hollywood adopte un papel denunciador de una realidad que en apariencia aborrece.
No es un caso distinto el de Money Monster, en donde los flujos indiscriminados, veloces e inasibles de dinero, circulan con aceleraciones inabarcables, fuera del alcance del ojo y de la mente y no por alguna razón externa sino por su misma naturaleza: el dinero por definición es vértigo y si no lo es, se agota.
A esta altura de la historia parece de todas maneras una novedad para pocos: lo que hace una década era privilegio de visiones avisadas de pensadores que vislumbraban el drama, hoy es ya el entendimiento de masas sentadas en cómodas butacas que argumentan acaloradamente a la luz de una verdad de perogrullo. Y es justamente en esta transformación en donde debiéramos reparar: si ahora lo que solía ser profundo y verdaderamente perturbador es solo un comentario de café, cuál debería ser la mutación de nuestro cerebro para que arroje un pensamiento verdadero y no la inautenticidad de lo que habla a través nuestro? Hay manera de detectar la Verdad sobre un fondo de parloteo de marioneta al que todos estamos condenados la mayor parte de nuestra vida? O para decirlo de otro modo: que nos queda hoy para pensar en un mundo que intenta exorcizar sus peores males banalizándolos a tal punto de transformar en ridículo y presuntuoso lo que creímos era nuestro mensaje crítico? En suma, qué puede hacernos dar el paso al costado imprescindible para pensar algo distinto, para proponer posibilidades; cómo podríamos en definitiva, tomarnos de nuestro propio cuello para sacarnos del pantano? Al menos podemos identificar lo que no nos va a ayudar o inclusive debería alertarnos: cuándo nos vemos coincidir, casi mimetizándonos, con ideas que parecen reveladoras, con posiciones arrogantemente críticas, con claridades imposibles de contra-argumentar, cuando creemos que finalmente hemos encontrado el sentido que nos estaba faltando, en ese preciso momento deberemos retorcernos en nuestro propio eje, convencidos que hemos caído insensiblemente en el peor de los lugares.
Celeste Mar
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7
26 de enero de 2018
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El porvenir es tan irreversible como el rígido ayer. No hay una cosa que no sea una letra silenciosa de la eterna escritura indescifrable cuyo libro es el tiempo. Quien se aleja de su casa ya ha vuelto. Nuestra vida es la senda futura y recorrida. El rigor a tejido la madeja. No te arredres. La ergástula es oscura, la firme trama es de incesante hierro, pero en algún recodo de tu encierro puede haber una luz, una hendidura. El camino es fatal como la flecha, pero en las grietas está Dios, que acecha.

Para una versión del I Ching, Jorge Luis Borges
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Celeste Mar
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6
27 de octubre de 2017
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No vamos a detenernos en las soluciones al problema que queremos plantear: el patriotismo del padre que ha perdido a su hijo en la guerra (será patriotismo o simplemente remordimiento y necesidad de sacrificio ante los ojos inescrutables de su hijo muerto?), el honor del casi niño que muere por la cobardía de un soldado rescatado de las ruinas que ha dejado un bombardeo en el mar (o sus actos habrán respondido a su deseo de destacarse para alimentar su amor propio?), la entereza del Almirante que decide no salvarse solo para devolver el favor a los franceses que quedaron en la retaguardia soportando el fuego de los alemanes inexorables (o su decisión casi suicida no estará relacionada con el saber que el regreso será sin un ápice de gloria y probablemente con su degradación social?), la bravura de ese piloto que sin combustible se lanza a la caza del enemigo dispuesto a pulverizar a los sobrevivientes de ese matanza desenfrenada que los empuja a una playa sin salida, y termina en medio de las tropas alemanas que acechan detrás de cada arbusto, en un goce en el que también se mezcla la economía al servicio de la aniquilación (o solo habrá querido purgar una culpa interminable como único sobreviviente de su escuadrón?).
Lo que tampoco nos inquieta es el aparente egoísmo que nos muestra el otro polo: vivir a toda costa, con total ausencia de principios, como esos jóvenes que van desde su simulación como enfermeros (está claro que debemos descartar su posible samaritanismo) para abordar el acorazado que supuestamente los llevaría a su casa, hasta el desconocimiento de la amistad con el francés que lo ayudara, a la hora de definir la extensión de la propia vida.
Ya salvados en tierra inglesa, su vergüenza, epitomizada en su contestación a las felicitaciones de un ciego -- detalle no menor -- : "solo sobrevivimos", demorada en sus dudas acerca de lo que creen será una recepción preparada para cobardes, nos arroja al problema que Schopenhauer intentó contestar con su vago "Will-to-live" que por supuesto no aclara nada y que quizás la frase entrecomillada del título al menos nos da una pista: si nuestra conciencia prolongara naturalmente su dirección, haciendo claro que nuestra posición en el Universo es la de una marioneta -- gobernada por nuestros genes o por la ideología que nos invade sin saberlo o por la historia que nos modela -- que no tiene la menor influencia en una Eternidad que ni siquiera podemos pensar (qué son 70-90 años en eones de eones sin sentido, que significado tiene nuestra posteridad, nuestros hijos, nietos, en un océano de tiempo inabarcable?), no podríamos ni siquiera escribir estas líneas prescindibles construidas de puro polvo insignificante, impidiendo continuar con una vida que no sabe y no sabrá jamás para que debe ser vivida y quizás abortando de un solo golpe la decisión de un dios improbable que sin darnos ni una pista, nos necesita.
Celeste Mar
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8
16 de febrero de 2023
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En algún punto asistimos a un cambio de fase, ese momento inesperado en el que el agua se convierte en vapor o se hiela, en donde lo que era, deja de tener sentido en un salto casi mortal de una realidad a otra, un cambio de perspectiva brutal en el que las palabras -siempre consuelo en el relato que proponen- ya no sirven, quizás gatillado por la presencia repentina de la muerte corporizada y mas real que nunca, que obliga a Colm a pensar en aquello que debía trascender su vida entera en esa isla apartada del mundo, con una casa por kilómetro, en la que su amigo Padraic le repite cada día su experiencia banal con los animales - literalmente, el análisis de sus heces - construyendo un relato de supervivencia (al fin, que otra cosa son los relatos) sobre otro, entendiendo que la música despegada de su violín es la clave para habitar un universo inexplorado y más real que sus mismas tardes en el pub, llegando inclusive a demostrarnos la perfección de esos sonidos paradójicamente cuando los desengancha de su cuerpo, cortándose todos los dedos de su mano en retaliación a cada palabra pronunciada por su amigo Padraic, que insiste en hablarle a pesar de las amenazas de mutilación que Colm cumple minuciosamente porque no sabe otra manera de enfrentar la muerte que el amor que le profesa a su amigo y a su hermana Siobhan, a la que no le alcanza ser imprescindible en esa casa que comparten con animales que él, con su corazón abierto, no puede dejar dormir afuera, y que es alertada involuntariamente por Dominic, el joven abusado por su violento padre, justamente cuando su límite se transforma en la muerte que la invita a cruzar la orilla, sugiriéndole sin decirlo la posibilidad de una vida ajena a ese territorio casi clausurado que ha habitado por toda su vida, decidiendo entonces abandonar la isla a la espera de otro futuro en el continente, momento en que creemos contemplar 3 salidas diferentes ante la finitud inexplicable de la que somos parte: Colm, desapegado de su casa incendiada y de los dedos de su mano izquierda, fluyendo con los sonidos del mar, Siobhan con su nueva promesa que, estimamos, no será tan exitosa y finalmente Padraic, sin renunciar a su amor por la simpleza de la que no puede escapar pero al que, al igual que a todos los demás protagonistas de la historia y a todos nosotros, les está vedado para siempre la posibilidad de reconocer el camino correcto.
Celeste Mar
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7
22 de junio de 2022
4 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
Las críticas del film merecen en sí mismas una reflexión aparte, acerca de cómo la época en la que vivimos, los antagonismos en superficie, son partícipes de opiniones que creemos nuestras, mostrándonos en su desnudez aquellos que quieren ser parte de una tendencia que ni siquiera entienden (calificando la película con altos puntajes) y a los otros que pretenden separarse de lo que consideran una cultura de masas inaceptable, convirtiéndose en ese mismo instante en aquello que critican (y evaluando consecuentemente con muy bajos puntajes), cada bando considerándose más inteligente que el otro cuando en realidad son tripulantes del mismo “Ship of Fools”, aunque nuestra tarea aquí no será la recomendación o no del espectáculo sino más bien lo que el film desprende, en su alocada ida y vuelta a mundos posibles, algo que la lógica modal ya inventó, desorientándonos en algunos pasajes pero siempre exponiéndonos a esa idea de lo virtual y su relación con lo actual, porque quizás lo más interesante es entender de qué manera la virtualidad de la que Deleuze nos ha hablado tanto, puede tener influencia en el mundo en que vivimos, y viceversa — y quizás más importante dado que conlleva la posibilidad de una agencia que lo primero no dispone —, como lo actual influye sobre la virtualidad, asumiendo que esta dialéctica tiene como uno de sus cometidos eliminar las esencias sobre las cuales mucho autoritarismo se ha erigido, considerando que las multiplicidades que el Ser congela, pueden tomar direcciones opuestas, contradictorias, fuera del tiempo cardinal, en suma, devenir puro que, no obstante, es la base para el universo medible al que estamos habituados — pero la pregunta surge rápidamente habida cuenta que si leemos a Deleuze, si vemos la película, si estamos leyendo esta líneas, en algún punto, más allá de plausibles interpretaciones, alguna respuesta es esperada para darle a nuestra agencia (al fin y al cabo hemos decidido hacerlo) un lugar en esta cadena de presentes de diferentes escalas (no es el mismo presente el de la célula, el de un organismo, el del Universo, cada uno anidado al otro y contemplando síntesis de pasados y futuros totalmente distintas), de manera que esa abundancia infinita de posibilidades termine en nuestra pasividad nihilista o en nuestra hubris ingenua, aunque quizás el mismo film nos delinee el problema (nunca la solución): así como la virtualidad está antes de toda actualización, la inclinación del Universo, consistente en diferencias de diferencias de potencial, pasos relacionados con intensidades (generadas por el big-bang?), tendrá también como causa umbrales generados por nuestras humildes acciones, que como tales, aún en la insignificancia que se nos muestra en la proliferación de Galaxias imposibles de abarcar con nuestro pensamiento, son capaces de influir en aquello que, sin embargo, nunca podremos predecir.
Celeste Mar
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