Película perteneciente a una serie de telefilms que tienen en común un asesinato en cualquier bello rincón de Francia. Suelen estar protagonizados por una pareja de polis y la trama se repite, con ligeras variaciones. En esta ocasión el argumento está salpicado de reminiscencias culinarias de la alta cocina molecular. Pero tanto ello como el resto de la película no tienen ninguna sustancia ni profundidad, solo una ligera intriga resuelta de forma algo rocambolesca.

Lo único salvable es la finura a la hora de presentar la región turística de turno, en este caso la Borgoña. De forma muy subliminal, y sin abusar en absoluto, se nos van presentado algunas bellezas de la zona, más yendo al alma o espritu del lugar que a monumentos reconocibles. Como siempre "chapeau" por los franceses.

Remake dirigido a jóvenes descerebrados. Absolutamente desnortada, terror?comedia? Las supuestas escenas de terror siempre empiezan con un apagón de luz, lo cual me hizo soltar una carcajada. Absurda y ridícula hasta el extremo. No hay empatía con los personajes, al fin y al cabo no sabemos nada de ellos, excepto que hicieron cositas feas en sus vidas. En fin, no quiero perder más tiempo, no la veas, no aporta absolutamente nada, me pregunto cómo, por qué y para qué se hacen películas así.

Hay dos tipos de películas de SF: aquellas que son absolutamente fantásticas (superman, alien, etc) y aquellas que parecen realistas (el planeta de los simios, 2001, etc). En el primer tipo no te importa creerte lo que sucede, en el segundo tipo tienes que tener referencias creibles. El problema de esta película es que tratándose del segundo tipo, es decir, realista, no es creible y por ello no te puedes sumergir en ella. Trata de unos aliens muy sensibles al sonido humano, como te oigan te zampan. A los pocos minutos de visionado uno se pregunta como es posible que con lo listos que somos los humanos y teniendo una granja, no haya habilitado un sótano de lujo, totalmente insonorizado, donde llevar una vida normal y poder hablar un poco en familia, resulta increible. Como una bola de nieve, eso arrastra a que nada sea creible en el resto de la película.

Como positivo puede destacarse la ambientación y el manejo del sonido (y su ausencia). También el comienzo es ingenioso, comenzando la películo sin ningún preámbulo, directamente a saco. El final también es acertado.

Al leer el argumento uno pensaba que la peli podría tratarse de un remake de "La humanidad en peligro", excelente película de hormigas gigantes de los años 60. Nada más lejos de la realidad. Para resumirlo, y entendernos todos, se trata de una aventurilla de adolescentes. El principal problema es que la quieren hacer tan intrascendente de foma descarada que no se puede tomar con un mínimo de seriedad.

Sin embargo pueden encontrarse algunas cosillas interesantes como bellas escenas de carreras de trial en el desierto. También el ritmo frenético está bastante conseguido y el descaro de los chavales resulta fresco, aunque su única idea sea beber cerveza y hacer comentarios más que machistas.

En resumen, un divertimento de clase Z, con música rockera, mucho alcohol, pocas chicas y mucho machote en potencia. Las hormigas, al final, no tienen ningún protagonismo.

La pelis de personajes desgarrados en un entorno típicamente americano suelen tener su encanto (Cowboy de medianoche, Parix Texas, pueden ser dos buenos ejemplos). Aquí los personajes -todos sin excepción- tienen una vida desgarrada por diferentes motivos: accidente terrible, enajenación metal, abandono del marido, fracaso vital. Sin embargo no se consigue en esta peli la profundidad necesaria ni se atisba el sufrimiento vital que la haría más interesante. Por suerte tampoco abusa del sentimentalismo, excepto quizás los últimos minutos.

A favor: bien interpretada, música potenciada de Bob Dylan y en su entorno, la referencia a Robert Johnson (un poco sacada de contexto), la breve aparición de Nick Nolte.
En contra: bastante lineal, no llega a emocionar. Poco empatía con los personajes.