Robert Bresson es uno de los realizadores que tiene un sello de autor tan distintivo y único que es imposible no reconocer una película suya. No se trata simplemente de rodar en exteriores, de ser un cine sencillo, lento, reflexivo, totalmente natural y con pocos diálogos, ya que muchos directores han basado su filmografía en rodar de la forma más realista y menos maquillada posible.

La historia en forma de fábula de un burro, que aunque es la excusa para contar la vida de un grupo pequeño de personas en un pueblo campesino, se centra en todo lo que le ocurre a este animal. Baltasar nació entre un grupo de niños, los cuales lo consideraban como su mascota más querida, llegando incluso a jugar constantemente entre ellos, pero con el pasar del tiempo se convierte en una simple bestia de carga, maltratado por sus diferentes dueños.Paralelo a esto también cuenta la historia de su dueña, una bella joven que se verá inmersa en las dificultades de la vida, al igual que su familia, también un grupo de motociclistas, un agresivo borracho, etc.

A mi parecer donde más se distingue el sello de Bresson es que sus películas que carecen de diálogos extensos y de dramatismo, de hecho sus personajes parece que no demostrarán sus sentimientos física y abiertamente, lo que irónicamente hace que la película sea más expresiva; es muy poco común por ejemplo ver a los personajes bressonianos llorar, pese a estar inmersos en una situación sumamente triste, es muy difícil verlos reír aunque se trate de un momento lleno de júbilo, dicha represión sentimental física se expresa dentro del argumento y las imágenes, cosa que hace más fuerte las sensaciones que el espectador experimenta.

Al Azar de Baltasar es una película muy conmovedora, es un despliegue poético exquisito, un film de una belleza artística inigualable, a pesar de que cuenta la historia de un animal, dicho animal se convierte en parte misma del ser humano, Godard dijo “Al Azar de Baltasar es la vida en 90 minutos”. Bresson intenta comparar la vida del Burro con la del ser hombre, intenta explicar la ambigüedad de las decisiones, la dependencia y la fragilidad de ser humano, sus momentos de gloria y exaltación (Como cuando el burro multiplica), la opresión del más fuerte sobre el más débil, el miedo y la soledad.

Su narración es absolutamente depurada y exquisita, solo ofrece pequeños fragmentos, y deja inconclusa algunas escenas para permitir el seguimiento argumental dentro de la mente del espectador. El final es absolutamente magistral… no hay palabras!. una obra de arte puro.

Por cierto.. de películas sobre animales, ya tengo a mi favorita.

Obra maestra le queda corto

Perú consiguió vencer en Berlín y desde ese momento el film no ha pasado desapercibido, logrando incluso la primera nominación al Oscar para mi vecino país (cosa que celebré de sobremanera), el transcurso del metraje la película nos lleva a un lejano lugar en los recónditos paisajes peruanos para regalarnos una historia bastante inusual, y de esta manera compenetrarnos su historia, en la que Claudia Llosa utiliza recursos, como su excelente puesta en escena para bordar su obra.
El Problema con la película es que no termina de encajar las distintas secciones del film entre sí, sucede que vemos un argumento muy interesante y luego Llosa hace perder poco a poco el interés de la progresión de la historia al mostrar demasiados momentos inactivos, estáticos, hay escenas que no vienen al caso, hay momentos que pudieron tener mayor fuerza, pero se ha quedado muy corta en este aspecto.
La película carece exactamente de eso: de fuerza a la hora de retratar un tema (tan interesante) que pudo haber sido realizado con más poder, ya que se refiere “una enfermedad” como nos trata de hacer entender, muy dura tanto para la protagonista que lo padece como de las personas que la rodean. Probablemente sea la lentitud como fue rodada, (aunque la misma realizadora ha revelado que esa fue su intención), pero me he quedado algo insatisfecho con ella.
Debo recalcar que existen momentos extraordinarios en la película (pocos pero los hay), Llosa logró su cometido en este aspecto, crear un film artístico (le ha salido una joya de demasiado arte y cero de entretenimiento y expectación), además de una hermosa fotografía que retrata los bellos paisajes peruanos mientras escenas de bodas, desiertos, abruman la reatina del espectador.
Las interpretaciones pues a mi parecer llegan a ser extremas mientras que Magaly Solier borda una magnífica interpretación, su personaje es totalmente identificable, hay otras actuaciones que dejan mucho que desear (De hecho bastante malas, como la del tío de fausta).
En Resumen Perú nos ha regalado una obra bastante peculiar pero su tratamiento puede hacer que lleve al cansancio y pesadez para ciertos espectadores, debo mencionar que la película no es que me aburrió, en ningún momento fue así, solamente que falto ese elemento que sorprende, que mantiene expectante, al carecer de estas cosas; la película se define como “Hermosisimas Imágenes”, pero con una historia regular

Siempre he cuestionado toda esta tendencia de categorizar a las películas según su grado de complejidad y su lejanía a los patrones actuales del cine que más frecuentamos (dígase Hollywood). Pero lo que sí sé y si está claro es que la graduación artística y la profundidad de una película es algo que se puede evidenciar a simple vista, no se necesita ser ningún erudito en el tema para apreciar algo verdaderamente supremo.

Sacrificio es probablemente la obra artística más grande que jamás se haya creado, no con esto pretendo decir que es la mejor película de la historia (Aunque puede que algunos crean que sí), y tampoco voy a negar esa afirmación, pero se trata de una pieza de arte puro y preconcebido con el objetivo de explorar el mundo que rodea a un individuo, invadir los rincones más profundos de un conjunto pequeño de personas, para desnudarlos ante un plasmado fotográfico sin límites, (tampoco es que no se hayan hecho películas parecidas a Sacrificio, de hecho se nota muchísimo la gran influencia de Bergman en esta película sobre todo).

Pero lo que caracteriza a esta última obra de Tarkovsky es que puede lograr evocar toda clase de emociones contenidas en espacios tan reducidos, con planos sumamente largos y que bien podrían cansar al espectador, aun así se trata de un ir y venir de situaciones tan alarmantes e intrigantes que el tiempo real que transcurre la película 2 horas y media pareciera que sucede en mucho menos tiempo; es algo extraño, por lo general un film de más de dos horas daría la sensación de acentuar más su metraje en base a la construcción de planos y secuencias de larga duración.

Efectivamente Tarkovsky no solo esculpe el tiempo, sino que lo moldea, lo transforma según su conveniencia, lo traslada al sentir del espectador, evoca la complejidad de sus personajes en espacios reducidos y en un concepto tan simple, como es el miedo a la muerte por la amenaza de una guerra nuclear.

Creí que en Stalker había visto las imágenes más hermosas y más depuradas de todos los tiempos pero veo que aún existía una película que lograba plasmar una milimétrica y perfecta puesta en escena magistralmente fotografiada, que hasta parece algo nunca visto. Sacrificio es el éxtasis visual por excelencia y por lo tanto el concepto de imagen artística no podría tener un mayor ejemplo que esos planos donde el horizonte del mar y la desierta tundra de la isla se funden como en forma de acuarela, o los planos descoloridos en referencia a los cambios de luz que enfatizan aún más el estado emocional del entorno que se vive en algún momento de la película. La imagen como arte puro y cristalino no puede tener mejor ejemplo alguno. Junto con Stalker y The Tree of life, los tres trabajos más supremos del arte de capturar bellezas visuales. Poesía absoluta.

Narrativamente hablando Sacrificio se basa en la historia de una familia en un tiempo determinado en un día en particular, sobre la acción de enfrentar una catástrofe mundial, donde Alexander, nuestro personaje protagonista intenta todo lo necesario para que las cosas vuelvan a la normalidad, para salvar el mundo. El final resulta ambiguo e inesperado, que el espectador mismo saque sus conclusiones, pero bajo este oleaje de múltiples lecturas, referencias a Friederich Nietzsche, los paradigmas metafísicos, filosóficos, religiosos, se retrata el crudo relato de una familia cualquiera.

Yo estoy en éxtasis absoluto, en shock literal, por la crudeza del relato, la profundidad del argumento y la exquisita proeza visual que tiene.

Que puede resultar aburrida?.. si, pero a mí no me ha aburrido en ningún momento, creo que la clave para ver esta película es lograr conectar con sus personajes desde el inicio, y lograr vencer los primeros cuarenta y cinco minutos de aparente frivolidad y cotidianidad, para entrar de lleno en el Shock emocional posterior que sufre la familia. Aunque sus relatos iniciales, como por ejemplo, las conversaciones de Alexander con el niño, o los relatos del cartero, son esenciales para el posterior desarrollo de la trama. Las interpretaciones son acertadas, destacando a su protagonista.

Una obra artística sin precedentes, una proeza visual inigualable, poesía absoluta, “obra maestra” no está ni cerca de describir la grandeza de esta estilizada y pura expresión de arte cinematográfico.
Tarkovsky, es sin dudas uno de los genios y poetas más grandes de la historia de la humanidad.

Cuando un film lo tiene todo,no hay otra cosa que hacer que una reverencia ante ella, una reverencia ante la grandeza, la pureza, el arte y la belleza.
Película que suma una historia de gánsters con el cine negro tan característico de Hollywood que tantos nos gusta, además cuenta con momentos llenos de intriga y alucinantes escenas de acción, un manejo de la fotografía exquisito y una capacidad emotiva abrumadora.

La película es una oda a la redención, muestra el lado humano y bondadoso de los criminales, Roy Early es un tipo duro y frío, cuya esperanza de libertad y vida lo lleva hasta el extremo de la maldad y bondad al mismo tiempo. Roy es un tipo atormentado, en busca de redención, en busca de paz, pero con cada acción se aleja más de su objetivo. La película desmenuza una cantidad impresionante de sentimientos enlazados entre sus fotogramas, mientras va argumentando la historia de un atraco a un hotel, van sucediendo pensamientos y personajes que harán cambiar su perspectiva de vida. Las Escenas con Velma y su familia desprenden una dulzura y un encanto abrumador, y una capacidad inspiradora sublime. En el camino nos cruzamos con varios personajes como Marie, su compañera, un monumento a la lealtad y al amor.

El Último refugio es una de las mejores películas que se han realizado, por su poderosa narrativa, su delirante manejo del suspenso, su inteligente guion, su capacidad emocional y su mensaje de vida.
Grande, maravillosa, poderosa, intrigante, sublime, romántica, triste y trágica odisea de un matón con el cual nos sentimos identificados y formamos parte de su sufrimiento, de su expiación, de su generosidad, de su temor, Roy Early es un personaje para los anales del cine.

En su historia vemos dos grandes mujeres (Marie y Velma) cada una amando de diferente forma, viviendo la vida en sus propios términos e ideales, un hermoso y complejo triángulo amoroso en donde cada decepción que sufren los personajes nos duele como espinas ardientes.

No solamente es perfecta en su argumento, sus fotogramas contienen un aroma poético embriagador, con cada toma de la naturaleza, del cielo, de las altas montañas de la sierra, también posee un manejo contundente del montaje, con todas esas escenas de persecución, su ritmo vertiginoso no decae en ningún momento.

Su reparto es magnífico, Humphrey Bogart realiza un recital potente de su “Roy Early”, el tipo duro y criminal buscando la redención, con cada fotografía acumula una gamma emocional muy contenida; Mención especial para Ida Lupino, una maravillosa actriz que te rompe el alma con su “Marie”, una mujer fuerte, decidida y frágil a la vez; impresionante, sorprendente; también he de mencionar un pequeño pero conmovedor papel de Joan Leslie; en cuanto al reparto masculino destaco un gran papel de Henry Travers, el resto del elenco cumple cada uno con sus roles muy bien.

Y para terminar lo que hace “Zero” (nombre real del perrito), es gracia pura con su “Pard”.

Obra Maestra le queda corto, colosal maravilla del séptimo arte.

Jackson se encarga de adaptar esta obra de Alice Sebold que fue un Best-Seller. La película es una combinación de muchos géneros lo que la hace accesible a muchos tipos de gustos pero al parecer a muy pocos ha convencido de verdad. ¿Y por qué razón? Uno de los motivos es que el desarrollo de la historia no encaja con lo que uno lee en la obra, (que por cierto adoro el libro), entonces el primer error que comete el film es “la adaptación”, pero, ¡Es imposible adaptar algo 100% fiel al original!, si leemos un libro al progresar con la lectura, nuestra imaginación es la que nos muestra los planos que más nos agrade y como queremos que las cosas sucedan, pero una película hay que aceptar lo que se nos presenta en pantalla. Por lo tanto: en lo que a esto se refiere, es un buen trabajo pero deja muchas cosas importantes de la obra y cambia algunos momentos, no logra imprimir todo ese cúmulo de emociones y sentimientos que ofrecía la obra, de momentos la película es muy fría y distante; casi como Susy al ver a su familia y no poder hacer nada, así también sentí en algunas escenas muy livianos y lejanos al espectador, pero no toda la película es así.
Las primeras escenas auguraban que se trataba de una excelentísima obra (con el prólogo y todo lo demás), los minutos siguientes mejoran aun más, la poesía que emana es impresionante, a esto se le suma la hermosísima banda sonora de Brian Eno que acompaña perfectamente la progresión de las escenas, todo va bien hasta aquí; la forma de plasmar la historia de amor y la ilusión de Susy, los momentos algo cómicos, la insinuaciones a la instalación del thriller, el encuentro entre Susy y el asesino y por último, el verdadero primer clímax del film (porque existe otro): los minutos y segundos antes del crimen, desde aquí la película se mantiene.
A partir de aquí la película sufre un ligero bajón, ya que las excesivas escenas fantásticas del supuesto cielo y todo eso, terminan siendo algo cansinas y pesadas, (más interesante era lo que sucede abajo que arriba), pero eso sí; una fotografía exquisita y unos efectos visuales correctos, más Brian Eno, le dan un toque poético, pero a veces hasta exagera con esto (demasiada poesía). Interminables escenas que pierden sensibilidad y se alejan del espectador. No es hasta que el Thriller cobra protagonismo que la película se realza y genera tensión de verdad y al máximo, excelentemente realizado.