Gibson nos ofrece tras "La Pasión de Cristo" otra nueva película controvertida. Como siempre hay gente que se siente insultada y aludida (¿?), pero... ¡vamos a ver! se trata de una PELÍCULA no de un documento histórico. Quien quiera lecciones de historia que no las busque en esta cinta.

Porque como película es bastante buena, Gibson (que nunca ha sido para nada un tipo que despierte mis simpatías) consigue hacer una película entretenidísima y que logra transportar como pocas a la acción (NO A LA REALIDAD HISTÓRICA) en la que se sitúa.

Para empezar se nos dibuja perfectamente a unos personajes con muy pocas pero impactantes y cómplices escenas, y gracias también a unas interpretaciones dignas de mención (en especial la del protagonista que está formidable, a pesar de ser un actor novel). La ambientación es magnífica (excelente de nuevo que se rodara en maya y no fuera doblada), envuelve y de que manera, y el despliege de medios es envidiable. La trama nos envuelve también desde el principio con escenas realmente buenas que captan la atención en todo momento, es entretenida y nos reserva muchos momentos de intriga e incluso algún que otro sobresalto.

Es cierto que la historia de la que parte parece casi calcada de "La Pasión", solo que está vez es un cazador indígena el que pasará un calvario a expensas de los mayas. Pero la verdad es que este tipo de historia le vienen a Gibson como anillo al dedo. Y aunque quizás el director se zafa demasiado en los momentos violentos (ya sabemos que le encantan las carnicerías), consigue crear una epopeya espectacular muy bien ambientada, y con una historia vibrante y entretenida que engancha de principio a fin.

Pero hay algo que no me gusta. Y es que Gibson da a entender que la civilización Maya estaba tan perdida, que justifica indirectamente y de manera gratuíta la invasión española, o conquista o como quieran llamarlo. Niño malo Gibson, eso no se hace.

Lo mejor: Que la historia que nos relata engancha y cautiva de principio a fin.
Lo peor: Un exceso de violencia como suele ser tradición en el cine de Gibson. Y...

Una verdadera lástima de película. Yo me esperaba la típica comedia con alguna que otra gracia, pero ni alguna ni otra, ¡NINGUNA!.

El argumento es el siguiente: El cura que va a dar las clases prematrimoniales a una pareja acabará por hacerles la vida imposible.

Pues la verdad es que la idea prometía para poder dar pie a infinidad de gags graciosos, y hacer una comedia mínimamente entretenida y algo divertida. Pero el planchazo que me llevé cuando no descubrí ni una sola gracia fue bastante molesto. Y es que este es uno de esos claros ejemplos de comedia sin un ápice de gracia, el guión es nefasto con escenas forzadísimas y con un humor inexistente. Y además es muy lenta llegandose a hacer aburridísima.

Y toda esta pérdida de tiempo y dinero de la película es aun más imperdonable si se tiene en cuenta que la protagoniza Robin Williams que, sin ser un Jim Carrey o un Eddie Murphy, suele ser un cómico bastante solvente y ya lo ha demostrado en muchas películas. Pero en "Hasta que el cura nos separe" no hace gracia alguna. A no ser que ande necesitadísimo de dinero, me cuensta entender como este señor fue capaz de aceptar un guión así.

En fin, un horror. Aburrida, sin gracia y, lo que es peor, con un potencial desaprovechado para haber podido hacer una buena comedia.

Lo peor: Todo. La rabia que da ver lo desaprovechada que está.
Lo mejor: Nada.

"Mentes peligrosas", "Diarios de la calle", "Sister act 2"... han sido muchas las películas que se han hecho sobre profesores en que han tratado de "reformar" a sus alumnos adolescentes más conflictivos. La verdad es que la historia no es ninguna novedad y, a pesar de estar basada en hechos reales, la película no se priva de ofrecernos todos los tópicos imaginables (sobre todo en su primera mitad, con unos diálogos extramadamente simplones) y la cinta carece de un nivel de dramatismo que sin duda la hubiera hecho mucho más realista. Pero si se hizo así para no tratar de torturar al espectador y hacer una película más bien evasiva y agradable, entonces sí se ha conseguido.

Porque "Déjate llevar" es una película agradable y no aburre en absoluto por varias razones. Para empezar está el aliciente de que esta vez la manera de motivar a los chavales sean los bailes de salón. La cinta tiene una buena banda sonora llena de ritmos de todo tipo y una sucesión de números musicales muy bien ejecutados que son lo mejor de la cinta. No puede recibir el calificativo de película musical, pero algunas escenas hacen que casi esté en el límite de serlo. Por otro lado las pequeñas y múltiples historias de cada alumno hacen que la película tenga un ritmo adecuado que nunca es víctima de la lentitud (aunque la mayoría de las historias son tratadas se manera bastante superficial y quedan ganas de saber más). También tenemos ese mensaje de la esperanza que ayuda a la superación y al esfuerzo personal, y que siempre gusta y nunca falla en estas películas. Y otro punto fuerte de la película son unas actuaciones a la altura. Banderas parece comodísimo en su papel de profesor "chachi" (parece ser que el personaje de Pierre Ulaine en la vida real ha creado un programa de desarrollo bastante amplio), pero es que el resto secundarios están a su mismo nivel. La mayoría de actores adolescentes en los que se centran las historias están bastante convincentes, y Alfre Woodard (que muchos recordarán por ser la nueva vecina de "Mujeres Desesperadas" en la segunda temporada) está también excelente.

En definitiva, "Déjate llevar" es una película sobre clases de bailes ligerita y que no se caracteriza precisamente por su profundidad o su realismo, pero que se hace agradable y entretenida con algún momento divertido, algún otro romanticón, y algún otro musical. Tiene un comienzo que deja bastante que desar pero mejora por momentos.

Lo mejor: Las escenas de baile, todas las actuaciones en general.
Lo peor: La previsibilidad de la historia...

Horrorosa, malísima. ¿Es que Charlize Theron no se acordó a la hora de aceptar el proyecto de lo que le pasó a Halle Berry con Catwoman? Pues parece ser que no.

Solo con decir que la película la produce la MTV, está casi todo dicho; porque solo es eso, un videoclip... ¡pero un videoclip bastante malo de más de una hora!

Charlize Theron trata de emular a Halle Berry ganando un Oscar para luego enfundarse un traje de superhéroína y protagonizar un truño. Y es que Aeon Flux es tan mala como Catwoman. Basada en una serie de animación que en nuestro país no conoce ni el tato, en su adaptación cinematográfica se pueden observar "guiños", "homenajes" o ¡plagios! a películas como "Matrix", "La celda", "Misión imposible", "La isla", "Minority report", "la guerra de las galaxias" y no sé cuantas películas más. La mezcla podría haber resultado buena, pero el guión es nefasto, jamás despierta el interés y no es para nada entretenido, ni siquiera las escenas de acción entretienen y eso ya es el acabose para este tipo de películas. Lo peor de toda la cinta probablemente sean los diálogos que pretenden pasar por ser algo inteligente y complejo, sin embargo son una soberana tontería y aburren cantidad. Hay personajes, sí (pero si no tienen desarrollo es como quien tiene un tío en Alcalá, que ni tiene tío ni tiene ná) y la Theron está muy mona vestida de dominatrix, pero está seca... parece un robot inexpresivo.

La verdad es que no nos cuenta nada nuevo y solo es una sucesión de escenas de acción y diálogos ridículos. Parece una broma de película que ni en el multicine de Antena 3 deberían permitir su visionado.

Hay películas malísimas de las que te puedes reir un rato como "Batman y Robin" o "Condemor", pero "Aeon Flux" ni siquiera me hizo reir a su costa (excepto cuando mencionan a los Monicacos esos).

Lo peor: Todo.
Lo mejor: Es otra de esas películas que puede inducir al sueño cuando se necesita.

Es la película más floja de los X-Men. Está bien para devorar palomitas y pasar un rato entretenido, pero no da para nada más y es bastante olvidable.

Es la película menos grandilocuente de la saga, que no es un defecto, y solo se centra en el personaje de Lobezno para pasar de puntillas por el resto de personajes, y esto SÍ ES gran defecto. Nadie dijo que iba a funcionar el olvidarse del resto de personajes para centrarse en uno solo... y no funciona. Aquí tenemos a un Lobezno sin nada que perder y mucho de lo que vengarse en plan Jason Bourne, pero sin la misma chispa que el personaje de Matt Damon. Las apariciones del resto de mutantes son escasísimas y su tiempo en pantalla como por ejemplo el de Gambito, uno de los X-Men más esperados y recordados, es ridículo (¿cuántos tiempo sale en total? ¿tres minutos?). Estaba claro que el centrarse en el personaje de Lobezno iba a suponer el sacrificio del resto de los personajes, pero eso tampoco creo que supusiera ningunearlos de esta manera con pequeños cameos como si solo fuera "invitados especiales". El resto de mutantes son siempre presentados como unos inútiles o unos panolis (el empeño en las versiones cinematográficas en retratar a Cíclope, EL LIDER DE LOS X-MEN, como un panoli me está empezando a asquear demasiado. Es que se zafan de una manera... en fin), todos están desaprovachadísimos. Quizá Dientes de Sable sea el único que se salve un poquito. El único que no parece un panoli es, como no, Lobezno... pero este Lobezno parece más bien el Hombre de Hielo, aparte de esa ira extraña (que más bien parece extreñimiento) es muy difícil verle ningún tipo de emoción, no se percibe el romance entre él y su novia, y sus ansias de venganza parecen demasiado poco emotivas y muy contenidas. Creo que se ha sobreexplotado la personalidad de este personaje de sobremanera para llegar a la exageración un tanto ridícula, quedándose en el estereotipo de "tipo duro" (Vin Diesel podría haberlo interpretado y hubiera sido lo mismo).

En cuanto al desarrollo de la historia: "X-Men Orígenes: Lobezno" es fiel al estilo de las películas anteriores, es correcta en ese sentido y tiene buenos efectos especiales y escenas de lucha. Pero la película está desalmada, falta más emotividad en la historia, falta un desarrollo más apasionado de la trama, faltan unos diálogos más elaborados e interesantes... en definitiva, falta todo lo que tuvieron las anteriores películas de los X-Men: esa pizquita de profundidad.

Está película sobre Lobezno tan descafeinada queda en la anécdota y, visto como nos han explicado de mal y superficialmente sus orígines, se los podían haber ahorrado. No pasará a la historia. Me esperaba más.

Lo mejor: Dientes de Sable.
Lo peor: Muy poco de Gambito, diálogos que tienen un nulo interés.