Aunque entiendo que el hecho de que el videojuego (ambas entregas) sea uno de mis favoritos y lo haya disfrutado en varias ocasiones me hace no ser totalmente objetivo, la verdad es que The Last Of Us ha resultado ser la mejor adaptación de la consola a la pantalla que recuerdo. Y aunque se crearon ciertas controversias o dudas respecto a la idoneidad del dúo protagonista (esto sucede cuando te has acostumbrado a otros físicos en la historia del juego), la verdad es que tanto Pedro Pascal como Bella Ramsey se hacen con los papeles desde el comienzo, disipando cualquier atisbo de duda. Cargada de guiños al juego, desde lo más troncal de la trama hasta simplemente una cortina o una máscara, pasando por el maquillaje y la caracterización de los infectados, algunas de las canciones que suenan durante la trama o la excelente banda sonora de Gustavo Santaolalla, la serie es una experiencia inmersiva que hace que quieras volver a jugar una vez más y volver a revivir sensaciones. Si la segunda entrega la siguen con la fidelidad con la que han hecho la primera y después no estiran el chicle, estaremos ante una serie que hará historia.

Revisión descarada del argumento de Superman pero dándole un cariz terrorífico, esta "Brightburn" tiene mucha tensión, es gamberra y no escatima en escenas explícitas (dentro de un cine más o menos comercial), y aunque los efectos especiales no son de primera línea (es más bien serie B), dentro de todo mantiene la tensión y se hace bastante entretenida.

No tiene el matiz más irónico de la primera, ni las situaciones son tan surrealistas, sino más bien lo contrario, demasiado convencional y tópica, por momentos puedes soltar alguna risotada pero en general el planteamiento es de "españolada" y, a pesar de los intentos de crítica social, resulta tan mascados que no generan lo que se pretende

Una animación nada fluida, acompañada de una historia que no consigue enganchar ni a mayores ni a pequeños, unida a personajes poco carismáticos, hace que todo el producto sea convencional y pobre, muy lejos de los estupendos productos animados que nos suelen llegar desde Japón

Desde el principio de la película, "Cuñados" da una sensación de amateur exageradamente remarcada. Si a eso añades que alguna actuación es totalmente de aficionado, el resultado es una comedia que parece por momentos rodada por unos colegas para echarse unas risas al estilo de lo que hacíamos de críos en casa. Me fue imposible conectar con ella en ningún momento.