Hay varias ideas impactantes sobre los castigos que se les impondrán a los personajes si no se comportan conforme al grupo social en el que han decidido vivir, estas ideas logran crear en el espectador un sentimiento poderoso, logran impresionar y repugnar. Esto es excelente porque lo único malo de la película es que puede llegar a ser cansada; las emociones fuertes la hacen más dinámica. Fotografía y música excelentes. Más que una historia, es un punto de vista explicado a fondo.

En resumen, una poderosa crítica a las relaciones de pareja que puede ser cansada, pero sigue siendo brillante.

7 de 10

La historia en esta película es la última preocupación. Hay mucho cabos sueltos, muchas eventos suceden sin explicación. En un punto el Joker es derrotado y deja de ser el villano principal de la película, lo que es inesperado y plausible… pero después llega de la nada y vuelve a ser la mayor preocupación de Batman, sólo para ser vencido nuevamente cinco minutos después. Es una falta de respeto enorme para un personaje icónico y enigmático. Lo tratan como vaso desechable en una historia desechable.

Por cierto, millones (literalmente en la película se menciona que son millones) de simios que nunca habían sido mencionados en la historia y mucho menos salido a escena son decisivos en la batalla final. Absurdo.

Las batallas son espectaculares y el diseño de personajes es colorido, lleno de detalles. Las figuras de acción de la película serán dignas de coleccionarse. Aun así, una película necesita una historia que la sustente.

3 de 10.

Al final de Bandersnatch, califican al videojuego del personaje principal con 2.5 estrellas de 5 posibles, curiosamente pasa lo mismo con la película y por las mismas razones: se quiere lograr un propósito enorme, pero simplemente no es posible; no hoy. En la película (según el crítico) el morbo que hay detrás del videojuego se gana el 50% de la mejor calificación posible; en la vida real, es la innovación de la película lo que gana los puntos. En ambos casos la historia del título en cuestión, ya sea videojuego o película, pasa a segundo plano.

Se mantiene el sabor inquietante de los capítulos de la serie "Black Mirror", pero nunca llega a ser tan chocante como algunos de ellos, mucho tiene que ver con que la experiencia se siente como un juego. Quizá esta narrativa funcione más con películas de aventuras que no pretendan impactar, sino divertir.

Vale la pena verla, seguramente hay quien pueda explotar este formato. Ahí están las bases.