Las malas influencias son las que vertebran este film, de la mujer al marido, y de éste al hermano, ahí empiezan los problemas para la pareja de hermanos, que van en aumento a medida que avanza la trama, y por tanto, a cada problema mas gordo que surge, la solución también es más gorda.

El personaje del padre es el que más chirría de la historia, poniéndose en plan detective y descubriendo la trama de una forma un tanto infantil, en el spoiler lo dejo más claro.

Destacan la actuación de la pareja de hermanos, Hoffman haciendo un papel que va cambiando a medida que avanza, mientras Hawke sorprende por la expresividad del personaje tan nervioso que representa, muy distinto a lo que he visto de él hasta ahora.

Veo por tercera vez esta película (buen síntoma en mi caso), me transmite las mismas sensaciones que Fargo a pesar de ser muy diferentes, quizás sea por William, éste junto con Bello y Baldwin me hacen dudar quién de los 3 está mejor, pero si tengo que elegir, William hace un papel sobresaliente, como le ayuda esa cara de "pardillo", no lo insulto que conste, que así lo llaman en The cooler.

Un guión bien llevado, quizás demasiado repetitivo con la suerte y mala suerte del protagonista, pero necesario al ser 3 los protagonistas casi en exclusiva de la trama y para observar los cambios en los protagonistas. Buen cine para disfrutar.

Parece que estemos en la Edad Media en lugar de la mitad del siglo XX, la trama es tan dolorosa e intensa que dudas que eso pudiera pasar hace tan poco tiempo, es difícil de creer que unas personas de ciudad puedan dominar a la gente del campo de esa forma tan abominable, estamos ante una película que proviende de una novela, pero seguramente la realidad de esas personas de campo sería mas cruel aún, ya que la realidad supera la ficción, y con el ser humano de por medio no hay dudas.

En cuanto a los actores un 10 a todos, incluso a los secundarios, extras, todos se lo merecen por participar en una obra maestra, especialmente para Landa y Rabal, que bordan enormemente sus papeles, sin desmerecer al déspota de Juan Diego, el cual muestra una doble personalidad, buena y malvada, ganando ésta última por goleada.

Y una ambientación excelente, sublime.

Se nos presenta una semi-biografía de un personaje un tanto extraño, durante el metraje no se puede distinguir si es una buena o mala persona, al final esta duda se resuelve, aunque durante la vida del protagonista no se sabe cual ha sido el punto y el transcurso de ese cambio en su personalidad, puede que tenga que ver los saltos temporales tan grandes.

En sí no hay una historia de fondo, lo que importa es la interpretación, en este caso Daniel Day se lleva la palma, con un personaje repulsivo y atrayente a medias. No se queda atrás Paul Dano con su papel de predicador, con escenas para el recuerdo entre éstos dos grandes actores.

El mensaje general que me ha hecho llegar esta película, son los obstáculos que se puede encontrar una persona en su vida, que no le permiten conseguir lo que quiere, básicamente de eso trata la historia. Un chico normal, buena persona, que intenta salir adelante pero tanto su padre como su hermano no le permiten tener libertad, esas obligaciones están presentes durante toda su vida, el final así lo presagia.

Los diálogos y el ritmo de la película son lentos, pero con un gran fondo en lo que dicen cada uno de los personajes, desde sus diferentes perspectivas. Un intento de cambiar una vida que no hace feliz al protagonista.