He terminado con sentimientos contradicctorios. Por un lado es una película de aventuras. Por otro lado el personaje ha perdido identidad. Luego están los desvaríos del guion y la sensación de que la trama, además de larga, plantea demasiadas cosas con demasiados personajes. Es como que han querido hacer un compendio de todas con un guiño aquí y allí. No se puede presentar a un Indiana senior actuando como siempre; es un engaño muy burdo comparándolo con Sean Connery en La Última Cruzada. La parte humanística de final no está lo suficientemente desarrollada; queda como un añadido brusco a todos los minutos anteriores; algo que se podría haber compensafo recortando el inicio tan largo y tedioso. En resumen, la película mezcla demasiado y ofrece una visión transformada del personaje. Creo que defraudará a sus seguidores más aférreos por lo tramposa que es. Coincido con la muchos en que la magia acabó en 1989.

Extraña y lentamente esta película puede resultar tediosa e incluso aburrida. Tanto el comienzo como el final son muy rápidos comparados con el desarrollo central. Hay que estar dispuesto a empaparse de narración para llegar al fondo de la historia y del sentimiento que pretende contagiar al espectador. Dos amantes luchan desesperadamente por sobrevivir a sus propias circunstancias y a su propio destino. Un diario de lujo de cómo las intenciones y las acciones no siempre van juntas. La cinta es un drama en toda regla y un triángulo sentimental donde los detalles psicológicos de cada uno quedan expresados hasta un punto narrativo envidiable y una técnica de avance y retroceso que queda grabada en la memoria. Creo que la película trae un realismo bellamente adornado consiguiendo dentro de lo posible, relajar el sentimiento de angustia y la crudeza de la guerra para ensalzar aquellos donde la esperanza es sustento vital para la supervivencia.

Travesía emocional de la mano de Julia Roberts que una vez más demuestra ser buena actriz pese al acoso y derribo de la envidia de tantos cinéfilos. La película muestra cómo la indecisión y la desgana en las relaciones se debe normalmente a la falta de una experiencia más amplia en la vida y el desconocimiento de uno mismo en cuestiones sentimentales. Quedé cautivado por los altibajos del personaje, es un reflejo de una actitud indecisa y una personalidad aún sin pulir. Los momentos de retroceso dentro de la misma historia en vivencias parecidas cuando algo o alguien nos recuerda lo que ella vio y no contó me pareció sublime, no por la técnica en sí, sino por la habilidad y la precisión con la que se introducen narrativamente. Otra de las cosas que me llamaron la atención de la fotografía en el filme son las tomas a contra luz, me producen una sensación de deslumbramiento que el director hace coincidir hábilmente con momentos emocionales intensos. La película es un tributo a la cultura popular y su primordialidad sobre la cultura intelectual en la vida de la protagonista. Los diálogos son muy interesantes, diría que entrañables y sinceros, rezuman ilusión, decepción, generosidad, miedo y reflexión, el vaivén de alguien que debe conocerse en su viaje. Para creer en esta historia hay que ser soñador, inquieto y espiritual. Esta búsqueda de la espiritualidad para desvelarnos nuestro propio camino es el motivo principal del argumento, lo que ocurre es que va ligado a la quiromancia en esta historia y eso muchos no lo aceptan. Quien crea en ello y en el más allá quedará encantado por la profundidad humana de sus personajes. Para mí, esta película es una oda al positivismo más popular donde comer, rezar y amar son las claves de la felicidad.

A veces la obsesión se disfraza de amor, convirtiéndose en una trampa personal de la que es difícil salir; creo que este sería el tema principal de la película. Lo verdaderamente intrigante en la historia es cómo Tess, psicóloga, se ve involucrada involuntariamente en una serie de descubrimientos personales que le llevarán al mismo dilema que a su paciente más neurótica, Carla .En apariencia, esto es cine B pero en el fondo no lo es; hay un gran trabajo de guion que explica con creces el peligro de enamorarse. La música puede ser repetitiva y abusiva por momentos pero anhela aquellos años 80 y adorna las escenas de suspense erótico que tanto proliferaron en los 90. Fotográficamente puede parecer oscura, quiero creer que no había suficiente presupuesto. En definitiva, la historia es absorbente desde el inicio porque todo rueda en torno a los tres protagonistas y a sus actitudes ante el amor como consecuencia de sus respectivas personalidades.

Está llena de contenido, pero tiene un ritmo demasiado lento. He de reconocer que me aburrió verla. Sin embargo, hay puntos muy interesantes en la historia, a destacar: la doble cara del romance con sus vivencias inesperadas y su angustioso final, la verdadera esencia de la felicidad en nosotros mismos, o cómo la amabilidad de los extraños puede abrirte una puerta que ni conocías. No es que sea una mala película ni mucho menos, pero uno debe estar predispuesto al análisis continuo de cada escena y conformarse con muy pocas palabras, porque esta película es bastante simbólica y muy poco explicativa. Dos mundos opuestos caracterizados por Murray y Johansson, unidos por la misma situación, el desencanto, muestran claramente que los romances vienen marcados por las circunstancias y la necesidad pero nunca es suficiente para cambiar una vida porque primero debemos cambiar nosotros mismos. Buen clima, buena iluminación pero hacía falta más diálogo, la película sólo se centra mayoritariamente en lo visual y trascendental. Es buena película como tesis.