Haz click aquí para copiar la URL
Críticas de Daverunner
<< 1 10 19 20 21 36 >>
Críticas 176
Críticas ordenadas por utilidad
8
11 de agosto de 2020
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hervidero -título en español- fue la última película que John Woo rodó en su país antes de probar fortuna en EEUU. El filme combina los ingredientes habituales del cine de Woo, añadiéndoles un toque algo más comercial que sus anteriores trabajos. Y el resultado es un espectáculo. Disparos, cámara lenta al estilo Peckinpah en las escenas más duras, sangre y miembros saltando por los aires y piruetas casi imposibles de los personajes al recibir un balazo.

Nos encontramos ante el filme que supuso la confirmación de Woo como experto en el cine de acción. Quizá estemos, junto a The Killer, frente a su película más redonda. Mientras que aquella era más intimista y reflexiva, Hard Boiled apuesta en mayor medida por el espectáculo y el entretenimiento, sin que esto suponga una ruptura total con el tono general de sus anteriores trabajos.

Una estética marca de la casa, del cine hongkonés de la década de los ochenta, que se erige como revestimiento de un thriller bastante notable. Pequeños y agudos elementos que giran en torno a la investigación policial -genial el detalle de los mensajes encriptados en los ramos de flores-; la relación entre los personajes de Chow Yun Fat y Tony Leung, un guiño al compañerismo y la amistad...Todo ello acompañado de mucho ruido y furia, las que provocan las balas y las explosiones durante gran parte del metraje.

Chow Yun Fat y Tony Leung aportan carisma y buen hacer en sus papeles, si bien el primero -con un apodo tan cojonudo como Tequila- consigue, gracias a su personaje, lucir más en el filme. Con una parte final arrolladora, con desenlace en un hospital emulando a Jungla de Cristal, Hervidero es una apuesta segura para aquellos cinéfilos que disfruten del cine de acción de la década de los ochenta y noventa, mucho más artesanal y alejado de los efectos especiales creados por ordenador, que caracterizan a las películas de este género en la actualidad.

El resultado final, muy satisfactorio, combina entretenimiento, espectáculo y violencia; dos horas de cine de evasión en el que el ritmo no decae en ningún momento y cuyos defectos no eclipsan todas las virtudes que tiene esta película, que con el paso del tiempo, se ha convertido en un filme de culto.

Más datos sobre esta y otras películas en argoderse.com
Y en Facebook en la página argodersecine
Daverunner
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
7
8 de julio de 2019
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Con un inicio tremendamente divertido y original, Yesterday consigue meterse enseguida al espectador en el bolsillo. La historia del cantante callejero con poco éxito que sorprende al público con títulos como Let It Be, Yesterday o Back in the U.S.S.R. en pleno siglo XXI tiene todos los ingredientes para gustar al público en general.

La película es un homenaje y una carta de amor a los Beatles y a sus canciones, que por suerte pasan de generación en generación. En plena era de las redes sociales, de los fenómenos de masas cuyas vidas son seguidas por sus fans las 24 horas del día, uno puede imaginarse qué pasaría si un grupo tan importante como el que encabezaban John y Paul apareciesen en la escena musical y social actual.

Himesh Patel, siendo prácticamente un debutante en esto del cine está bastante creíble en su papel. Genera simpatía y es fácil cogerle cariño a su personaje. Al igual que el interpretado por Joel Fry como caótico y desastroso amigo del protagonista, que también protagoniza gran parte de las situaciones humorísticas en la trama.

Peor parte se llevan los personajes femeninos, no por el mal hacer de las actrices, sino porque creo que están demasiado estereotipados. Por un lado, Lily James dando vida a la amiga que bebe los vientos por el cantante y cuyos gestos ñoños pueden cansar al espectador. Por otro lado, Kate McKinnon excesivamente agresiva y codiciosa como mánager del cantante cuando esté empieza a ser famoso. Ambos personajes son presentados de manera antagónica, pero torpemente, aportando más bien poco a la trama.

Porque aunque el personaje de Lily James sea uno de los principales, lo que falla en la película es la historia de amor que se desarrolla en la misma. Empalagosa, dulzona y cargante, consigue ralentizar en cierta medida el desarrollo de la trama lastrando un inicio tan prometedor y atractivo. He ahí la mano de Richard Curtis, autor de en mi opinión la más insufrible película romántica que uno puede echarse a la cara: Love Actually.

A pesar de ello, Yesterday funciona. Es un filme muy agradable y con mucho encanto que a su vez encierra una crítica a parte de la sociedad actual. La escena en la que se reprueban los títulos que Paul, John, George y Ringo eligieron en su momento deja bien claro que la publicidad no va ligada a la calidad.

Más datos sobre esta y otras películas en argoderse.com
Y en Facebook en la página argodersecine
Daverunner
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
9
19 de febrero de 2019
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Las normas de la casa de la sidra es un filme que tiene en la emotividad uno de sus grandes valores. Desde el inicio, el espectador conecta con esos críos que esperan a ser adoptados y siente como propias las decepciones que sufren cuando no les eligen. Asimismo, la vida dentro del orfanato se plantea, a pesar de la tristeza por ser huérfanos, divertida y entretenida, pues los menores no paran de jugar e ir descubriendo cosas nuevas cada día.

La sencillez es otro de sus puntos fuertes. Sin necesidad de giros bruscos en la trama, sin grandes aspavientos, la historia avanza con paso seguro. De esta forma y con una agilidad pasmosa, a través de la decisión de Homer de abandonar el centro se compara la vida dentro y fuera de St Cloud. Por un lado la rutina sencilla en el orfanato se contrapone con las posibilidades que aparecen en el exterior. Una apertura al mundo que le permite al protagonista conocer el amor, la diversión y sentirse útil lejos de la tutela del doctor intentado escapar a un destino que le ligase al orfanato de por vida.

Si la emotividad y la sencillez son dos pilares en los que se asienta la película son sus personajes y los actores y actrices que forman parte del casting. Todo el elenco está perfecto, desde los niños, entre los que destacan Kieran Culkin y Erik Per Sullivan -que aparecía en la infravalorada Malcolm in the Middle como hermano pequeño- que actúan con una naturalidad y una ausencia de complejos propia de la edad hasta los recolectores de manzanas encabezados por un sobrio Delroy Lindo.

Pero en ese plano interpretativo hay que destacar por encima de todos a un extraordinario Michael Caine que esta soberbio como doctor y director del centro. El inglés dota de un humanismo asombroso a un tipo que en numerosas ocasiones tiene que practicar abortos, una acción para muchos contraria a la esencia del ser humano. Esa sensibilidad y esa lucha que el personaje lleva consigo mismo están plasmadas de una forma tan veraz que le supuso con todo merecimiento a Caine el Oscar como mejor actor secundario.

Uno de los grandes aciertos tanto de la película como de la novela es tratar un tema tan espinoso como el aborto de la manera que lo hace, realista y sensata. Expone los peligros que tenían en aquella época las mujeres que no podían mantener a un nuevo hijo y de aquellas que querían abortar clandestinamente acudiendo a sujetos con métodos insalubres y peligrosos para la vida de esas mujeres.

Ese debate, tan actual y en muchos casos tan mal expuesto, se nos ofrece a través de los dos personajes principales: el doctor Larch y su pupilo Homer. El primero practica abortos, entendiendo a las mujeres que llegan a su centro y poniéndose a su disposición. Su postura queda mejor reflejada en la novela, donde el personaje en sus primeros años de profesión en Boston si no recuerdo mal vió como muchas mujeres perdían la vida por intentar abortar por su cuenta.

Su discípulo Homer Wells es contrario a esta práctica y no solo se niega a ponerla en práctica, sino que además no quiere aprender cómo llevarla a cabo. No entiende esa negación de la vida acusando a su mentor de jugar el papel de Dios, decidiendo que personas pueden nacer y cuales no verán la luz.

Ambas posturas están representadas de una forma tan humana, siendo la del doctor la más difícil de clasificar como tal, que el espectador, sea cual sea su pensamiento y sus ideas, puede entender ambas sin llegar a ningún tipo de confrontación ideológica.

Las normas de la casa de la sidra es un filme completísimo. Es una obra tremendamente bella, reflexiva, muy entretenida, con una historia romántica perfectamente incorporada a la trama que la hicieron merecedora de siete nominaciones a los Oscar de 1999. Un año en el que la cosecha cinematográfica -American Beauty, Matrix, La milla verde o El sexto sentido entre otras- al igual que el de las manzanas que se recolectan en Maine fue excelente.
Más datos sobre esta y otras películas en http://argoderse.com
Y en Facebook: https://www.facebook.com/argodersecine
Daverunner
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
6
20 de noviembre de 2017
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si uno busca la definición de maniqueísmo se encuentra con las siguientes: 1- Postura fundada por el filósofo persa Manes, que se basa en la existencia de dos principios absolutos, eternos y contrarios: el bien y el mal. 2- Cualquier actitud que mantiene posturas extremas sin puntos intermedios.
Bien, pues esto es lo que puede sentir el espectador al terminar de ver La librería, última película hasta la fecha de Isabel Coixet.

Dos bandos es lo que nos encontramos en La Librería. De un lado, el personaje interpretado por Mortimer Acompañada de Christine -Honor Kneafsey- una niña que le ayuda en la tienda, y del señor Brundish -Bill Nighy-, un ermitaño apasionado por la lectura, conforman la cara amable del filme. Patricia Clarkson y el resto del pueblo, cargados de envidias y chismorreos dañinos dan vida a los malos, por otro lado.

Y a pesar de un planteamiento tan maniqueo en cuanto a los personajes, el último trabajo de Coixet es muy serio y completo. Desde el primer momento el espectador acaba atrapado en esos bucólicos paisajes que adornan este homenaje a los libros y cuyo encanto conjunto hace olvidar los defectos del filme.

La actuación del siempre notable Bill Nighy y de la joven Honor Kneafsey también suman positivamente. No así Emily Mortimer. La británica, que da el pego como mujer frágil pero decidida y con carácter, gesticula en exceso haciendo poco creíble su papel.

Una película recomendable, que no siendo el mejor trabajo de Isabel Coixet, sí recupera sensaciones perdidas respecto a sus últimos trabajos. Asimismo, hay muchos que ven en el filme una metáfora de lo que ha vivido la directora recientemente. Nacida en Barcelona en 1960, la autora se ha mostrado fuertemente contraria a la independencia de Cataluña, siendo muy criticada por los separatistas catalanes. Sin embargo Coixet se ha mantenido firme, defendiendo su postura internacionalmente y siendo una de las abanderadas dentro del mundo de la cultura en este aspecto. Valiente, como la protagonista de su última obra.

Más sobre esta película en el blog: argoderse.blogspot.com y en la página de facebook: argoderse
Daverunner
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
8
16 de enero de 2016
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
La legión de fans con la que cuenta Tarantino no se verán defraudados con su última película, aunque hay que especificar que Los odiosos ocho está más cerca de Jackie Brown que de Django Desencadenado, es decir, tiene un ritmo más lento, con una hora y media inicial en la que apenas hay acción y los diálogos son la característica principal. Transcurrido este tiempo es cuando el filme se desboca y la sangre empieza a brotar de manera salvaje. Quizá en ninguna de sus anteriores películas haya habido una carnicería como la que acontece en la Mercería de Minnie, que se convierte en un escenario cuasiteatral donde la cámara de Quentin va viajando de una esquina a otra.

El desarrollo de casi toda la película en dicho local recuerda a su primer título, Reservoir Dogs, de ahí que se pueda entender este trabajo como un homenaje a su propia carrera. Y es que, Quentin Tarantino es la estrella del show, un director que es más importante que las figuras de Hollywood que puedan actuar para él, se llamen Brad Pitt, Leonardo Di Caprio o Bruce Willis por poner tres ejemplos. Algo que queda muy claro desde los títulos de crédito iniciales en los que se anuncia "la octava película de Quentin Tarantino".

Una de las cualidades de Tarantino es saber poner en primera fila a actores casi desahuciados para el cine actual. Ya lo hizo anteriormente con John Travolta -Pulp Fiction-, con Pam Grier y Robert Forster -Jackie Brown- o dándonos a conocer a Christoph Waltz -Malditos Bastardos-. El turno ahora le toca a Jennifer Jason Leigh, la cual hace un trabajo extraordinario y desagradable a partes iguales. Su personaje es machacado durante casi todo el filme y a pesar de ello, cae mal al espectador por su insolencia y su carácter. Una interpretación notable que le ha acarreado una nominación como mejor actriz secundaria en la próxima ceremonia de los Oscar.

Junto a ella destacan Kurt Russell, Walton Goggins y Samuel L. Jackson. Russell vuelve a demostrar que es un gran actor, que quizá ha vivido durante gran parte de su carrera a la sombra de otros compañeros coetáneos y al que nunca le ha llegado un gran papel para despegar del todo y convertirse en una estrella. Da igual, aquí lo borda, como ya hiciera a principios de los ochenta en La cosa o Rescate en Nueva York demostrando que es un valor seguro en cada reparto en los que interviene.

Por su parte, Walton Goggins va camino de convertirse en uno de los actores fetiches de Quentin, siendo éste su segundo trabajo en común en el cual el intérprete se erige como uno de los grandes protagonistas de la obra, protagonizando alguno de los momentos más cómicos de la misma.
Y Samuel L. Jackson, el verdadero tótem del filme, realizando la que quizá es la mejor interpretación de su carrera. El intérprete nacido en Washington en 1948 dota a su personaje de una energía especial, erigiéndose como la figura principal de Los odiosos ocho: juez, fiscal y verdugo del mismo. Su verborrea característica en sus anteriores trabajos con el director no resalta tanto aquí, pero no se echa en falta. Su complicidad con Goggins y Russell es fantástica, así como la escena que comparte con Bichir en la cuadra. Una pena que los académicos de Hollywood no hayan premiado este trabajo con, al menos, una nominación a los Oscar, porque sin duda lo merecía.

Más sobre esta y otras películas en el blog: argoderse.blogspot.com.es
Daverunner
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
<< 1 10 19 20 21 36 >>
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow