Cuando eres creadores de clásicos como "Toy Story" o "Monstruos S.A." el listón para la calidad de tus peículas es muy alto. Y sin embargo, Pixar siempre consigue encontrar una manera de sorprendernos con otra película. Si no es con "Up" es con "Coco" y "Del revés" es otra de esas películas que te deja con un buen sabor de boca.

Riley es una chica corriente que vive una mudanza desde la invernal Minnesota a la calurosa San Francisco. En su cabeza, Riley está controlada por varias emociones: Alegría, Ira, Miedo, Asco y Tristeza. Alegría es la dominante, ocupando la mayoría de recuerdos de la joven, pero un incidente provocará que las emociones de Riley se descontrolen completamente.

El guion de "Del Revés" es increíble. Es una de esas películas que se disfruta tanto siendo un niño como siendo un adulto, algo en lo que el estudio norteamericano es un profesional y que deja claro con esta nueva película. Es una cinta con la capacidad de mezclar la comedia con un tema tan profundo como son las emociones y hacerlo con una delicadeza y un cariño tremendos que acaba transpirando al resto de la película.

Así, con "Del Réves", tenemos otra prueba de que Pixar es hoy por hoy el mejor estudio de animación. Con una película que es disfrutable tanto para los más pequeños como para los más mayores y con una trama capaz de emocionar, la calidad de los creadores de "Toy Story" vuelve a quedar patente.

Tengo que decir que Denis Villeneuve es uno de los directores que más me gustan ver. Hay algo en su trabajo que simplemente me fascina. Tanto "Enemy" como "Prisoners" me parecen películas bastante interesantes, así como la secuela de Blade Runner. Así que era cuestión de tiempo que le diese una oportunidad a "Sicario". Así que a ello vamos.

Kate Macer (Emily Blunt) es una agente del FBI que es reclutada por un cuerpo de élite con el fin de atrapar a Manuel Díaz, miembro importante del cártel de Sonora. De esta unidad especial también forman parte Matt Graver (Josh Brolin), un agente de la CIA y Alejandro Gillick (Benicio del Toro). Ambos son todo lo contrario a Kate: mientras que ella es una idealista y cree en la justicia, tanto Graver como Gilick son hombres de acción que están dispuestos a romper las reglas para cumplir su objetivo.

Me parece que la película está muy bien dirigida tanto por Villeneuve como por su director de imagen, Roger Deakins. La dirección de imagen queda patente en muchas ocasiones de la película, por lo que mencionarlas todas sería una lata, pero deteniéndonos en la dirección de Villeneuve me quedo con dos momentos: por un lado, la escena en la autopista de la frontera, que me fascina, y también la secuencia que da comienzo a la película en la casa de Phoenix. Esos dos momentos dejan patente la calidad del director canadiense.

Por desgracia, me da la sensación de que el guion no es todo lo bueno que podría llegar a ser. Si, en general es bastante bueno, pero me da la sensación de que podría haber dado aún más de sí. El personaje de Emily Blunt (bien interpretado) está obviamente establecido como un personaje neutro, una balanza moral sobre la que juzgamos tanto a Josh Brolin como a Benicio del Toro (otras dos grandes interpretaciones) sobre lo políticamente correcto y lo que no. Pero, aun así, me parece que el personaje de Blunt como protagonista acaba siendo ligeramente desaprovechado.

"Sicario" tiene lo necesario para hacer una buena película: tenemos a tres protagonistas de gran nivel como son Emily Blunt, Benicio del Toro y Josh Brolin; la dirección de un director con gran talento como es el canadiense Denis Villeneuve sumado a una también gran dirección de arte. La única pega son algunos momentos donde el guion baja los brazos.

El arte de la ilusión. Al final, la magia y el cine no son tan diferentes. Son trucos para jugar con la mente del espectador, para hacerle mirar a un sitio cuando quieras, aunque no se lo señales, para engañarte con la trama y darte un giro inesperado y para sumergirte en un mundo claramente ficticio. "Ahora me ves", como un buen mago, te poner a jugar a lo que él quiere, pero no sin sus inconvenientes.

Cuatro magos callejeros, el ilusionista Danny Atlas (Jesse Eisenberg), el mentalista Merritt McKinney (Woody Harrelson), la escapista Henley Reeves (Isla Fisher) y el manipulador Jack Wilder (Dave Franco), son reclutados para llevar a cabo una serie de actuaciones en la que montones de dinero serán trasladados a otros sitios. Tras la pista de estos cuatro atracadores ilusionistas están el agente del FBI Dylan Rhodes (Mark Ruffalo) y la agente del Interpol Alma Dray (Mélanie Laurent). Estos dos agentes recibirán la ayuda del exmago y desenmascarador de trucos Thaddeus Bradley (Morgan Freeman).

Lo que funciona de "Ahora me ves" son los primeros momentos sobre todo. Un truco tan simple como es el de la carta que se le enseña al espectador de la película para luego aparecer consiguió captar mi atención al principio. Cada vez que los protagonistas aparecen haciendo trucos de magia en general es cuando mejor funciona, para ver cómo consigue tomarle el pelo a la gente (la segunda actuación y la manera en que engañan al personaje de Michael Caine es sublime).

Por desgracia tiene muchos fallos. Por comentar los dos más graves y empezando por el que menos daño hace en general a la película: no hay ningún personaje femenino bien escrito. Los dos principales son personajes usados para interés romántico que en el momento de la verdad se suelen quedar al margen a favor de acción por parte de Mark Ruffalo o Dave Franco la mayoría de ocasiones. Lo que sí que es imperdonable es un giro final que comentaré en el spoiler.

"Ahora me ves" es un buen truco de magia: mantiene tu atención sobre sus trucos de magia y te engaña para pensar que no está tan mal, pero en el momento en que se deja de prestidigitación y se deja ver como realmente es te das cuenta que todo era una fachada y que tiene unos cuantos problemas muy graves con los que lidiar.

Con "El Protegido", Shyamalan nos creaba a un héroe salido de la nada para luchar contra el mal. Sin embargo, u héroe no puede existir sin su villano, y es aquí cuando entra "Múltiple", la génesis del supervillano. Esta cinta llega años después de que el Joker de Heath Ledger revolucionase a los villanos cinematográficos y con la premisa de ser una de las pocas películas de origen de villanos (llegado el mismo año que otra película de villanos, Escuadrón Suicida).

Casey (Anya Taylor-Joy) es secuestrada junto a otras tres chicas por Kevin (James McAvoy). Bueno, no realmente por Kevin, ya que este tiene 23 personalidades distintas y una vigesimo cuarta oculta. A pesar de que su psicóloga Karen Fletcher (Betty Buckley) ha intentado convencerle de que esta última personalidad conocida como "La Bestia" es falsa, hay una serie de personalidades que creen en ella y la veneran. Esta personalidad se alimenta de aquellos que no han sufrido, como las tres jóvenes que se encuentran ahora encerradas en un sótano esperando al destino fatal.

Podemos hablar de esta película como una de cuasiterror en la que tenemos a nuestra joven protagonista interpretada con gran destreza por Anya Taylor-Joy escapando del asesino o monstruo de turno. Pero no es tan sencillo, porque como ya hizo con su precuela, Shyamalan nos trae un guion original muy interesante que hace que esta película sobresalga.

Por supuesto, no podemos hacer una crítica de múltiple sin hablar de James McAvoy. Y es que es de crimen de guerra es el hecho de que la actuación del escocés haya pasado tan desapercibida, en una completa exhibición de versatilidad y cambio de registro incomparable. Interpretar a un personaje tan complicado como es uno que se divide en 24 es difícil, pero James McAvoy consigue hacerlo y es una auténtica proeza que me ha dejado alucinando.

"Múltiple" es, sin miedo ninguno a decirlo, una de las mejores películas de superhéroes y la mejor de supervillanos que he visto a día de hoy. El guion de Shyamalan capaz de crear una génesis de un villano con un enfoque típico de una película de terror, las actuaciones de Anya Taylor-Joy y Bettty Buckley sumadas a la, por supuesto, performance antológica por parte de James McAvoy de la que se debería hablar más hacen que se sitúe como una película "bestial".

Venga hombre, Filmaffinity. No puedes ponerme que "El sargento de hierro" es un drama, la gente se va a pensar que es una película del estilo de "Banderas de nuestros padres". Y es que ambas películas se parecen entre sí en que están relacionadas con el ejército. "El sargento de hierro" es una comedia, una bastante decente, que es cierto que también tiene sus fallos.

El sargento veterano de guerra Tom Highway (Clint Eastwood) es asignado con entrenar a un pelotón de Reconocimiento del Cuerpo de Marines. Sin embargo, lo que Highway se encuentra es un pelotón vago e indisciplinado entre los que se encuentra "Stitch" Jones (Mario Van Peebles), un afroamericano que quiere ser cantante y que anteriormente ha tenido un altercado con el sargento Highway. Si quiere devolver la gloria al pelotón, Highway tendrá que sacar su mano dura y corregir a los soldados.

Lo mejor de la película es Clint Eastwood. Lo primero porque hace una película fuera de lo que nos tiene acostumbrados, en totalidad prácticamente una comedia. Y la mayor cantidad de risas y sonrisas vienen por parte del propio Eastwood, que en esta película se ha propuesto romper los récords de Samuel L. Jackson de soltar tacos e insultos en una misma cinta. El cómo humilla a todo el que no le respeta es sin duda lo mejor.

También tiene sus fallos. Por ejemplo, al final intenta ser más dramática, pero por desgracia después de minar a soldados y oficiales por igual a niveles que podrían considerarse acoso, los momentos dramáticos "ni fú ni fá". Además, la película tiene metida una trama amorosa de por medio que lo cierto es que en ningún momento te llega a importar lo más mínimo.

Por tanto, "El sargento de hierro" es una comedia creada por Clint Eastwood, que hace un gran trabajo en el papel principal y sobre todo en darle un estilo distinto a la película. Su mayor problema es también Clint Eastwood, que tiene un conflicto interno en si dejarlo en una comedia o saltar al drama, lo que hace que los momentos dramáticos pierdan mucha fuerza.