"El desconocido" tiene el gran lastre de ser un thriller de manual. Resulta moderadamente entretenida, cuando es vertiginosa pone la piel de gallina como el gran cine de acción y Luis Tosar demuestra por qué es uno de los mejores actores españoles de todos los tiempos sin peloteo. Pero el conjunto no es más que artificio, es entretenimiento previsible que mantiene al espectador en jaque hasta que termina, pero que no lo mantiene secuestrado y en tensión minutos después de haberla visto acabar. No es nada especial.
El guión funciona a la perfección como artificio de crear suspense fácil y el sacrificio de la credibilidad conforme los minutos avanzan no resulta especialmente molesto, sino que contribuye a la espectacularidad del conjunto.
La factura técnica, así como la banda sonora, resultan impecables. La dirección del debutante Dani de la Torre es más estimulante de lo que cabría esperar de primeras.
Las interpretaciones son potentes, con un Tosar en estado de gracia y principal eje conductor de la cinta.
Quizás con menos duración, quizás con un final más complejo, quizás por haber buscado una historia no tan vista en lugar de esta: "El desconocido" no se siente tanto como una oportunidad perdida, de hecho acierta plenamente en cada pico de tensión, pero sí como una historia que ya conocemos. Una que vivimos durante el trayecto, pero que no nos resulta memorable una vez acabada. Buen cine de entretenimiento, a años luz del mejor cine patrio.

No se trata de un debate acerca de si "Jurassic World" es mejor que la emblemática (aún imperfecta) "Jurassic Park". Pese a que comparten nota, el impacto y la frescura de aquella era misión imposible literalmente evocarlos en nuestros tiempos, habiendo visto todo lo que ya hemos visto. Pero nadie dijo que no se pudiera dar con nuevos personajes carismáticos, situaciones de buen suspense y una historia con lagunas hecha para entretener y sacar sonrisas a la par que arrancar escalofríos. Y es ahí, en esos aspectos, donde la película triunfa.
El guión no es perfecto, posee fallos físicos y argumentales si se quieren buscar, pero sí es ingenioso contando su propia historia, ágil en su ritmo y ameno de forma notable. Es la película jurásica de ritmo más rápido que se ha conseguido hasta ahora. Y ese mérito hay que reconocérselo.
El apartado técnico cumple con creces: la música casa muy bien con la atmósfera, los efectos especiales son muy buenos (aunque no ganan al impacto de la original) y la dirección de Trevorrow emula la elegancia mortal de Spielberg con éxito.
Las interpretaciones de sus protagonistas (Pratt, Dallas Howard, Simpkins...) son todas carismáticas y en seguida te importan sus personajes (aún siendo tópicos y no rompiendo ningún molde nuevo).
Reconozco no saber qué esperarme de esta entrega, me la esperaba mala. Por lo que la sorpresa por mi parte es doble: está más que lejos de ser mala y más que cerca de una calidad potente dentro del panorama del entretenimiento. Buen cine de evasión, apasionante en muchos momentos, simpático siempre y de ritmo trepidante.

"Boyhood" es impagable en cuestiones técnicas y de rodaje (un rodaje de 12 años, decirlo es fácil pero hacerlo es un compromiso tremendo y cuasi incalculable en estos días de proyectos calculados que van y vienen). Pero su historia, si bien funciona y es muy buena, no termina nunca de entrar en mí como para considerarla una obra maestra o una gran película.
Su guión muestra una evolución amplia en matices y bien plasmada en la pantalla, pero tampoco es que sea una historia tal vez rompedora o que toque de verdad el corazón. Es una exposición excelente que atrapa e involucra, pero nunca me sumergí en la historia tanto como a la historia le hubiese gustado.
La dirección de Linklater, así como banda sonora y el resto de apartado técnico o estético es potente.
Las interpretaciones vuelven a ser lo mejor en el cine de vena intimista de este realizador. Todos en general están fantásticos, aunque personalmente que quedo con Coltrane, Arquette y Hawke.
"Boyhood" muestra efectivamente "momentos de una vida" y los muestra con sumo acierto, de forma notable. No la encuentro tan rompedora a nivel narrativo como lo es a nivel técnico y de dedicación, lo que hace que no la encuentre tan brillante como otros. Pero es una muy buena película, otra gran prueba del buen hacer de su director y sus actores.

"Ant-Man" cumple con ser una entrega entretenida y de fácil consumo dentro del género de superhéroes y de Marvel, pero no llega a la altura de "Iron Man" o "Guardianes de la galaxia". Ni siquiera alcanza o se sitúa al nivel de otras más regulares. Esta película pertenece al bando de aprobado raspado, del que no terminas de recomendar o del que no te satisface como debería (o prometía). Y buena culpa de ello es la falta de originalidad.
El guión es un remake de la primera película del universo Marvel (directamente calca la motivación del villano y la trama empresarial, así como el mano a mano final resulta bastante similar). Mientras que se preocupa de un ritmo trepidante y una garra considerable, la sensación de ser previsible y de ya saberlo todo enturbia mucho una valoración con gusto.
El apartado técnico y la dirección cumplen con solvencia.
Las interpretaciones son divertidas y variopintas. Todos los actores en general cumplen en sus roles y Paul Rudd resulta carismático como el protagonista.
Una película entretenida y amena, pero que ya se ha visto varias veces y encima calca su propio universo. Decididamente falta más historia con mayores matices y más originalidad.

"Saw VI" logra lo imposible dentro de las últimas (hasta ahora) cuatro entregas de la saga a nivel argumental: remontar y conseguir una historia potable, desembocando en un entretenimiento que se disfruta como mínimo (sabiendo a lo que vas, claro: vísceras y trampas que desafían la logística). Pero por si se hubiese quedado corta en eso, también reinventó la popularidad de la saga a nivel social en el tiempo de su estreno: aquí en España se la clasificó como "película X", relegándola a las poquísimas salas porno del país (creo que me consta que estuvo al menos una semana en una sala X de Barcelona antes de que la retiraran por completo), hasta que un año después se estrenó un montaje que cercenaba lo mejor de las escenas intensas y que irónicamente la hacía perder hasta más puntos. Sólo por el último hecho ya tuvo una repercusión a la altura de cuando las tres primeras entregas se estrenaron. Si bien entrar en el tema de la X ya huele por haber sido tan comentado, me daré por satisfecho sólo con haberlo reflejado como referencia.
El guión tiene una estructura muy similar al de la tercera entrega (conforme la saga avanzó, las películas se dedicaron a hacer "nuevas versiones" de las originales: la mala cuarta parte olía mucho a la primera incluso involucrando al asesino dentro de la trampa y la muy floja quinta entrega tenía el tiempo de explicaciones a la velocidad del rayo de la segunda hasta metiendo por el medio la casa que se usó en aquella entrega; la posterior séptima entrega sería una fallida mezcla manida de todas las entregas anteriores, con muy pocos golpes originales), pero con un ritmo más entretenido y con un poco más de historia que aquella película. La sangre y la violencia desmesurada están presentes y ésta puede ser la película más sangrienta junto con ese mismo tercer "Saw".
Tanto la factura técnica en todos sus aspectos como las interpretaciones son carne de videoclub (aspecto mantenido desde la cuarta entrega en adelante). Pero tanto se ha mantenido que ahora parece como otro ingrediente indispensable para la saga.
En general, lo más interesante de esta cinta bien pueda ser su calificación como "película X". Eso no parece dar muchos adeptos a su favor, pero también cabe recalcar que dentro de sus habituales fallas y su ya evidente falta de sorpresas originales en pos de un mayor impacto violento, sí que ofrece en general una recompensa tanto a los seguidores de la franquicia más fieles como a los espectadores casuales que la visionan: ser la tercera mejor película de las siete que se han hecho (a la espera de "Saw Legacy") tanto en su obligada crudeza, como en su nivel argumental que sorprende por ser moderadamente habilidoso y muy entretenido.