Mientras una chica intenta conciliar el sueño se conjura otra artimaña del peor insomne.

No se puede ser feliz por muchas razones que te impiden vivir. También existe la posibilidad de que vivir se convierta en la razón que no te permita ser feliz. Vaya golpe de efecto acabo de conseguir !! Uau. Bueno, pues con ese trampolín Tosar nos convence de su situación, mucho mejor que yo, y con mejores efectos. y se adueña de nuestros ojos, a los que obliga a mantenerse abiertos y no parpadear.

Además, parpadear puede ser el principio del sueño, y para ello hay que dormirse, cosa que será difícil tras ver qué le ocurre a la protagonista mientras duerme.

A Boyero le recuerda a Polansky, a mí no tanto. A algunos les sobrecogió, a mí no tanto. Aunque sin duda la viví intensamente, y la disfruté como si una de las grandes se tratara. Y es que gana con el reposo y el recuerdo. No creas lo que la publicidad te muestra.

No es una película de terror y la trama se desarrolla sin truco, eso sí, con situaciones asfixiantes que paralizan tu mano de las palomitas. Tu otra mano está agarrada a la butaca.
Interpretaciones estupendas, sobre todo Tosar y San Juan.

Cruel, aunque digerible.

La narración es solemne. La historia es real, y por ello dura.
Con unas interpretaciones básicas y poco sinceras, el guión se hace grande. No abarca una idea que podría ser mucho mayor. Paso a paso, el ritmo pierde fuerza. Nos muestran a los personajes de manera natural, correcta, pero se desarrollan sin interés. Todo se hace grotesco, se ve venir y se inserta en tí el sueño, miras el reloj. Lo conmovedor se vuelve repetitivo y no hay originalidad en la narración, eso sí, veraz.
Tal vez lo que más te mete en la película sea la fotografía y la banda sonora. Es un conjunto pasable, que se deja ver, pero no es tan recomendable e imprescindible como anunciaban. El cine se mete en un hecho histórico, pero la actualidad del conflicto religioso no forma parte del cine, así que no me adentraré.

Tras una primera versión de la misma historia en la que veíamos un original modo de narrar cierta ridícula acción, aparece una segunda imagen casi idéntica con patético resultado. Todo se vuelve sórdido y sin sentido, y ya me hago cargo de la predisposición debida, es una de acción. Pero es bruta, seca, sosa y zafia. Muy sucia. La cámara se mueve con soltura, pero no va a los lugares adecuados. Planos de tetas y culos cada dos minutos para no perder la atención masculina, género que se presenta sumamente ridículo. El sexismo machista hace gala de su mayor simpleza, es todo una masa de machos, culos, palabrotas y estereotipos de la masculinidad. Es horrenda.
Jason Statham, que no es un pésimo actor, se constata como el siguiente Stallone, o Willis, solo que ya está tan manido... Y por ello pierde toda la credibilidad, recreando deplorables personajes.
Se trata de una copia más absurda aún que la primera, donde la acción es más intermitente, menos seductora, menos envolvente. Hay mucho presupuesto invertido en bodrios como estos que sólo generan basura social y gastan nuestros recursos y nuestra paciencia.

Estruendosa, rápida, fulminante, estrepitosa, fulgurante, ruidosa.
Coches, disparos, velocidad, golpes, tensión, choques, explosiones, acción.

El ultimátum de Bourne es un thriller de acción, y por eso hace tanto ruido.

Golpes, velocidad, explosiones, coches, tensión, choques, disparos.
Rápida, estrepitosa, ruidosa, fulminante, estruendosa, fulgurante, acción.

Las interpretaciones, exceptuando a Matt Damon (que sobresale), son correctas, para no quitar protagonismo a la imagen subjetiva que no para de cambiar de plano (el que más dura, debe de ser de 4 segundos). Toda la película es acción, con momentos de descarga. Guión modesto con un montaje excepcional. Producción de escándalo.

Consigue un regalo de tu jefe el gangster a cambio de nada! Vamos, hazlo, sólo un rocknrolla puede hacerlo, o en su defecto, tú.
Construída sin premisas, o eso parece, con un ataque frontal que destaca entre las frases ingeniosas de un diálogo sin morcillas. El IMPRESIONANTE RITMO NARRATIVO no ha sido igualado en toda la década (igual me paso). La acción es supercómica, pero sublime. Las bromas están a la altura, la fotografía es impactante, la música acompaña (aunque pobre). Las interpretaciones (algunas) son bestiales, pero demos un cálido homenaje y aplauso al grandioso, al esplendoroso, al magnífico, al inigualable... .... .... .......GUY RITCHIE !!!!!!

Gracias a este director, es la segunda vez que termino de ver una película de mafia con verdadero placer, después de Snatch, esto es su segunda maravilla. Véanla.

Hija de "El padrino", "Pulp Fiction", "Reservoir dogs" y "El golpe", no menos necesaria (aunque le falta perspectiva histórica) y gratificante. MÁS QUE RECOMENDABLE