No me gustó. La vi en Barcelona en cines Verdi, no suelo ir al cine, pero pensé que Hildegarda se merecía esa excepción. Y me salí decepcionada: es una película fría y aburrida. La prota sobreactúa. Allí la única rescatables es Hannah Herzsprug (ya había llamado la atención en el rol de una pianista delincuente) y alguna que otra cosita. Ësta parece el biopic de Santa Teresa; diría inclusive que el que interpretó Paz Vega -tan críticado entonces- supera con creces al film de la Trotta. En esta película no hay un ápice de emoción, y además se traga todos los aspectos de la santa, que no sólo fue una curandera y constructora de abadías, sino un montón de cosas más. Los conocimientos de HIldegarda todavía son estudiados por eruditos, y algunos permanecen aún en el terreno del misterio. Luego, ¿dónde están las visiones?¿Por qué en ningún momento nos las muestra? Hubiera sido emocionante compartir la visión de Hildegarda aunque sea en cine... sin embargo, Margarita se limita a soltarnos sus conclusiones. Se supone que si ha estado 3 días "muerta" ha visto a Dios...
Total, que una mujer de mucho carácter y unos cojones que ya quisiera tenerlos un toro de lidia a la hora de enfrentarse con la clase eclesiástica, pero nada sobre su sensibilidad y poderes pananormales, sobre sus conocimientos de astrología -cuando la astrología y la astronomía no estaban separadas por el racionalismo-, música, historia, teología, y primera doctora de la iglesia. Todo esto se lo cita al pasar sin entrar en detalles, como si para Trotta fueran más importantes los detalles de la monja-feminista que toda su obra.
Decepcionante.

Qué bien qué bien cómo he disfrutado esta película... A Cole deberían elegirla Ministra de Justicia en cualquier país del primer mundo donde tanto se presume de la igualdad de la mujer, mientras se les sigue haciendo la ablación mental a las propias. Sin embargo, de eso no se habla en Europa, y mejor es mirar la paja en el ojo ajeno. Yo en lo personal estoy harta de tanto politiqueo con el tema de la mujer maltratada mientras es de dominio público que a la hora de impartir justicia penal, la mujer -al menos en España- queda más desamparada después de denunciar, que antes de hacerlo. Basta, pues, de politiqueos baratos en boca de 4 pijas que estudiaron en la Sorbona y no tienen la más pálida idea de lo que es ser mujer o inmigrante en España. Y basta de usar el tema del yijab como una maniobra política, que no es otra cosa, cuando cada pueblo lleva su proceso (y cuidado, que no estoy hablando de procesamiento). Podría decir mucho más, pero prefiero callar. Prefiero ponerle un 9 a esta película de autor africano que se atreve a un cine verdaderamente comprometido, sincero, directo, sin segundas intenciones políticas o mamoneos especulativos para ir a los Goya.
Estas mujeres de aldea, verdaderas guerreras de la ablación física, mental y espiritual, nos dan el ejemplo a tod@s.

La directora intenta entablar un pacto de complicidad entre la historia y el espectador, pero se queda en la intención. Podría haberse jugado muy bien con la paradoja entre la apatía y la perversión, pero no lo ha sabido hacer. Para conseguirlo, tendría que ser un genio, y evidentemente no lo es. Como resultado, obtenemos una película lenta, lentísima, anodina, con un guión pobre, con un argumento desaprovechado, que apenas si logra mantener el interés. Fallida, y con un final exasperante.

¿Por qué resulta tan desagradable esta cinta?
¿Que es grotesca? Es posible, pero aún así no llega ni de lejos a la categoría de bizarra, como podría serlo por ejemplo Requiem for a dream, y todo el mundo adoooooooooooora esa peli... Ésa sí que es grotesca, ésa sí que es bizarra, ya que hace un usufructo deliberado del masoquismo del espectador. Pero claro, ahí la chica aparece fornicando drogada, usada, esclavizada y etc; y aquí está fresca como una lechuga y fornica porque le place.
Eso es lo que molesta.

pd. Igual creo que Aranda se quedó corto en su vejetería verde a la que aluden por ahí: podría haberle sacado más el jugo a esta cinta dando más caña a las escenas de sexo XD y hubiéramos tenido alguna crítica en plan "esto es pornografía". Descojonante.
Hablando en serio: creo que su planteamiento se entiende, pero no llega a profundizar lo suficiente como para implicar al espectador. Igual no está mal. Esta señora deja por los suelos el pretendido radicalismo barato de, por ejemplo, la Juani, otro producto nacional.

Perdón, pero... viendo la alta puntuación que tiene esta cinta...
¿será que hablamos de la misma?
¿una película jamás vista?
¿por qué lo dicen?¿por lo bodrio que es?
¿será que la he visto cortada?
¿será que -insisto- no hablamos de la misma...? No sé ni cómo llamarla.
Es que llegada aquí me confundo: o es que no hemos visto la misma película, o mañana mismo me alquilo Heidi y empiezo de 0. Y me da rabia, porque viendo las críticas llego a creer que me he perdido de algo.


En fin, que me puso de mal humor. Mucho encuadre, mucho "fino detalle milimétrico", mucha elipsis... pero lo siento, aquí no hay historia. No se ve la más mínima emoción en toda la película, que pasa sin pena ni gloria, de forma similar a la peor que vi en mi vida y que es "Antes tenía un nombre", de Giada Colagrande XD, la jovencísima mujer de W. Dafoe. Así que le pongo un 2 un poco de coña, y nada más que por eso: porque está segunda en la lista de mis peores tostones.
La estética: espantosa, peor que la de Almodóvar. No había un solo vestido de Maggie que fuera a tono con los decorados (aunque a juzgar por los finos detalles milimétricos a los que hacen mención los críticos supongo que sería intencional, como el inodoro de Duchamp, vaya). Viéndola como sueño surrealista y sinsentido, está bien -bien aburrido, diría. Pero yo quería ver una película, y si es una historia de amor, no pido que me demuestren, pero sí que por lo menos me insinúen algo de ese sentimiento. Y no sucede en ningún momento de la cinta. NADA.
Fría como una cueva ártica, ideal para gafapastas que se jactan de leer a Deleuze, la típica película de autor que se fija más en los supuestos detalles y en los encuadres interesantes (se supone que lo son, a mí no me gustan, pero ojo: que a mí no me gusten no significa que no estén bien) y con nada de chicha. Que a mí me gusta la chicha. Algún compromiso con la emoción, yo qué sé... y también un puntito de compasión, que no estamos aquí para perder el tiempo. Si eso, me hago una meditación en un ashram y no veo cine.

pd. corcholis, pero si acabo de ver que este tío dirigió 2046...
mientras veía ésta me vino la reminiscencia de ese esperpento, los mismos pasillos estrechos (parece que tiene una obsesión con eso), la misma luminosidad color orines...
además se calca a si mismo. Como dijo alguien por ahí: este tipo no hace más que mirarse el ombligo.