En la línea de las series policiales nórdicas que tanto amamos, Arenas Movedizas agrega un condimento hasta ahora poco explorado en este género: la violencia escolar. Como si Bowling for Columbine tuviera un primo sueco, esta serie aborda las problemáticas actuales de abusos juveniles, las dinámicas perversas de las sociedades en principio super organizadas y de alto nivel de vida y las sacude hasta mostrar sus grietas.
Una matanza en ámbito escolar dispara a una joven con estrés post traumático a ser enjuiciada como posible cómplice del hecho, nebuloso para ella pero no para los que la rodean. Un novio tóxico, padres ausentes o abusivos, el lujo y el confort en medidas obscenas y la ausencia de los adultos como esquemas de contención son mostrados en esta trama sin reparos ni eufemismos.

No es una serie que pasara a la historia. Tampoco esta a la altura de los grandes títulos nórdicos, pero si es considerada una pastilla de buen gusto puede funcionar. Aun no distingo si la actriz principal es un error de casting, o es que es tan buena que me vendió su actuación de manera perfecta. Prueben, no decepcionará.

Para aquellos que hemos superado los 40, educados en el concepto del trabajo como dignificante, motor de la progresión personal y cuya posesión es fundamental para construir la valoración social, el desempleo es un fantasma que azota y atemoriza, que no cesa a medida que inexorablemente envejecemos y vamos acercándonos sin pausa a los márgenes de la aceptación de los mercados, de los actores sociales que todo lo digitan e incluso los laborales, jamás menos ajenos que nunca a la manipulación del sistema. Es desde allí, desde ese espiral ascendente de desesperación que propone la serie, donde resulta identificable el protagonista, y sus circunstancias. Es desde allí donde se empatiza con Alain Delembre, (el personaje que encarna de manera magistral Eric Cantona)un especialista en Recursos Humanos,cesado de sus funciones por el pecado de envejecer y caído en desgracia desde entonces, sin poderse reinsertar laboralmente y tal como refiere él mismo "deambulando por trabajos de mala muerte", deteriorado en su autoestima y en el relacional con su mujer y sus hijas. Para no spolilear, solo diremos que la llegada de una propuesta laboral moverá la estantería no solo personal, sino familiar, de este irascible, ansioso de revancha y postergado hombre de clase media de una Francia lejana a la Torre Eiffel y sus luces.
En la línea de lo que en su momento plasmaron películas como "El Método", "Le Couperet (Francesa, 20005), "El empleo del tiempo" o "Recursos Humanos", esta serie instala una crítica particular sobre la modernidad industrial, los giros obligados del establishment para mantener la tracción a sangre que alimenta al sistema, y fundamentalmente, una lectura visceral y sin endulzar sobre como ha llegado a estas esferas el aggiornamiento comercial que todo arrasa, hasta los principios y valores. Eso de convertir nuestro empleo en la legitimización de lo que somos. Y de lo imposible que es resistir a la voracidad social sin el. No es menor que en estos títulos el protagonismos sea en corporaciones, y más en lo micro en RRHH. Es el trazo fino para mostrar como se ha refinado la manipulación. Qué es lo necesario para sostener un status? Cuales son las competencias que te definen como apto para el sistema? Hasta donde te desangrarías para sostener tu nivel de vida? ...No hay manera cómoda de responder esto.

Un casting excelente ( Cantona, a la altura del mito viviente que es en el fútbol mundial), con algunas obviedades propias de ser un show de TV, pero con el resultado de ser una opción de alto valor, encerrados y sin poder salir.

Por donde comenzar una sinopsis sin spoiler sobre Ray Donovan, Temporada 7?. Debo decir que me sacó de eje la temporada 6 y que esta séptima me encontró con el reojo listo para desconfiar. Extrañaba esas primeras vueltas donde "the best fixer ever" deambulaba corrigiendo los brutales y sórdidos desvíos de los demás a la par de que torcía su propia realidad, en una familia en modo The Soprano, coral, fascinante, rota y en plena autodestrucción.Los últimos destellos nos habían pillado en un viaje de mil capas a un estado mas introspectivo, resumido quizás en lo imposible para nuestro héroe del vivir sin Abby.
Esta séptima recobra, en mi humilde opinión, tres matices que hicieron de esta serie lo que es. Un modo noir en el delineamiento de los personajes, una trama menos onírica y más carnal ( modo temporadas 1 a 4) y el recrudecimiento del eje que todo lo mueve: Micky, la familia y esa latente necesidad de terminar para huir.
Ray Donovan renueva votos y se acomoda en ese espacio que casi todos en este foro le hemos dado, cerca de las series favoritas. Muy bien escrita, dirigida con un pulso nuevamente fresco ( mas exteriores, mas tiempo en ese auto que condensa todo) y retornando a ese pasado frondoso que trajo a los Donovan hasta aquí.
Mil capas para deshojar a lo largo de 7 años, y esta nueva entrega de la zaga que está, como mínimo, a la altura de lo mejor que le hemos visto.
Nota al pie: Gracias eternas al que castineó a Sandy Martin para esta serie. La tía Sandy está en el podio de todo lo que está bien.
Nota al píe 2: No está confirmado aún, pero pareciera ser que Showtime determinó que ésta, la 7ma, sea la última temporada. Otra razón para aferrar y no soltar.

Hablar de la Tv pública de Dinamarca, de los creadores de Borgen, y de algunas temáticas "adultas" ya llevadas con éxito en otras oportunidades, nos permite aventurarnos sin miedo ante series como éstas. No hay disparos, ni zombies, ni aliens. No está el FBI, no hay narcos ni guerras por tronos. Y eso la convierte en una rara avis de esas que aquí tanto nos gustan. Bien filmada, escrita de maravillas y actuada a la altura, nos lleva al trasfondo de lo que quizás, casi con seguridad, jamás presenciaremos: el interior de una dinámica de poder donde la religión es eje, forma y fondo. Con la excusa de mostrar el juego familiar donde un candidato a obispo (Lars Mikkelsen, siempre justo, más cerca de Forbrydelsen que de House of Cards, afortunadamente) corporiza la crítica a las instituciones en modo danés, corriendo el velo de una sociedad a años luz de las nuestras, pero en las que se discute el instinto de preservación que allí los ha llevado. Nadie es lo suficientemente bueno, ni completamente malo. Nadie tiene toda la razón, y lo que es aún mejor, la verdad no es una sola, ni de nadie. Como la vida misma. O la religión

Comparto mi visión de esta serie luego de terminar la temporada 3, en el 2020, probablemente por descubrirla tarde. Llegué a esta serie luego de bucear entre algunos contenidos del Este ( "Rapl - la furia", serie policial checa y las polacas, "1983", enorme y oscura,y la misteriosa y atrapante "Bosque Adentro" ), donde me encontré sorprendido por la calidad de algunos libros, la manera virtuosa de llevarlos a la pantalla y la sordidez y dureza de los relatos.
Wataha transcurre en la frontera entre Polonia y Ucrania ( puerta de entrada a la UE, dato no menor) con el cuerpo de policía fronterizo como eje, y una serie de eventos que disparan la trama. El nombre de la serie significa "paquete", tal como se denomina al grupo de personas que son traídas ilegalmente a través de la frontera, y que es el principal foco de vigilancia del mencionado equipo policial. Un trágico evento contra el equipo policial dispara múltiples consecuencias, destapando complicidades y corrupciones varias, especialmente en la red de trata de drogas y personas, la vista gorda de la justicia y las múltiples trabas burocráticas e interesases varios en un negocio millonario.
Más allá de su calidad visual ( excelente fotografía, con mucho landscaping en modo nordic noir) donde se ve la mano de HBO en la producción, especialmente desde la temporada 2; algo que rescato de esta serie es el enfoque en los procesos personales de los involucrados, mas allá de su rol público (la fiscal, clave) u oficial ( Rebrow y Markovski, principalmente), que oscilan entre alianzas y enfrentamientos según evolucionan las sendas investigaciones. Un tratamiento crudo sobre el estado inhumano en que llegan los inmigrantes, la manera impúdica en que se sostiene el negocio a la vista de todos y la poca valía que tiene la vida del llegado, cuya vida, destino y dignidad penden de un hilo delgadísimo.
Muy bien actuada ( una vez que nos acostumbramos a looks o modos de actuar que no son los que habitualmente consumimos), escrita de manera perfecta y con intenciones de concientización. Sorpresa positiva, una serie para ver.