El tema, la miserable existencia tras un holocausto nuclear y sus consecuencias en la naturaleza humana, daba para mucho.
No es una pérdida de tiempo porque te plantea cuestiones que te mueven y porque hay oficio en su construcción. Pero... actores planos, desarrollo plano, entorno madmaxista, relato efectista, final edulcorado, demasiado comercial y anglo-emocional para cerebros mediterráneos... Se puede hacer mucho mejor.

Otra fenómeno de críticas positivas y fama que lleva a mucha gente a ver una mala película.
Debe de ser un triunfo del marketing y del aborregamiento del personal que, por no quedar mal, dice que es bueno algo rematadamente malo.
El argumento es ramplón hasta la tristeza intelectual, desilvanado, parcial... Los actores son como abrir el congelador y quedarte mirando un par de horas, el ritmo lento ad nauseam, el desarrollo inconexo e incongruente... en fin, una tomadura de pelo "aclamadísima".
Y el terror ó si quiera el miedito, el susto... nada, lo que más miedo da es que la puñetera película dure media hora más.
Hay cosas mejor que hacer con un par de horas de tu tiempo.
¿Cómo se logra que semejante plomo fílmico reciba parabienes? Pues mucho cuídado ahí fuera porque ya ni con las críticas te libras de estas castañas.

No lo entiendo. ¿Cómo tanta gente califica bien algo tan malo?
Efectos especiales y música zumbona envuelven una trama descerebrada, incongruente, trufada de vómitos pseudo-filosóficos en los que se avala la violencia gratuita, la mentira y el razonamiento esquizoide. No la vean con niños, es toda una snuff-movie.
Personajes sobreactuados hasta la nausea, diálogos propios de oligofrénicos, física tan rídicula que no te puedes creer ni un efecto especial...
Para disfrutar de este violento videoclip hay que tener memoria de pez, porque en otro caso.
Nada tiene sentido, una ceremonia de la sinrazón.
El increíble, literalmente, y omnipotente Joker roba a la mafia, con la que se entiende, a la que puede acceder y matar como y cuando quiere, luego quema el dinero, luego abduce la mente del bueno mediante un diálogo digno de parvulario, que se torna psicópata, que... Y ¿van ustedes y se lo creen?.
Pues sigan creyendo en un Batman que vuela, rompe paredes y luego se lesiona al bajarse de la moto (que va más despacio que un vespino gripado al llevar ruedas de tractor). El malo puede matar al bueno diez veces y a la inversa, pero se acabaría este baile de estupideces inconexas....
En fin, hay que hacer un gran esfuerzo para poder acabar de verla. Sólo la incredulidad ante tan baja calidad me mantuvo en el sillón.
Maniqueísmo burdo, malos repelentemente malos y buenos asquerosamente buenos, que coinciden en su omnipotencia, en su inconsistencia y en su esquizofrenia.
El mensaje final es grandioso: no vean películas hechas con muchos medios y escasísimo cerebro.
Y su puntuación media es un 8... habrá que buscar otra fuente de referencia para las películas...