El profesor es raptado por Eric, el sirviente de los monstruos (es un jorobado; como ven, la originalidad no es la cualidad más destacada de los guionistas de la serie), que ansía apoderarse del tesoro de Drácula (otra vez el dichoso tesoro). En la cámara subterránea, Eric cuelga boca abajo al profesor y le corta la garganta. Su sangre revive al vampiro y al hombre-lobo (¿Han visto ustedes DRÁCULA, PRÍNCIPE DE LAS TINIEBLAS? ¡Los guionistas de esta película también!). Rufus, el hombre-lobo, se dedica a cortejar a Laura, la hija de Cristaldi; durante un paseo nocturno veremos un plano de la lluna llena, al que sigue el grito de una mujer. Laura se convierte así en la segunda víctima.
Santo, que es amigo del profesor (hay algún "profesor" que no sea amigo de Santo?) , y su colega Blue Demon entran en acción. No voy a resumir aquí la intrincada trama del filme. Sólo destacar la importancia de la daga mágica con la que el antepasado del profesor Cristaldi acabó (momentáneamente) con Drácula y el hombre-lobo. Esta daga sólo se puede introducir en la carne de los monstruos, no en la de los humanos. Explico esto porque en una escena absurda, Eric, el sirviente jorobado, ve como la daga que tiene en sus manos da un giro de 180 grados y se clava en su cuerpo. Antes de morir nos ofrece la siguiente explicación: "He cometido tantos crímenes que ya no soy humano"Citemos también la batalla final, una pelea por parejas (recuérdese el título de la película) en la que Rufus comienza luchando con apariencia humana para después convertirse en hombre-lobo. Santo es el que acaba con los villanos, haciéndoles caer en un pozo lleno de estacas. Digamos por último que en esta película Santo parece tener una relación estable con una mujer, Lina, a la que podríamos considerar su novia; personaje femenino claramente activo -no sólo está para chillar y ser asustada o atacada- que ayuda decisivamente al enmascarado en más de una ocasión, aunque a éste (ya se sabe que los mexicanos son muy machos) no parece hacerle demasiada gracia esta colaboración y dice cosas como: "Ya me has salvado dos veces, ahora vuélvete a casa" , y cuando la ve en la caverna le espeta que puesto que ha sido capaz de encontrar el camino hasta allí, ya sabe qué camino ha de tomar para largarse. Y es que la lucha por el bien y la justicia es, como cierto brandy, cosa de hombres.

Excelente las patadas giratorias de Zaror, completamente a la altura del cine anglosajón, bien por los chilenos.

Bastante irónico el momento en que se el personaje intepretado por Downwey Jr. decía: "Yo jamás he consumido drogas".
AUnque sea actuación ver salir esas palabras de la boca Robert Downwy Jr. no dejaba de llmar la atención, ja ja.