Película basada en la novela del exitoso Bret Easton Ellis. Según el propio Ellis, la obra refleja el odio hacia su padre, multimillonario empresario, que instauró en el autor el desdén y la falta de cariño que luego sirvieron de caldo de cultivo a la excéntrica personalidad del escritor.
Maravilloso papel interpretado por Chistian Bale de un director de cuentas de Pierce&Pierce obsesionado por el culto al cuerpo y el hedonismo. No existe nada excepto la vanidad del que se sabe poderoso. Una ristra de asesinatos que ofrecen alivio a Patrick Baterman dentro de su mundo de ostentosidad. Memorable la escena donde se sirve de un chubasquero para sus sanguinarios propósitos. Altamente recomendable pero sin esa chispa que la podría haber convertido en una moderna obra maestra.

Steve Mc Queen interpreta a Cincinnati Kid (título original de la película), un jugador de poker con saber hacer y buena fortuna.
La película, ambientada en Nueva Orleans, relata la partida de Kid contra Lancey Howard (Edward G. Robinson), el actual rey de la baraja.
Excelente film que bien podría ser un sueño de Chico Marx, deleitará a los seguidores de Bullitt y gustará a los aficionados al buen cine. No se angustien los no familiarizados con el poker ya que se puede seguir perfectamente gozando de nociones básicas del juego.
Adecuado metraje y elección de planos cortos y directos que suavizan las escenas en interiores.
En definitiva, nunca una jota resultó ser mas cara.

Resulta que hay un niño con cara de hijoputa mezclado con Quator que a los tres años decide que no quiere crecer más al ver la decadencia de los adultos que le rodean.
Oscarcito vive en la Polonia de entreguerras, rodeado de adultos que se odian mutuamente por su raza o credo. Y el, en lugar de hacer mariconadas se dedica a tocar su tambor de hojalata por todo el Nuevo Reich.
La adaptación de la novela del Nobel Gunter Grass, nos expone la vida cotidiana de su infancia a traves de los ojos del niño que nunca pudo ser.
Recordar que Grass militó en las Juventudes Hitlerianas y eso se vé reflejado en el film, donde retrata veladamente el ambiente de homosexualidad encubierta de esas organizaciones. Donde se valora mucho más el camaraderismo entre compañeros que una entrepierna femenina.
Es una buena película pero que se extiende sobremanera, más allá de las dos horas.

Sieg Heil

Finales de la 2ª Guerra Mundial,costas de Escocia-
Miembros de la Sociedad Thule, dirigidos por Ra-Ra-Rasputín, intentan abrir un portal hacia el inframundo para cambiar el curso de la guerra. Los soldados yankis desbaratan sus planes pero en un lapso de tiempo una especie de "mono rojo" logra abrirse paso al mundo de los vivos. Este animal es adoptado por un científico que hará de padre para él, convirtiendolo en HellBoy. Antihéroe destinado a salvar a la humanidad de los infraseres del más allá.
Trepidante cómic cinematográfico adaptado por Guillero del Toro, como no podría ser de otra manera.
Me quito el sombrero ante esta entretenidisima cinta y, una vez quitado, azoto a los criticones del cine que solo aplauden películas que no entienden y desprecian buenas películas como ésta.
Imborrable la escena donde aparece un HellBoy-Dios apocaliptico admirando su obra de destrucción.

Pat Garrett (James Coburn) es un ex-forajido reconvertido a sheriff que recibe el encargo de capturar a su antiguo camarada de fechorias Billy AKA El Niño (Kristofferson).
Peckinpah (que aparece al fin de la película) consigue otra obra maestra en su haber retratando el corazón del antiguo Oeste Americano, donde la venganza, la ley de las pistolas y los rudos vaqueros son sus cimientos.
Algunas de las secuencias de esta cinta quedarán para la posteridad, impregnadas de las melodias de Dylan (que actua en un papel nada desdeñable).
Con unas dos horas de duración no se hace larga, todo un logro.
Impactante, violenta y de crudo realismo; los ingredientes de uno de los mejores westerns modernos de la história del cine.