Si bien es inferior a la anterior película de director y actor juntos, es entretenida y emotiva a partes iguales, aunque tiene momentos más pesados con olor de telefilme, son pocos, y en general sigues la película hasta el final con ganas de ver el desenlace, aunque poco a poco se va intuyendo de que va la cosa. Si una cosa deja claro, si no estaba claro ya, es que Will Smith es un pedazo de actor, capaz de realizar cualquier tipo de personaje, ya sea en drama, comedia, acción o lo que le echen.

Creía que me iba a encontrar todos los tópicos en una película de este tipo, pero me he visto sorprendido con una narración muy bien llevada, y un Will Smith que se tenía que haber llevado el Oscar de calle, con una interpretación antológica. También destaca la interpretación de su hijo, que no es el típico niño negrito que dice chorradas que sale en muchas películas, hace su trabajo muy creible. Una película que me ha llegado a emocionar y en la que te sientes identificado desde el principio con el protagonista y sus vivencias.

Después de las penosas últimas dos entregas de nuestro murciélago favorito, no era dificil hacer una película en condiciones que las superase, es el caso de esta entretenida propuesta de Nolan, que sin llegar a ser una obra maestra como dicen algunos, vuelve a situar a Batman en un lugar digno en el celuloide. Para ello se ayuda de un reparto coral muy efectivo (Caine, Freeman, Hauer, Oldman, Neeson....), acompañados de una buena ambientación. Como punto negativo muy importante lo mal rodadas que estan las escenas de acción, y eso en una película que se supone de acción dice mucho en su contra, por lo demás me parece entretenida sin mas.

El guión nos intenta introducir dentro del mundo formado dentro de la cabeza de los protagonistas, enfermos mentales, de forma surrealista a veces, cómica en otras, y romántica en algunas otras, la idea no le sale mal del todo, aunque hay momentos que se pone un poco coñazo y soporífera, pero el conjunto está bien empaquetado, haciendonos meternos en esta especie de locurilla pseudo-fantástica.

Inmersos como estamos en una explosión de falta de ideas en el cine de los últimos años, donde nos bombardean con remakes, adaptaciones del comic y repeticiones de clichés cinematográficos mil veces vistos, pues nos llega algo distinto y fresco, y con Van Damme dentro del lote, para que queremos más. Ya desde el comienzo el director nos situa en la trama, haciendonos ponernos de la parte de Van Damme, que lo ha tenido todo y se ve en un momento chungo de su vida, tanto personal como artístico.
El director utiliza un color cercano al blanco y negro, no hay colores vivos y la cámara se mueve como si se tratara de un falso documental o un reality show, cosa que hace ver la historia como más real y cercana, y a la vez surrealista a veces, recordándonos en algunos momentos a la película de Al Pacino "Tarde de perros" y con una interpretación de Van Damme que demuestra que no solo sabe dar patadas, también sabe actuar, y deja aquí el rol de heroe de todas sus películas para embarcarse en el papel de persona humana, con sus miedos, padecimientos, tristezas y alegrías, y pese a quien pese, consigue salir indemne de la situación, logrando su mejor interpretación aunque sea de si mismo, con los toques de ficción necesarios para la historia, claro, y con unos personajes secundarios (sobre todo los atracadores) que se salen.
En definitiva, una película totalmente recomendable para los seguidores y no seguidores del belga de oro.