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España España · Lleida
Críticas de Uma
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Críticas 200
Críticas ordenadas por utilidad
9
2 de julio de 2010
63 de 72 usuarios han encontrado esta crítica útil
El tiempo es el juez de cualquier cosa a la que queramos llamar arte. Ha pasado mucho tiempo desde el año 67. El hombre ha ido a la luna, ha inventado el chip, el ordenador, la parabólica, el ojo de halcón (en el tenis) y el wonder bra. Pero hay cosas que no cambian. Cagamos sentados, la vida está jodida, en Lleida hace un calor que te cagas en verano, y el Graduado es el Graduado. Punto.

Cualquier chaval de 20 años debería ver esta película, y disfrutar con ella, y sería incomprensible que no encontrara algo en ella, porque cuenta su propia historia, la pecera en la que habita, el fondo de la piscina en el que vive, las puertas acristaladas con las que topa y que le impiden el paso y atenuan sus gritos, ... el mar de dudas. Los que ya no tenemos 20 años, los que ya la hemos cagado, la vemos con una nostalgia casi dolorosa. Y decir eso de una película da una idea de la potencia que tiene.

La música es inolvidable. Las interpretaciones son apabullantes. Los alegatos radicales. Los dialogos brillantes, precisos e hilarantes. Las imagenes simples, honestas y elocuentes. Como la primera, durante los créditos de inicio: un chaval regresa de la universidad. La cinta transportadora de un aeropuerto arrastra su cuerpo pasivo. Se oye "Sound of silence" mientras los altavoces anuncian los próximos vuelos.

Un largo plano que concentra toda la película. Excepto el final.

¿Y cual es el final? Preguntad a cualquier chaval de 20 años.
Uma
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6
22 de mayo de 2010
44 de 46 usuarios han encontrado esta crítica útil
Del mismo modo que en las catacumbas de esta web existen críticas brillantes que, desgraciadamente, nadie lee ni leerá jamás, en las catacumbas del cine español hay títulos remarcables que duermen en el olvido. El cine que se hacía en España al principio de los años ochenta llevaba invariablemente la etiqueta de "españolada". Es un periodo oscuro, como el de los Ilergetas, que a penas han dejado huellas de la antigua Iltirda. "Españolada" era un término despectivo, que ha condenado a cientos de películas al ostracismo. Sin embargo, quizás debería rescatarse, visto lo visto. No eran grandes películas (tampoco lo es ésta), pero algunas de ellas, injustamente tratadas, eran películas sinceras y contaban una historia. Aquí se organiza una comedia dramática sustentada por actores estupendos, como Resines, Elias y sobretodo Sacristán. Gran Sacristán, un actor de voz honda, agridulce y precisa, con una capacidad para transmitir con veracidad emociones como pocos. Si bien la peli imita fórmulas que estaban de moda en aquellos años, su factura es auténticamente española. Es una película contenida formalmente, pero con un guión lleno de desparpajo, creíble por su simplicidad y por las buenas actuaciones. Lo que ocurre es siempre importante, no falta ni sobra nada. Y con todo ello, logra su propósito.

Nadie se acuerda de esta película. Hoy viernes la han echado en las catacumbas de la televisión pública (o sea la 2). La he visto yo y unos pocos miles más (siendo generoso). Y después de verla, lo primero que me ha pasado por la cabeza es que las "españoladas" eran películas más buenas o más malas, pero al menos iban a alguna parte, tenían algo de autenticidad. Eso ha desaparecido en el cine español de hoy. Visto en prespectiva, aquel camino que se abrió quizás no era tan malo. Era simple y su creatividad era limitada, pero pertenecía a su tiempo, y era un comienzo. Necesitaba evolucionar de un modo natural. No fue así, no se le dio tiempo. Nos pusimos a imitar lo que hacían otros para ponernos al día. Quizás no fue lo mejor que podíamos hacer. Viendo "Dos mejor que uno", uno echa de menos algo que le fue propio y que ya no existe.
Uma
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8
21 de marzo de 2011
39 de 42 usuarios han encontrado esta crítica útil
¡Qué tiempos aquellos, cuando todo estaba todavía por hacer! Esta historia es de aquellas que está allí a la espera para que alguien la coja, y es tan bueno el argumento, que se escribe solo. Debieron ser grandes años aquellos 70 para los cineastas, cuando poco a poco veían que se ampliaban los márgenes y se abría ante ellos un campo enorme de posibilidades, cuando veían que todas las historias estaban allí, esperando para ser contadas.

Creo que hay que situarse en el contexto para valorar la película en todas sus dimensiones. Hoy se habla de transexualidad cuando se comenta "Mi querida señorita", pero creo que no pensaban en eso Armiñán y Borau cuando la escribieron, todavía quedaba un poco lejos. Lo que tenían entre manos era una idea muy buena, y un argumento lleno de morbo. Algunas fases de esta película recuerdan el sugerente final de "Viridiana", cuando Buñuel, con sutileza, dejaba entrever ideas tan escandalosas que la censura no acertaba a verlas. La historia que aquí nos ocupa se encuentra entre lo más morbosillo que éste que suscribe ha visto en su vida. Y lo más genial de todo es que parte de una premisa que es de lo más recatada. Seguramente eso debió decidir a la censura a darle el visto bueno, en realidad ninguno de los personajes hace nada punible para el franquismo, son rectos seguidores de la decencia, pero son personajes que, como piezas de ajedrez, se ven empujadas a situaciones que aun hoy, resultan chocantes. Y precisamente ese recato, amplifica el morbo y da mayor potencia a la historia "emocional" que aquí se cuenta.

La gran virtud de esta película, lo que hace que no envejezca, es que Armiñán se centra en sus personajes. Por eso resulta tan morbosa hoy como hace 40 años. Por eso la película funciona tan bien. La secreta atracción entre la señorita y su doncella es sutil en extremo, para el espectador es más producto de su morbosa imaginación que de lo que realmente aparece en pantalla. Debíó ser una película incómoda de ver para muchos, que debieron sentir ganas de correr al confesionario en pleno visionado por pensamientos impuros. Un acierto, un recato del guión, que al final juega a su favor. La relación entre las dos "mujeres" es irreprochable, y con el avance de la historia, pasa a ser una relacion verdaderamente emocionante por lo que tiene de auténtica: esta contención permite desatar los acontecimientos en la segunda parte de la película, y hacerlo con una coherencia que escucha mucho más a las emociones (también el espectador), que a los hechos. Cuando eso ocurre, no hay ninguna duda, estás ante una gran película, estás ante un ejercicio de hipnosis. Eso es el cine en definitiva.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Uma
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10
9 de marzo de 2010
39 de 42 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta película es única. No creo que se haya abordado antes el tema del amor de un modo tan lúcido y a la vez tan simple. No creo que se haya hecho antes con tanta autenticidad, ni con tanta austeridad. Es un momento de inspiración, lo debió ser cuando fue parida, y lo es para el espectador que conecta con ella. Demuestra que no hace falta más que una cámara para contar algo y proyectar una emoción. Puede que sea precisamente en la simplicidad, en la obligada austeridad con la que el autor tuvo que trabajar para hacerla, donde reside su magia. James Cameron debería ver esta película y comerse con patatas sus millones de Titanic y Avatar, que no le llegan, literalmente, ni a la suela del zapato.
Como en toda buena película, los personajes son fundamentales, y aquí, con un gran trabajo actoral detrás, se nos presentan dos almas de una autenticidad que emociona desde los primeros planos. La empatía con ambos es inmediata. Son tan normales como nosotros, tienen un corazón más o menos bueno, tienen ambos sus pecadillos, sus rincones privados, y están dramáticamente solos. Son tan transparentes que nos llegan al alma. Es un gesto de brillantez por parte del autor el modo en que nos los define. Todos sus actos (por los cuales los conocemos) son intimos y cotidianos, no tienen nada de espectacular. ¿Es que se puede hacer películas con hechos tan cotidianos?, pensaran muchos. Quizás nunca antes se había hecho. Quizás nadie se atreva a hacerlo otra vez. Kieslowki hace la prueba. Quizás solo él tiene el talento para que funcione. La cuestión es que funciona, ¡y como!. Puede que esta sea la gran lección de esta película, lo autentico está, en definitiva, en lo cotidiano, en lo verdaderamente humano, cosas como prepararse un te con prisas, para llegar a tiempo al inicio del mejor momento de un día gris, cosas como dar importancia a la gala de Miss Polonia que ponen en televisión, o los sacrificios del muchacho por estar cerca de su amada: pequeñas cosas, sin batallas, sin enfrentarse a grandes enemigos, sin embargo cosas que se nos antojan gigantescas, y nos muestran la fuerza de sus sentimientos. Y cada uno de esos pequeños gestos cotidianos nos aportan cosas. Los hilos que mueven a los personajes son tan cercanos, que la pelicula se vive como una aventura propia, como si estuvieramos en esas calles polacas, de suburbios soviéticos, donde la belleza parece imposible, como parece imposible en una película tan austera, pero donde brilla quizás mas que nunca. Ese es uno de los mensajes: la belleza no entiende de estética, por paradójico que parezca, está presente en lo más rancio, en lo más rónico, en lo pasado de moda y en lo monótono. Aparece en cualquier parte, y cualquiera, los seres más vulgares, pueden ser protagonistas de la historia más bella jamás contada. Una frase lo resume: "Dices que me amas, entonces, ¿qué es lo que quieres hacer?", dice ella. "No lo se", dice él. No hay filosofía, solo verdad, y por tanto, belleza.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Uma
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9
13 de abril de 2010
39 de 43 usuarios han encontrado esta crítica útil
La vida es sueño (o cine) y los genios, genios son. Aquí y en la luna, ahora y hace mil años. La especie humana es cojonuda. Hoy he vuelto a ver La chaqueta metálica, y mientras la veía, tenía en la boca una risa tonta de placer. Kubrick solo hay uno, y esa es nuestra cruz. No lloramos lo suficiente cuando murió, no fuimos conscientes de lo que perdíamos. ¿Qué es un genio? Aquel que trasciende modas y tiempos, aquel que pasa de todo y va a su bola, contra lo que diga el mundo entero. Aquel que haga lo que haga, impone su ley, pero sin hacer ruido. Aquel que inventa a cada paso. Esta es la historia del señor Kubrick. Cada película que ha hecho, ha inventado algo, se ha desmarcado del resto de la humanidad. No lo busca, eso le convertiría en pretencioso y de algun modo se le vería el plumero. Simplemente es un genio, y le sale. No se le puede imitar. Le dio por hacer La naranja mecánica, y nos dejó flipados. Le dio por hacer Senderos de gloria, e hizo la mejor película bélica de su epoca. Le dio por hacer Barry Lindon, y parece que, 30 y pico años después, estuviera hecha ayer. Le dio por hacer 2001, e inventó el cine moderno. Un dia, en el 87, le dio por hacer Full metal Jacket, y nos dejó otra vez con la boca abierta.
No hay nada anterior ni posterior como esta película, ni siquiera Apocalipsis Now (y eso que esa es otro 9). La primera parte es una lección de cine. Hay que ser un visionario para planear un tramo de película como ese, y conseguir luego que funcione. Durante 45 minutos no hay diálogos, solo gritos, solo instrucción, solo marchas al ritmo de los tacos más desmedidos. No hay conversaciones convencionales con las que penetrar en los personajes. Sin embargo, todo queda expuesto. Las acciones fabrican a los personajes, estos obtienen toda su dimensión de los rincones de la acción, cuando ésta se detiene en ellos. Pocos diran que ese tramo de película es un pedazo de cine digno de catalogarse como obra maestra. Yo lo digo. No hay amor, no hay sexo, no hay épica. Solo hay pura invención cinematografica.
La segunda parte mezcla el realismo y la locura. Puede que ambas cosas sean lo mismo. Todo para llegar a una conclusión contundente. Lo dice el protagonista a través de esa extraña voz en off (también innovadora, pues es una formula extraña, ya que no se presenta al narrador, no nos ubica la procedencia de su relato, sus palabras no se deben a la historia como podría pensarse, sino exclusivamente al personaje): "los muertos solo saben una cosa: es mejor estar vivo", o "la vida es una mierda, pero estoy vivo".
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Uma
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