Las 5 películas de la saga estadounidense de Step Up son como poco interesantes porque cuentan una historia bonita con personajes vitales y bailes formidables. Puede no gustar el baile o el estilo americano, pero están bien hechas.

Pero los primeros minutos de Step Up China (Step Up 6) empiezan con crimen, sangre y cárcel mientras suena música motivadora. Mala elección, peor principio.

El guión continúa con diálogos superficiales y triviales, evidenciándose a cada rato que sólo importa la trama de la mafia y que la amistad y el baile están en un tercer plano. Además, el director trunca cada escena en la que sale un dilema personal, impidiendo que los actores trabajen sus personajes. El director, guionista y montaje son lamentables.

Y he aquí unas cuantas memeces más:
- Todos los bailarines entrenan en los impolutos callejones de su barrio pobre vistiendo coloridas ropas de lujo.
- No se mencionan los nombres ni de la mitad de nuestros bailarines protagonistas.
- El póster de la peli sale dentro de la peli. Pues es papel mojado y mentira cochina, no hay ningún baile épico con agua. Malditos estafadores aprovechados.
- Los pocos bailes que hay duran menos de un minuto, y la peor escena de baile es... ¡la final porque está cortada! Bobos insolentes.

Con un presupuesto de 17 millones de dólares, aunque pueda gustar el estilo chino, es inconcebible e imperdonable que el director y el montador corten el baile final y las actuaciones clave de los protas. Ricos retrasados de m*****.

En resumen, Step Up China es una maladrama de mafias de una calidad tan vergonzosa que empaña la encantadora saga de Step Up. OJALÁ haya menos memos y lamentables chorizos cineastas.

China descalificada por suicidio. AMÉRICA ARRASA.

Tres amigos de Plasencia City, Cáceres (España) huyen del apocalipsis zombie. Cada escenario de la aventura es genuino y está muy bien montado, tremendamente disfrutable.

Los protagonistas y los personajes secundarios son divertidos, empáticos y fieles al buen humor español al lema de ¡coge un palo o algo! A quien la vea, sacará grandes risas y buen disfrute con sus trabajadas coreografías de acción, momentos tiernos y un guión currado.

Por todo eso, Chronicón Z es indudablemente mejor que varias películas hollywoodenses de presupuesto cien-millonario que aún son recordadas con pavor y horror por la inmensa mayoría del público: gran muralla, 4 fantásticos (2015), la momia (2017) y Capitana Marvel.

Pudo haber sido mejor si no fuera pegi 7 (cero sangre), si la actuación de la prota fuera mucho menos sosa y si el final hubiera sido cerrado.