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España España · San Sebastián
Críticas de RavenHeart
Críticas 517
Críticas ordenadas por utilidad
7
24 de octubre de 2012
36 de 39 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ben Lewin (“El Favor, el reloj y el gran Pescado”) firma la dirección y el guión de esta producción que seduce a audiencia y crítica allá por donde pasa, no en vano se alzó con el galardón del público en los festivales de Sundance (donde también obtuvo el premio al mejor reparto) y en la 60 Edición del Festival Internacional de San Sebastián donde participó en la sección “perlas”.

“Las sesiones” nos cuenta la historia de Marc O’Brien, un hombre que pese a estar condenado a vivir conectado a un pulmón artificial lucha desde su juventud para tener las mismas oportunidades y éxitos que cualquiera. Ya adulto y obtenidas todas las metas que se había marcado se sumerge en un nuevo reto, la redacción de un artículo sobre cómo viven el sexo las personas discapacitadas, siendo él mismo virgen. Para ello se pondrá en contacto con otras personas de su condición, y con alguien que le cambiará la vida, una terapeuta sexual…

De nada serviría el hábil guión de la película que induce a la sonrisa y empatía sin unas interpretaciones veraces y cercanas al público, sin unos actores capaces de transmitir emociones universales y regalar actuaciones que pese a lo dramático de la situación sepan despertar una completa ternura. Y en el caso de “Las Sesiones” el equipo de actores al completo está sobresaliente, y por encima de todos ellos, el trío protagonista borda tres personajes inolvidables.
Por un lado tenemos a John Hawkes (“Winter’s Bone”, “Martha, Macy, May, Marlene”) como el protagonista, Marc O’Brien, un papel digno de galardón que aleja a este actor de sus trabajos anteriores donde mostraba un aterrador lado oscuro para crear ahora un personaje íntimo y cercano que juega inteligentemente con las emociones de la audiencia utilizando no más que su rostro donde se centra toda la expresividad que un cuerpo “inerte” le niega. Junto a él una estupenda Helen Hunt (“Mejor Imposible”, “La maldición del escorpión de Jade”) dando vida a la terapeuta, que da forma a una de las mejores interpretaciones de su carrera, valiente, desinhibida, verdadera, sencilla y emotiva, un papel a recordar. Cerrando el triángulo encontramos a un eterno secundario, William H. Macy (“El inocente”, “Cerdos Salvajes”), que encarna al sacerdote confidente del protagonista y nos permite, en sus impagables charlas adentrarnos en la psique, sueños, pesares y temores de los personajes de una forma natural y llena de humor.

Una película pequeña, una mirilla a la intimidad no sólo carnal sino emocional de alguien limitado por los físicos problemas a través de cuya tierna mirada podremos observar lo que se esconde tras aquellos que le rodean y poner en entredicho lo que de verdad importa en las humanas relaciones. Tierna y amable de ver. Interesante.

-Enoch-
www.raven-heart.com
RavenHeart
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5
23 de octubre de 2012
49 de 66 usuarios han encontrado esta crítica útil
Paolo y Vittorio Taviani vuelven sorpresivamente a ponerse tras las cámaras con este arriesgado proyecto entre la realidad y la ficción a través del carcelario y shakesperiano drama por el que han recibido reconocimientos como el Oso de Oro en el Festival de Berlín, 5 premios Donattello de la academia italiana de cine y les ha abierto las puertas al circuito internacional de festivales de primer nivel.

La película nos ubica en una prisión italiana donde los condenados se enrolan en un nuevo proyecto, la interpretación de una de las más famosas obras de Shakespeare, “Julio César”. La preparación, los ensayos, la interiorización de los personajes se sumará a su vida diaria haciéndose parte de ella, parte de ellos y demostrándoles que al arte no hay muros ni prisiones que lo contengan.

Arriesgada y meritoria bebe de la realidad misma para su puesta en escena. Actores no profesionales, presos reales, situaciones vividas en una cárcel real… todo se combina con una autenticidad y veracidad sobresalientes que dotan a la narración de un tono documental que se erige como contrapunto a los versos de Shakespeare que conforman el guión de la película.

Es quizá en el otro lado de la balanza donde la película chirría. Si bien en lo real la película es destacable, en el factor dramático de la misma se mantiene todo el tiempo a una distancia demasiado lejana. No profundiza en las emociones de los presos, en la identificación de los mismos con sus personajes en la obra, en cómo la introducción del arte en las vidas de los condenados les hace, en cierta forma, más libres.
Se presentan las ideas, y claras quedan, pero de una forma demasiado analítica y superficial, no hacen a la audiencia meterse bajo la piel de los presos, en sus pensamientos y emociones, sino que le hace observarlos desde el patio de butacas, a través de las rejas, y eso, a mi entender, resulta mejorable y podía haber hecho de “César debe morir” una película mucho más completa, interesante y amena de ver.

Meritoria en una parte, insuficiente en la otra. Aceptable, interesante, pero en mi opinión, sobrevalorada.

-Enoch-
www.raven-heart.com
RavenHeart
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7
14 de abril de 2011
42 de 55 usuarios han encontrado esta crítica útil
Desde las antípodas llega este film de terror firmado por el director Andrew Traucki con el que se consolida ya dentro de este subgénero de horror con animales. Nos llevó a los pantanos australianos con su anterior film “Black Water”, centrado en un grupo sitiado por cocodrilos y ahora nos arrastra a aguas más profundas y a escalofríos y tensión más inquietantes en compañía de tiburones.

El argumento, que parte de acontecimientos reales, es sencillo. Un grupo de amigos que parte en barco a visitar, en Australia, uno de los arrecifes más hermosos del mundo, una tragedia que no se hace esperar. Como todo lo bello, los corales tienen doble filo y la embarcación termina naufragando. Dudas, discusiones entre el grupo superviviente, y una arriesgada decisión, nadar hasta la incierta costa más cercana… El trayecto no puede ser más duro, ni más solitario… hasta que una presencia bajo las cristalinas aguas, un gran tiburón blanco decide acompañarles.

Este proyecto poco o nada tiene que ver con otros tantos “basados en hechos reales” de pobre factura, efectismos baratos y nulo interés. En “The Reef” encontramos un guión verosímil, unas filmaciones acuáticas de gran calidad, unas interpretaciones más que aceptables… una conjunción de ingredientes equilibrada que consigue una atmósfera de autenticidad que traspasa la pantalla, un halo de inquietud que hace que el espectador sufra con los náufragos hasta el último instante.

Mucho se ha comparado este film con la no muy lejana en el tiempo “Open Water”, ambas parten de premisas similares, hechos acontecidos en la realidad, bajo presupuesto… pero, para mi gusto, pese a que el trabajo que nos presenta Andrew Traucki es más cinematográfico y menos documentalista (aspecto al que se le presupone dotar al film de más autenticidad e implicación por parte de la audiencia, y era una baza con la que jugó “Open Water” para su producción y campaña publicitaria) su atención al detalle, a la atmósfera, coherencia y verosimilitud de cada aspecto mostrado, técnico o interpretativo, la sitúa muy por encima de su antecesora en credibilidad, ritmo y generación de catarsis en aquellos que se atrevan a sumergirse con él en estas aguas mortales.

Sorprendentemente recomendable, una prueba de que el subgénero del terror con animales, y especialmente con tiburones, no ha muerto, aún resta terror bajo las insondables aguas.

Enoch.
RavenHeart
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7
15 de octubre de 2012
34 de 39 usuarios han encontrado esta crítica útil
El prolífico y aclamado director Ken Loach (“En un mundo libre”, “El viento que agita la cebada”, “Mi nombre es Joe”, etc) firma una comedia agridulce sobre la redención donde mezcla sonrisas con ácida crítica social. Esta película le ha reportado diversos éxitos, entre ellos el premio especial del jurado en el Festival de Cannes y el premio del público a la mejor película europea en el Festival Internacional de San Sebastián.

El film nos narra cómo un peculiar grupo de jóvenes de Glasgow es condenado a realizar trabajos sociales como sentencia a los distintos delitos cometidos por todos ellos. El responsable del grupo y su labor, Harry, establecerá una cercana relación con todos ellos, y en especial con Robbie, quizás el más problemático de ellos, pero empeñado, tras el reciente nacimiento de su hijo, en reformar su vida y cambiar radicalmente para crear una familia estable. Añadido a sus actividades, Harry introducirá al grupo en la cultura de la cata de whiskey, despertando su interés, así como unas inesperadas habilidades en Robbie… pero lo que parecía una excursión anecdótica traerá consecuencias…

“The Angels’s Share” cuenta con un equipo de actores en gran parte noveles, rostros desconocidos que dan forma a unos personajes cercanos, cómplices con el espectador y son hábiles creadores de sonrisas por la verosimilitud de sus interpretaciones (aderezados con alguna un tanto caricaturizada pero que regala los momentos más hilarantes y divertidos). La historia se nos narra de una forma fluida gracias al guión de Paul Laverty, que si bien puede resultar predecible o poco arriesgado, si es efectiva en cuanto al entretenimiento se refiere.

Si bien el tono del film es ligero y amable, la firma de Ken Loach deja el poso de una subyacente crítica, un sonriente toque de atención sobre la actual situación socio económica y el impacto sobre las vidas, usos y costumbres de la juventud.

Una comedia sobre la voluntad y posibilidad de redención, el crecimiento personal, la solidaridad en la amistad y el agradecimiento a las manos que el destino pone en el camino. No es la mejor obra de la filmografía de su director, pero sí que es un producto de calidad, de fácil y agradable consumo que entretiene y divierte sin ser otra “comedia tonta” sino cargada de valores. Interesante.
RavenHeart
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8
2 de diciembre de 2010
26 de 26 usuarios han encontrado esta crítica útil
Entretenido y divertido film con la exuberante Cassandra Peterson (Elvira) como protagonista.
Película de culto para los amantes del género de serie B, (en realidad es una parodia de este tipo de películas).
Elvira es todo un personaje de culto, que protagonizaba un programa de televisión en Estados Unidos en los años 80. El personaje está basado en otro mucho más anterior llamado Vampira (es el contrapunto macarra al glamour rancio de esta).
La película de "Elvira ,Mistress of the Dark" se rodó en 1988 , en ella Elvira trabaja como presentadora en un show de películas gore de serie B, aunque su sueño es ser bailarina en Las Vegas, por lo que cuando le llega la noticia de que ha recibido la herencia de una tía lejana, no duda en dejar su trabajo e irse hasta Falwell, un pequeño pueblecito chapado a la antigua, donde descubre que la herencia se basa en una mansión, un perro y un libro que resulta ser algo mas que un simple libro de recetas de cocina.
Decir como nota curiosa que cuando se estrenó en televisión en España a principios de los noventa fue líder de audiencia aquella noche.
¿Qué comentar sobre este pedazo de película de culto? Casposa, cachonda... ¿Quién no querría tener a Elvira entre sus amistades?
Grandes momentos de cine de puro cachondeo para no olvidar como su perro, su baile en Las Vegas, el flash de su infancia... demasiados para enumerarlos todos aquí.
Una visita obligada a un clásico de la Serie B. Imprescindible.
Stuart & Enoch
RavenHeart
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