Basura en estado puro sin conservantes. Un producto muy representativo del luctuoso panorama del cine y de la cultura y el arte en general en los tiempos de la globalización. Cuando se confunden los conceptos, se habla de “multiculturalismo” (como si el mundo nunca antes hubiera sido culturalmente plural y diverso) o de “fusión” (lo que antes se conocía como eclecticismo).

La filosofía cutre-salchichera de “Matrix” es un ejemplo paradigmático de lo que actualmente se entiende por “fusión”, que consiste en introducir un tomate, o lo que es aún peor: una morcilla, en el arroz con leche. La canela sobre la morcilla sería “la guinda”. Ni el peor garrafón aliado con la noche puede confundir tantos las mentes del desconcertado y culturalmente desvalido ciudadano medio de esta orilla de río Bravo como este pretencioso bodrio cinematográfico (y sus secuelas).