No entiendo tanta inquina. A ver, es cierto que no pasará al Olimpo de las comedias francesas, que sabemos a kilómetros qué va a pasar al final de la peli, pero cumple con su propósito, es fresca, divertida (las escenas de cama son desternillantes) y cada uno del cuarteto es lo suficientemente profundo para que ninguno de ellos se robe la película, es un buen entretenimiento ideal para cualquier momento.

Lucía Alemany consigue que una película prácticamente rodada en exteriores consiga ser asfixiante. El novio, la madre, el padre, los vecinos, los amigos... es todo tan hermético y cerrado... Asfixia la verdad y creo que es todo un logro de Lucía.

Como dice alguna que otra crítica profesional, esta película es otro clon de la batería de pelis de temática de intercambio de cuerpos: Big, Ponte en mi lugar, Change-Up, 17 otra vez y un larguísimo etcétera.

El principal problema de todos estos clones es el papel del adulto que hace de niño. Hay que darse cuenta de una vez que un niño no es un retrasado, que es el papel que hacen todos y todas los actores y actrices principales de estos clones. incluido Tom Hanks en su aclamado Big (hay que reconocerlo por favor, su amigo pelirrojo parecía mucho más maduro que él). Judge Reinhold no es una excepción, de hecho diría que es uno de los más retrasados de toda la lista de clones.

Aún así, esta película merece destacar de las demás gracias al papel de Fred Savage, está sencillamente genial como un adulto treintañero en el cuerpo de un crío de 11, con mucha madurez y desparpajo. La película es él, aunque el protagonista estelar sea Judge Reinhold haciendo de retrasado. Fred Savage es la verdadera estrella en la sombra.

Del mar de clones, pueden quedarse con Big (por el caché del protagonista) y con Viceversa, con eso ya tienen el cupo más que cumplido.

Por cierto, de acuerdo con otras críticas aficionadas que he leído, pese a las malas calificaciones, estás ante una película que recordarás pese al paso del tiempo.

En lo que se refiere a los casos del detective belga, Hércules Poirot, muchos mencionarán "Asesinato en el Orient Express" o "El asesinato de Roger Ackroyd" como sus mejores casos. Pero yo siempre he puesto entre mis favoritas a "El Misterio de la Guía de Ferrocarriles" (Aunque yo prefiero la traducción literal "El Asesino del Abecedario", tiene más gancho), así que esperaba esta miniserie con expectación al haber sido adaptada sólo una vez ("Detective con Rubia" no cuenta) en comparación con otros casos de Poirot, me refiero a la serie con David Suchet de protagonista, que me deja bastante satisfecho.

Bueeeenoooo... Tiene sus pros y sus contras... No me importa que se dé otro enfoque a Poirot como comentan en otras críticas, es normal creo yo que le quieran dar un toque distintivo. También hay imágenes poderosas y el aumento de la producción también está muy bien. El problema es su ritmo monótono y su ambiente umbrío y melancólico, presente en todo el metraje, que lo vuelve aburrido, tedioso y propenso a que se te cierren los ojos.

No obstante, este producto tiene una moraleja. Si ya estás complacido y contento con lo que hay ¿para qué ilusionarse esperando más? No hay necesidad teniendo a David Suchet.

Atraído por sus buenas referencias como un buen ejemplo del humor negro y absurdo, acabo de ver Heathers con bastante interés, pero he de reconocer que estuve a punto de dejarlo a mitad del metraje.

Me gusta mucho el humor negro y absurdo, precisamente por eso no puedo darle una buena puntuación a esta película donde las conversaciones no son absurdas, sino ridículas y pesadas, el humor es de muy mal gusto y las interacciones, entre estudiantes, entre estudiantes y sus padres, entre profesores, entre profesores y sus alumnos, son muy tontas. El personaje de Slater es pesadísimo (muy pesado con sus monólogos), aunque en realidad todos lo son en cierto grado. No utiliza el absurdo de manera brillante, sino lenta y aburrida. No veo demasiadas razones para su fama. Quizás porque un pequeño grupo comenzó a decir que era de lo más "cool" y hay que seguir la tónica para no desentonar, o quizás porque ha envejecido mal.

Muy prescindible y fácilmente olvidable.