Serie engañosa. Empieza bien, se desarrolla bien, pero, pero pero, llegando ya el quinto capítulo (de los seis) uno se va preguntando cómo van a unir las dos trama principales. La serie casi termina, y no sabemos bien a donde va una de las tramas, mientras que en la otra comenzamos a ver acciones absurdas, y decisiones que, solo un tonto se atrevería a tomar.
Llegamos al capítulo 6, y, de repente cierran una de las tramas, de manera tan torpe que da pena. Faltan 10 minutos, y aún no entendemos qué pasó con la otra trama y…la verdad era mejor no saberlo, porque es tan ridícula la explicación que genera enojo el tiempo perdido en el visionario de este bodrio televisivo.

Realmente malísima.

La verdad es que me gusta Alex de la Iglesia pero esta producción tiene tantos fallos que cuesta pasarlos por alto aún con un esfuerzo grande.
Creo que lo que más me ha molestado fueron los numerosos cortes entre escena y escena, que te sacan de clima y desconciertan.
En un momento de tensión hay 3 personajes relevantes y uno está en peligro, luego, sin que se resuelva la cuestión, aparecemos en otra escena donde solo están dos de los 3 charlando como si nada (y así muuuchas escenas más) pero lo peor es que no hay una justificación para eso, no es que luego te dan una explicación plausible, sino solo “acortaron” camino (y de paso el clímax) Los personajes aparecen, desaparecen y vuelven a aparecer en lugares o situaciones a las que vaya a saber uno como llegaron, y todo esto ya llegando al final llega a ser agotador.
La temporada está plagada de muchas ideas que luego quedan tooodaaass en el aire, como por ejemplo un monstruo que en Stranger Things dura 8 capítulos y acá dura uno solo aparece y “se desarrolla” en forma absurda para desaparece de igual manera y así capítulo tras capítulo en el que uno sigue haciendo la vista gorda y tratando de abstraerse, hasta que llegado los 3 últimos capítulos ya todo esto provoca mucho fastidio.
Ni hablar de los personajes…que salvo el de Megan Montaner y quizá el cura en algunas ocasiones (porque no es el actor sino el guion que hace que el personaje no provoque nada), los demás están para el olvido.
El final dentro de todo estuvo bien.
En fin…le doy un 4 solo porque es de Alex la Iglesia.

Fantaghirò, una serie de cinco películas fantásticas italianas, basada en un cuento tradicional recogido por Italo Calvino (que recuenta la historia de la doncella guerrera).

Dichas películas fueron filmadas entre los años 1991 y 1996, y si bien tuvieron mucho éxito en Italiana y en Alemania, no son muy conocidas por el resto del público general, a pesar de haber sido emitidas en varios países de Latinoamerica.

A nivel producción, su presupuesto es bajo, no obstante la magia de la historia y el magnetismo de sus personajes, hace que uno se enamore de ellas (al menos de las tres primeras entregas).

Es de destacar que entre los actores se encuentra, Angela Molina, como la bruja blanca, un buenmosísimo Kim Stuart Rossi como el prícipe Reinaldo, y una deslumbrante AlesSandra Martines como la princesa Fantaghiró.

La magia de internet, hace que todos los que alguna vez vieron y amaron esta serie- que hoy es prácticamente imposible esperar que emitan en un canal de aire o cable nuevamente, y más imposible aún conseguirla en latinoamerica editada en DVD (de hecho siquiera en VHS creo que pueda alguien conseguirla)- tengan la oportunidad de volver a verla.

Para finalidad diré que la banda sonora de la saga, compuesta por Amedeo Minghi es hermosa.

5 cm por segundo o, “La historia de cómo perder tu vida quedándote anclado al pasado”

La verdad que más allá de lo bello de la animación en sí, lo logrado del aire poético y sentimental que las imágenes componen con la historia, la película no me gustó. Me saturo lo plano y depresivo del personaje principal.
El personaje masculino es totalmente depresivo, y no se anima a jugarse por lo que siente,
(siquiera de adulto) y luego vive todo el resto de su vida torturándose por lo que no hizo. Calculo que puede despertar el interés de aquellas personas que, quizá sin llegar a esos extremos (o justamente por llegar a ellos), pasaron por alguna experiencia similar, pero a mí, me provocó aburrimiento.
Porque no sólo elige conscientemente quedarse anclado al pasado, sino que tampoco es capaz de dar un corte a la relación que mantiene con la chica nueva que lo ama obsesivamente, y que según perfila, va a perder su vida obsesionado con alguien que ama a otra persona.
Realmente me pregunto si hay algo que rescatar de estos personajes más que gente temerosa, culposa, obsesiva y enferma? Y creo que la respuesta es nada.
Se qué históricamente “El Romanticismo” como movimiento artístico, se caracterizó justamente por exaltar la tristeza profunda, la desilusión vital, la oscura melancolía, lo efímero de la felicidad y, dentro de estos cánones, esta obra encaja perfectamente, pero…la verdad a mí tanta actitud enferma, me genero rechazo y aburrimiento. Y eso que las obras con esta aura melancólica suelen gustarme! Pero aquí no hay caso.

Me gusta la idea general de pensar “que hubiera pasado si”, pero el mensaje que la historia anuda (el quedarse estancando en vez de tratar de seguir adelante), no.

No obstante, se que en la vida cosas así suelen pasar, y está historia lo refleja bastante poéticamente.
Así que, a aquellos que puedan empatizar sobre todo con el mensaje final (ese regodeo en las actitudes enfermas, en cierto punto romantizandolas), les va a encantar.

Creo que las opiniones tan buenas de la crítica especializada, tienen más que ver con reivindicar cualquier película que trate sobre la discriminacion racial y la violencia policial contra una minoría étnica, que por el desarrollo, coherencia y final de la película en si misma.