Rebelde, inconformista, soñadora, tenaz, alegre, fuerte, viva... así es el personaje principal, y así te hará sentir.
Una banda sonora, apaciblemente bella.
Hay personas, que sólo comprenden a edad avanzada, lo que sus madres, con tanto amor, les intentan hacer ver cuando son jóvenes.
Madre no hay más que una, y un amor como el suyo, no se vuelve a encontrar jamás.

¿Quién puede mirar a otro a los ojos, y afirmar que su padecer es más importante o prioritario que el suyo?
¿Qué sucede cuando dos personas que creen haberlo perdido todo, se dan cuenta de que juntos, pueden volver a crear ese todo?
No lo duden ni por un momento, y vean la película para averiguarlo.

Entretenida, sencilla y apacible, a pesar de tratar una temática bastante explotada.
Recomendable para que, aquellos aficionados y detractores de esta pasión llamada fútbol, comprendan lo que realmente significa y hace sentir. Que el fútbol, no son sólo 22 millonarios en pantalón corto corriendo detrás de un balón.
El fútbol es vida, pasión y sentimiento, cuando se practica para lograr metas más altas que el vil metal.

Se dice, que en todo ser humano confluyen el bien y el mal, y aunque jamás podamos eliminar ese mal, si que podemos arrinconarlo hasta convertirlo en inerte. Pero ante la necesidad de alcanzar la paz, ya sea mundial o interior, se plantea un gran dilema, como alcanzarla sin arrebatar la vida de aquellas personas que nos lo impiden. Está claro que únicamente utilizando la mayor fuerza del universo, la única que no puede ser destruida, el Amor.

Este film es la expresión de los sentimientos y las pasiones más profundas del ser humano, para bien o para mal. Con un final oscuramente brillante.
Con gran sutileza logra hacerte sentir... o quizás debería decir, vivir, esa realidad que nos rodea y a la cual no prestamos demasiada atención, ya que preferiríamos que parte de ella fuese tan solo, una pesadilla pasajera.