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Críticas de Antonio Blovk
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Críticas 7
Críticas ordenadas por utilidad
7
23 de diciembre de 2005
18 de 21 usuarios han encontrado esta crítica útil
A la hora de afrontar la escritura y realización de una película, se puede optar por recorrer caminos trillados, huyendo de todo riesgo; elegir la conformidad de lo que ya ha funcionado, de productos que cualquier profesional del cine con cierto oficio puede llevar a cabo. Pero hay otra opción, la de plantearse proyectos de una mayor complejidad, exista ésta por la dificultad de contar la historia, por la posible reacción negativa de un público predispuesto a algo o por infinitas circunstancias que pueden rodear a toda producción. En el caso del biopic del cantaor Camarón, que llega ahora a los cines de toda España de la mano del director Jaime Chávarri, se han tomado riesgos. No es tarea fácil adaptar a la pantalla la vida de uno de los mayores artistas (si no el mayor) de este país, quien cuenta con incontables seguidores y cuya vida, además, estuvo plagada de sombras.

Pero allá que se han lanzado unos valientes y han sabido manejar la apuesta, aunque no han hecho ni mucho menos la película perfecta o soñada. Ese riesgo del que hablaba ha podido pesar en ciertos aspectos del film. Hay en el guión una estructura un tanto extraña, o se podría afirmar directamente que está desestructurado (sin pretenderlo). Esto conduce inevitablemente a algunos baches narrativos, que dificultarán tremendamente la visión de la cinta a aquellos que no estén muy interesados en la vida del genio. Por otra parte, las intenciones de los responsables de Camarón no están del todo claras, ya que no se centran a fondo en su obra pero, al mismo tiempo, importantes momentos de su vida son ignorados (como ejemplo, nada menos que la muerte del artista).

Pero por encima de todos estos aspectos se encuentra el maestro, un personaje que está por encima de esta película (y de muchas más). Y eso que se puede reconocer su valentía, se debe premiar a sus actores sin excepción (perfecto Óscar Jaenada, estupenda Verónica Sánchez, a quien nunca se dará todo el reconocimiento que merece debido a su discutible periplo televisivo) y son evidentes los magníficos medios técnicos de los que se han dispuesto. Pero lo mejor de la película, las partes más bellas de la misma, se las ha regalado la vida del de San Fernando. Cuando inicia su relación con Chispa, o el momento en que sale a cantar en París tras conocer que padece cáncer ponen los pelos de punta. Y la importancia de Camarón, que queda reflejada en las escenas de grabación de su revolucionario e imprescindible álbum La leyenda del tiempo, levanta el resultado de todo el conjunto fílmico.
Antonio Blovk
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4
23 de diciembre de 2005
16 de 22 usuarios han encontrado esta crítica útil
Vuelve el director Montxo Armendáriz a las tierras rurales del norte de la península que tan bien parece conocer en su nueva obra, en la que adapta la colección de relatos cortos de Bernardo Atxaga Obabakoak. Ya nos contó historias referentes a estos parajes en algunas de sus cintas anteriores, como en la muy premiada y reconocida Secretos del Corazón y en su anterior largometraje, la injustamente olvidada Silencio Roto. En este caso introduce un nuevo elemento en la narración; se trata de la magia, que salpica la historia, y que lleva a la película a un género cercano al realismo mágico. Pero precisamente es otra magia, la que permite a algunas películas lograr una mayor emoción en el espectador, y que sí aparecía en sus otras obras antes mencionadas, la que brilla aquí por su ausencia.

Y es que esta Obaba que nos ocupa tiene como mayor característica su extraordinaria corrección, que aquí termina siendo sinónimo de sosez. No hay nada en la película que la haga despegar hasta donde probablemente podría haber llegado. No está mal el guión, pero en algunos momentos está muy poco acertado y en general contribuye enormemente a la falta de gracia de la película, previsible en ciertos momentos de la trama. Javier Aguirresarobe vuelve a demostrar su talento como uno de los más grandes directores de fotografía del país, pero aquí se extraña la mayor genialidad de otros de sus trabajos (inolvidable su labor en Los Otros, de Alejandro Amenábar). El reparto cumple su cometido sin grandes alardes: a Pilar López de Ayala no le ha sentado bien ganar el Goya, Eduard Fernández ha tenido mejores actuaciones (aunque también es verdad que tiene que llevar el peso del relato menos logrado) y Juan Diego Botto no pasa del aprobado. Mención aparte merecen ciertos fallos en la elección del reparto. La bellísima Bárbara Lennie puede llegar a ser una actriz importante, pero no es lógico cargar con el papel central de la película, el que guía al espectador, a una actriz novel y aunque en algún momento salva los muebles, en otros se nota con claridad su inexperiencia. Respecto a los muchos niños que intentan actuar en la película, en los flashbacks principalmente, es muy notoria su mediocre labor. Es de todos sabido que es difícil sacar buenas actuaciones de niños, pero en otros filmes han podido conseguirlo y aquí se han quedado lejos de hacerlo.

Lo cierto es que no se puede despreciar tampoco a Obaba por completo. Se deja ver con cierto agrado y mantiene el tipo, pero uno sale de la sala más o menos como entró. Con tanta corrección no se puede permanecer en la mente del espectador.
Antonio Blovk
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