Haz click aquí para copiar la URL
España España · Marbella
Críticas de SUSTOVISION
<< 1 2 3 4 10 11 >>
Críticas 53
Críticas ordenadas por fecha (desc.)
1
6 de octubre de 2016
5 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hoy os voy a plantear una pregunta filosófica: ¿Existe dios? Y si existe ¿por qué permite la existencia de películas tan malas como la que voy a comentar a continuación? El engendro fílmico se intitula “Desaparecidos sin rastro”, "Left Behind" o La última profecía (no confundir con "Mothman, la última profecía", que es otra joya de película). La película, ya lo veis en la portada, está protagonizada por un señor que parece que tiene una máscara de plástico y medio calva de Nicolas Cage, y está dirigida por Vic Amstrong, que afortunadamente para la vida humana solo ha hecho 3 películas.
Entremos en harina: ¿De qué va la peli? Pues para los que hayan visto la genial serie de televisión “The Leftovers”, el "leit motive" les sonará bastante: A la media hora de comenzar la película (la media hora máááás larga de toda mi vida), desaparecen de pronto, millones de personas en todo el mundo ¿Qué ha pasado? ¿dónde han ido? ¿Quién es el causante? ¿Por qué Nicolas Cage no levanta cabeza y hace estas películas infumables?
Cuate que aquí hay tomate: ¿Sabéis quién era el reverendo Timothy Frances LaHaye? fue un telepredicador evangelista norteamericano que creía en la homosexualidad era una enfermedad que podía ser curada, estaba en contra de organizaciones feministas y defensoras de los derechos civiles porque decía que eran en realidad organizaciones de ilumminatis que querían convertir a Estados Unidos en un país comunista y ateo, y encima recibió dinero de la secta Moon, caracterizada por hacer lavados de cerebros y producir películas para comerle el coco al resto del mundo (como la peli “Inchon”, rodada por mandato divino y protagonizada por Laurence Oliver, que le pagaron una pasta buena). Pues bien, este paradigmático reverendo de película de sobremesa de Antena 3, esta joya de individuo, fanático religioso y zumbao a tiempo completo, escribió el libro del que está basado esta película, y que ya en el 2000 fue llevada al cine en una saga de películas protagonizadas por otro fanático religioso, Kirk Cameron, el de los problemas crecen, que parecía bueno pero es un ultrareligioso inquisidor que ni come ni deja comer.
Pues bien, los que han tomado la decisión de hacer otra nueva película en el 2004 se ve que piensan que el mundo está sumido en el pecado más absoluto y que, para redimirnos, nos tienen que enchufar panfletos como esta película, que es para buscar la pared más dura que encuentres y darte con ella hasta que finalicen tus procesos cognitivos y la olvides definitivamente.
De protagonista está Nicolas Cage, que interpreta a un pecador en potencia, porque tiene pensado serle infiel a su señora esposa (que es una zumbada ultraevangelista y que, por supuesto, tiene billete para el cielo). Por el mero hecho de planificar una cornucopia, el pobre Nicolas se queda en la tierra. ¿Y quiénes más se quedan en la tierra? Pues una azafata, la que Nicolas Cage se quería pasar por la piedra, que la pobre ni siquiera sabía que Nicolas estaba casado, pero en fin; también se queda en tierra un musulmán, por infiel; un enanito con mala hostia; un reportero escéptico; la hija de la zumbada, que se ríe de los evangelistas y al final lo paga caro; una abuela con demencia senil, motoristas roba-bolsos y demás gente de mal vivir.
Y eso es todo: trama y música de telefilm barato, con un mensaje infantil evangelizante y diálogos redactados por fieles de la secta Moon.
Lo más esperpéntico (y esto es verdad, no es un fake) es que en la página oficial de la película, ¡piden dinero para rodar la segunda parte! (supongo que, de regalo, sortearán un viaje a Corea del Sur para que visites las instalaciones de la Secta Moon).
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
SUSTOVISION
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
2
4 de octubre de 2016
Sé el primero en valorar esta crítica
Coge una cámara, reúne a unos cuantos amigos, vete al campo, escribe en un guión todos los tópicos de las pelis que te gustan y rueda "The Bride" de Marcello Daciano, que hay que tener el ego como la pantalla de un cine para atreverse a firmar este engendro de film (por llamarlo de alguna forma).
Tomando como punto de partida "I spit in your grave" (el original o el remake, tanto da, las dos tienen escenas de violencia explícita y misógina repugnantes), el bueno de Marcello se marca una mezcla de Kill Bill, Pocahontas y "la Jungla de Cristal", con giros de guión esperpénticos y con una trama previsible que sabes desde el minuto 20 lo que va a pasar al final. La venganza nunca fue tan cutre.
La peli empieza bien, con unos actores de cartón piedra, pero bueno, tiene sus escenas bonitas, sus amores, sus cariños, sus despelotes, etc. Pero en el momento en que los matones más inútiles del condado hacen acto de presencia, la película se muestra como es: un trabajo primerizo con todos los defectos del director novato. Vamos a ver, si no sabes dirigir escenas de acción con sus tiros y sus hostias, no las dirijas, y si encima los efectos especiales no son ni efectos ni especiales, quedas paupérrimo total. Y si a eso le unimos un tomahawk de plástico y mucha mercromina, la cosa queda siniestro total.
No hay por donde cogerla. Ni unas risas te puedes echar con ella, ya que tiene escenas misóginas repugnantes que denotan un machismo mal disimulado (por mucho que después la protagonista se vengue en plan bestia total).
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
SUSTOVISION
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
8
10 de septiembre de 2016
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
En esto del cine, cuando el dinero escasea hay que agudizar el ingenio al máximo para superar las limitaciones del escaso presupuesto y hacer una película interesante. La mejor manera de conseguirlo es modificando la forma de narrar la historia y alejándose de los caminos tradicionales y costosos (muchos actores, variados decorados y localizaciones, calidad de las cámaras, rodajes extensos, etc). Y de esta manera tan chula se hace de la necesidad virtud y se crean obras innovadoras, atípicas y fuera de lo convencional. El cine de terror está abonado para estos experimentos, porque estos enfoques son muy directos y realistas y la espectacularidad está a flor de piel. Para más inri, las campañas de promoción de estas películas suelen ser sensacionalistas y más exageradas que yo (que soy andaluz), haciendo incapié en la experiencia extrema que significa ver la película (y en ocasiones muestran escenas del público gritando presa del pánico). For example, tenemos las conocidísimas "El proyecto de la bruja de Blair", "REC", "Monstruoso" o "Paranormal Activity". Pues bien, "La casa muda" entra dentro de este grupo, así que avisados quedáis, porque estas películas no tienen término medio: o las odias o las amas. Muchos se quedan hechizados por el tratamiento directo de las escenas y otros piensan que es una estafa o la opera prima amateur de un estudiante de cine. Por ello, si te gustan las películas con su planteamiento, nudo, desenlace, con sus planos y contraplanos y sus buenos millones invertidos en el film, a lo mejor no te gusta el largometraje de Gustavo Hernández. Que conste que a mí sí me gustó un montón.
"La casa muda" es un ejercicio de tensión constante salpicada por varios sustos potentes que te haces caquita. Realizada en varios planos secuencia (aunque digan que está hecho en un solo plano secuencia, la verdad es que no me lo creo), la película narra en tiempo real (o sea, que no hay elipsis ni intervalos de tiempo muertos ni acotaciones en plan "Y una hora después...") una actualización de unos crímenes reales ocurridos en Uruguay en 1941 (aunque la adaptación es muy suya y me parece que poco tiene que ver con lo que ocurrió realmente). Tras una breve y genial introducción (la protagonista se acerca lentamente a la casa), la película se centra exclusivamente en el tormento y la angustia que pasa la muchacha dentro de la casa. No obstante, que nadie espere ver bestialidades plan Saw 80 ni mucho menos. El terror de "La casa muda" es un miedo más contenido y sugerido, plasmando la inmediatez de una amenaza que está a punto de surgir, el horror constante de saberse atrapada y a merced de un asesino. Cámara en mano y con un planteamiento indisciplinado, el director nos sumerge, junto a la protagonista, en una experiencia aterradora, ya que nosotros, los espectadores incautos y masoquistas, acompañamos a la muchacha en su periplo por la casa de los cojones, y los sustos que se lleva ella también nos lo llevamos nosotros en primer plano. La película no da cuartel, la angustia es palpable y la tensión casi insoportable y muchas veces el espectador no puede evitar taparse los ojos y esperar con nerviosismo a que pase el mal trago. Indudablemente, la protagonista del film, Florencia Colucci, tiene una importancia capital en el éxito de la película, ya que su actuación realista la aleja del principal fallo de estos proyectos: la sobreactuación.
Resumiendo: "La casa muda" es una gran película de terror y suspense, con un par de sustos increíbles y un desarrollo verosímil e inquietante. Pon el volumen de la tele al máximo y a disfrutar.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
SUSTOVISION
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
5
10 de septiembre de 2016
9 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Juan Piquer Simón (1935-2011) fue un gran maestro artesanal del cine exploitation y comercial, al mismo nivel que otras leyendas cinematográficas como Lucio Fulci, Amando de Ossorio o Mario Bava. Sujeto a un país y a una coyuntura industrial determinada, muchas veces debía supeditar su talento y su imaginación a las exigencias comerciales y a las modas pasajeras, imitando y fusionando estilos en boga, procedentes de los megaéxitos de las películas de género norteamericanas, pero con un presupuesto infinitamente inferior. De esta manera tan jodida, Juan Piquer Simón debía realizar películas taquilleras made in Spain pero que parecieran yankies, no sólo para contentar al público nacional, sino también para conseguir una audiencia internacional. Fruto de estas exigencias, las películas de Juan Piquer Simón eran hiperbólicas en todos los sentidos, no dejando indiferente a nadie y cosechando un gran éxito comercial, derrochando entusiasmo y amor por el género.
"La grieta" es la imitación hispana de la moda submarina de finales de los 80, con películas como "Leviathan", "Profundidad 6" y, sobre todo, "Abyss" de James Cameron. Como todas las películas de Juan Piquer Simón, "La grieta" es una mezcla indeterminada de cine B y Z, debido principalmente a la falta de presupuesto. Por ello, aunque la película, a nivel general, podría englobarse en una correcta serie B, cuenta con unos detalles cutres totales. Por ejemplo, los submarinos que salen en la película cantan una barbaridad a maqueta, al igual que los decorados interiores (con esos ordenadores de "última generación"). Después, hay algunos "monstruos mutantes" que son de juzgado de guardia, como esos insectos con movilidad nula, esas algas estranguladoras o esa ameba-medusa gigante, que son lo más cutre del mundo. Al mismo nivel están los diálogos de la película, una sucesión infinita de tópicos y clichés del cine norteamericano que quedan risibles en actores castizos como Tony Isbert o Luis Lorenzo, aunque también quedan ridículos en actores yankis como R. Lee Ermey en su papel de manual de capitán del submarino. Mención especial merece el protagonista del film, un guaperas chulo-playas paradigma del "héroe" ochochentero más odioso y chulesco al más puro estilo "Michael Paré". No obstante, entre tanto cutrerío, la peli también tiene grandes momentos serie B, sobre todo cuando los personajes entran en la cueva y se lían a tiros con los bichos, escenas que nos recuerdan un montón a "Aliens, el regreso" con un espectacular monstruo ovíparo incluido (obra del experto en efectos especiales Colin Arthur). Las escenas gore también molan un montón, pero desgraciadamente hay muy pocas: a uno le revientan la cabeza y a otro le cortan la pierna. Otro dato a tener en cuenta es que no sale ningún despelote gratuito ni justificado, lo cual no sé si es una ventaja o un inconveniente.
En fin, "La grieta" es una película resultona y entretenida, a pesar de contar con muchos defectos provocados por la ausencia del vil metal. No es la mejor película de Juan Piquer Simón pero es correcta y presentable y además te puedes echar unas risas con los colegas.
SUSTOVISION
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
10
10 de septiembre de 2016
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Llámalo como quieras: The X-files, los expedientes secretos X, los archivos secretos X, Código X o Expediente X, la verdad de la buena es que el actual mundo friki no se podría concebir sin la existencia de esta maravillosa serie humana de televisión, "Expediente X", paradigma de la tele de los años 90 y joya de la corona de las series de culto de todos los tiempos. La fama y trascendencia de nuestros Expedientes X han traspasado fronteras físicas, lingüísticas y sociales, instalándose por derecho propio en la cultura popular contemporánea. La expresión "esto es un expediente-X" ya forma parte de nuestro acervo cultural y al igual que el lenguaje de Chiquito de la Calzada, enriquece nuestro vocabulario y otorga a la sosez de la vida cotidiana un aire fresco y juvenil. Expediente X combina a la perfección temas tan subyugantemente frikis como la conspiración gubernamental, los fenómenos paranormales, los OVNIS (muy de moda en los años 90), los "count-bodies", el misterio y el terror y las pelis de policías y ladrones. Pero sin duda alguna, lo mejor de lo mejor es la relación profesional y sentimental entre Mulder y Scully. ¡Mulder y Scully, Scully y Mulder! ¡Tanto monta, monta tanto! Diferentes como el agua y el aceite, complementarios como el Yin y el Yan, inseparables como Silvestre y Piolín. Mulder es un iluminado inmerso en una cruzada personal: descubrir el paradero de su hermana abducida y ya de paso desenmascarar todos los misterios de la vida humana. Scully es una rigurosa científica que con su sano escepticismo equilibra el irrefrenable ímpetu de Mulder. Ambos son compañeros, amigos, camaradas y también hay una tensión sexual muy potente entre ambos. Icónos de la subcultura popular, la bioquímica entre ambos personajes será el secreto del éxito de la serie.
Puesto a hacer cantera y a descubrir los antecedentes de la serie, quizás la influencia más clara y evidente de "The X-files" es la surrealista serie de David Lynch y Mark Frost "Twin Peaks y sobretodo la película "Twin Peaks: Fuego camina conmigo". Chris Carter se empapó bien del pueblo de Picos gemelos, tanto por su atmósfera misteriosa como por su peculiar protagonista, un agente de FBI que se deja llevar por su intuición más que por su razón (además, David Duchovny también salía en "Twin Peaks"...¡travestido!). Incluso en "Fuego camina conmigo" había un departamento del FBI que investigaba sucesos paranormales. Pero como ya dije antes, estos elementos son el esqueleto y la carne del invento, su verdadero espíritu lo forman Mulder y Scully.
Ya desde la primera temporada, Chris Carter tenía muy clarito cuál iba a ser el esquema de la serie: combinar la trama principal (protagonizado por los Ovnis, la búsqueda de la hermana de Scully y "la conspiración") con capítulos "independientes" que trataban los temas más diversos dentro de lo paranormal. De esta manera, la serie tenía un hilo conductor que mantenía enganchado a la audiencia y además tenía pequeños paréntesis para que la gente no se cansara de tanto extraterrestre. Con todo el respeto del mundo, hay que señalar que en esta primera temporada, Chris Carter no tenía ni puñetera idea de quiénes eran los conspiradores y mucho menos cómo eran los extraterrestres. Todo son preguntas vagas e imprecisas que mantienen al espectador en un conveniente estado de confusión al más puro estilo de "Lost", pero respuestas no hay ninguna ni a Chris Carter se les había ocurrido todavía. Por ello, los conspiradores son el ejército y el gobierno así "en general" y los extraterrestres son lucecitas de colores en el cielo estrellado. Para encontrar las primeras respuestas hay que esperar hasta la segunda temporada, que es cuando Chris Carter tiene más o menos una idea de cuál es la verdad que está ahí fuera (aunque ya te digo, las respuestas llegan con cuenta-gotas y los misterios se estiran más que un chicle). En cuanto a los episodios independientes, pues hay de todo: momentos geniales y rollos patateros 100 por 100 plasta total. Entre los primeros, hay episodios de Oscar mayer, como el de "Hielo" un remake inconfeso de "La Cosa" de John Carpenter o "Beyond the sea" protagonizado por mi Scully del alma. Pero también hay capítulos que son lo más aburrido del mundo, como "Espacio" o "Genderbender", que no hay por dónde cogerlos de lo malos que son.
Por cierto, en España fue la Telecinco de Berlusconi quien emitió la serie y haciendo gala de la poca vergüenza de su presidente, la cadena hizo una campaña promocional que aseguraba que los expedientes X...¡estaban basados en hechos reales! ¡Toma castaña! Paradójicamente, aquí en España todo el mundo se lo creyó, al menos hasta el tercer episodio, que fue cuando salió el monstruo come-hígados que podía estirar los miembros, y por ahí sí que no.
En fin, señoras y señores, "The X-Files" marcó un antes y un después en la vida de todos los frikis del mundo, por eso Chris Carter, David Duchovny y Gillian Anderson se merecen un monumento.
SUSTOVISION
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
<< 1 2 3 4 10 11 >>
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow