Gaspar Noé es capaz de mucho más a lo que llega con Clímax, una película que no nos deja crear empatía con ningún personaje (como sí puede ocurrir con Carne, Irreversible o Love). No me conmueve, no está a las altura de su propio trailer (¿Nieve? Todas las escenas de nieve juntas duran un minuto, ¿Sexo?...) y, paradójicamente, la película tiene forma de trailer de hora y media... El comienzo, cargado de fuerza, magnético e incluso misterioso, pone el listón demasiado alto. En la sala del cine a la que he ido había, sobre todo, adolescentes. Este es el público masivo al que le ha llamado la atención la película. Se echa en falta algo que nos retuerza la mente,pues de normal, cuando uno ve una película de Gaspar Noé lo pasa mal en algún momento... pero este no es el caso, pues realmente te da igual lo que pase en esa fiesta.

Documental analítico sobre la personalidad de un humorista, artista, que murió de pena. Desde el comienzo se dan las claves para comprender tanto su éxito como su declive, a través de las personas cercanas a él se llega a saber más sobre su forma de ser, pero no todo y esto es lo interesante, pues en él hubo y habrá enigmas que son los que crearon ese aura que le rodeaba y le hizo triunfar. Una demostración más, como en los casos de Robin Williams o Jim Carrey, de que el humor y la depresión están profusamente unidos, con o sin máscaras. El humor debe salir de la tragedia, tal como dice el mismo Eugenio.

"Informe Robinson" es hijo de "El día después" y de las producciones noventeras de Canal +. Estos programas de calidad y buen hacer, conducidos por el carismático y polifacético Michael Robinson son historias directas al corazón para los aficionados y no tan aficionados al deporte, documentales e historias de biografías muy humanas de personas que han conseguido ser cierta y ocasionalmente inhumanos. Programas familiares para la educación, historias dramáticas, películas llenas de vida... episodios amenos de aquel primer Canal + que conocimos, esta vez, sin codificar.

Una ¿película? que desprecia su propio género, el cine y a la gente que de verdad le gusta este género. Todo en esta película está falto de calidad, emoción y de cualquier elemento positivo. Sientes vergüenza ajena por verla, te preguntas por qué una película así ha visto la luz. Supongo que a la gente que le guste es gente que no conoce mucho del género y que sus expectativas antes de ver una película es -100. Ningún talento, una de esas películas en las que un "0" como nota parece mucho. Esperemos que Joonas Makkonen cambie de oficio y deje de aburrirnos y de molestarnos con experimentos como este.

Esta película rompe más barreras que otras que tienen una campaña de marketing más grande (y que siguen corrientes u modas, apostando sobre seguro aunque no siempre salga bien). ¿Y cuáles son esas barreras? Pues que Bagney otorga el protagonismo de la obra a una mujer que duda, sueña, se equivoca e intenta ser ella, sin estigmas ni clichés preconcebidos y sin intentar ajustarse a los cánones de lo que se lleva en la actualidad. El nombre (Ramona) ya nos da pistas de que encontraremos algo diferente (aunque podría llevarnos al error de que quieren llamar la atención, que también, ¿pero y qué?), y lo mejor es que encontramos esa chica original e intuitiva (aunque esa intuición no siempre la lleve donde quiere). Ramona es intuitiva en su libre albedrío, es divertida por ser imprevisible y encima se pone una peluca que nos evoca a la "Nouvelle Vague". Y luego están los dos protagonistas masculinos, cada uno con un gran trabajo psicológico detrás y que hacen que la gran Lourdes Hernández se luzca y avance "como una ola" hacia sus entrañas, mientras el espectador no se aburre nunca, aunque ella se ponga a fumar y a mirar al infinito. Y eso, es muy difícil de conseguir. Da la sensación de que hay sentimiento y una capa de verdad debajo de todo lo que vemos.