Me da pena tener que empezar esta crítica con una justificación, pero tengo ganas de autojustificarme. Entiendo que la gente escuche "Fast & Furious" y se le erice el pelo y haga el símbolo de la cruz con los dedos y grite 'Va de retro, Satanas', eso no quita con que haya gente (poca, rara, incluso despreciable si queréis) que nos guste. La saga ha evolucionado de tal manera que se ha convertido en un auténtico referente del cine de acción y de la adrenalina.

Justin Lin sabía que la séptima no sería suya, así que fue a por todas. En veinte minutos consigue presentar la situación de todo el grupo, reunirlos y plantear el problema de la película. A partir de aquí, Lin mete todos los componentes indispensables en la cocktelera y empieza a agitar. Carreras a velocidad de vértigo, coches de infarto, peleas alucinante (Gina Carano sobresale aquí), explosiones por doquier y saltos entre vehículos, que parece que se ha convertido en un fetiche para Lin.

El director nos da acción para parar un tren (o un avión), por eso en un momento particular tenemos cierta sensación de aburrimiento. Por lo menos, sirve para remarcar el concepto de 'familia', que en esta entrega queda mejor plasmado que nunca.

En cuanto a actores, Dwayne Johnson es aún más frío, implacable y golpea más fuerte que nunca. Su personaje no puede pedir otra cosa. Carano aporta su experiencia profesional fuera del cine y Michelle Rodríguez le planta cara con su experiencia profesional dentro del cine. Luke Evans es un villano ideal a la vez que estreotipado y plano.

Mención especial a la banda sonora (a cargo del español Lucas Vidal). No podría ser otra que electrónica y es la más potente y rotunda que he escuchado.

No sabría decir si "Furious 6" es mejor que "Fast Five", pero es una pasada y deja con la boca abierta a cualquier fan de la acción de calidad. Hablando de dejar con la boca abierta, esa escena post-créditos que enlaza con la séptima hizo que toda la sala rompiera a aplaudir.

Death Note Relight es una película-resumen de los 25 primeros capítulos del anime original. Así, a primera vista, tampoco tiene que estar mal, pero el problema radica en cómo se plantea al espectador, una auténtica mentira. En todas las sinopsis que encontraréis por la Red, leeréis que Relight es Death Note visto desde el punto de vista del shinigami Ryuk. El atractivo no podía ser mayor, al igual que la decepción al ver lo que es realmente la película.

Lo único que tiene de esta premisa es la introducción, en la que un shinigami pide a Ryuk que le cuente su paso por el mundo humano, a cambio de una manzana podrida. A partir de ahí, los acontecimiento se desarrollan de igual forma que la serie, salvo que los capítulos están recortados para encajar en la duración de la película.

El trabajo de sintesis sí que está bien hecho y la serie se comprende en su totalidad a pesar de los recortes. La única pena es lo que ya he comentado en los párrafos anteriores.

Una serie basada en el personaje de Sherlock Holmes. Se puede pensar que sus creadores quieren aprovecharse de su tirón y hacer un producto mediocre y exitoso. Sherlock en el siglo XXI. Es decir, además de mediocre, sacrílego.

Nada más lejos de la realidad. "Sherlock" es una excelente serie y una excente actualización del personaje de Sir Arthur Conan Doyle. Benedict Cumberbatch borda a un inteligente y pedante Sherlock, capaz de impresionar a Watson con su poder de deducción. Y otro que también lo hace de lujo, Martin Freeman, que se nota el gran cambio que pega durante los escasos tres capítulos de la primera temporada.

Además, la dirección es formidable y, como nota curiosa, la forma de mostrar lo que Sherlock piensa o lo que pone en un móvil es original y genial al mismo tiempo.

Soy un tío de gustos fáciles y nunca he despotricado contra una película con especial dureza. Si es mala, es mala, y punto, nada más. La cosa es que con esta película me siento con el deber de avisar a todo el mundo que pretenda verla: que no lo haga. Me he leído las demás críticas que tiene, con buenas notas y eso, y no hay por donde cogerla. Defienden la belleza de los paisajes y no sé qué historias más. El problema es que una película, para ser una película, tiene que ser algo más que bonita. Si quiero ver los preciosos parajes de Dinamarca, que lo son, ojo, me voy a Dinamarca, o al menos busco fotos en Google, pero para eso no veo una película (y menos la hago, señor director). Si acaso un documental. Hablaría del guión o de las actuaciones de los actores... pero realmente no sé qué decir. Es más, no sé si hay.

Esta película no tiene ni pies ni cabeza, y es tan mala, que más que no recomendarla, todo lo contrario, os la recomiendo para que veais que es realmente cierto.

No me gusta escribir una crítica de una serie que todavía no está terminada, pero en el caso de "Apocalipsis en el instituto", haré una excepción. La primera temporada acaba de terminar y la segunda parece ser que no saldrá en un plazo corto. Este anime, basado en el manga homónimo de los hermanos Sato, combina principalmente dos cosas: ecchi y zombis. Cuenta la historia de un grupo de alumnos de instituto que vive el estallido de una invasión zombi. A partir de ahí, tendrán que apañárselas ellos solos en un mundo que está llegando a su fin.

Los momentos ecchi quizás no guste a todo el mundo y es cierto que le quita un poco de realismo, pero es lo que hay realmente en el manga original. La acción es el punto fuerte (yo le pondría un poco más de gore, pero eso ya es cuestión de gustos) y tiene grandes momentos. El problema es cuando la cosa se tranquiliza e intenta centrarse en los personajes. Los diálogos son insustanciales y se salvan por alguna pizca de humor gracias a Kota Hirano (personaje cuyo nombre sirve de homenaje al creador de Hellsing).

En definitiva, Apocalipsis en el instituto destaca en los momentos eróticos y de zombis, pero el guión no está muy trabajado. Falta por ver cómo se las apañan para explicar la invasión (si es que lo hacen) y algunos otros hechos de gran magnitud.