Enésima película de invasión marciana filmada con una cámara casera por uno de sus protagonistas. El tema está ya tan trillado que resulta muy difícil ofrecer algo innovador, pero en este caso nos encontramos con el colmo de la falta de originalidad, hasta el punto de ser irritante la falta de ideas y la defectuosa reiteración en cosas ya mil veces vistas, mezclando el género bélico de humanos contra humanos con la invasión de los alienígenas y un poco de rollo zombie. Encima las interpretaciones son pésimas y el argumento es prácticamente nulo. Los efectos especiales, aunque justitos y con pocos alardes, son lo único no desastroso del film.
Incluso teniendo en cuenta que se trata de un film de clara serie B (o Z), eso no lo salva de la mínima nota y su visionado no es más que una pérdida de tiempo.

La principal sensación que me quedó tras ver esta película es que podría haber sido un obra memorable con otra dirección y otros actores. Las mimbres eran buenas, una frikada mezcla de Mad Max, Las Colinas Tienen Ojos y El Topo, entre otras referencias. Pero el producto final queda arruinado por el enfoque de una deficiente dirección y unas interpretaciones bastante flojas, presididas por caras de cartón por doquier en una competición a ver quién resulta más inexpresivo, si Jason Momoa haciendo el papel de siempre, si la tal Suki Tomb Rider en rebajas, o si un Keanu Reeves “pabloescobarizado” con torpeza.

La escasez de diálogos supongo que es claramente intencionada para resaltar la dureza del entorno en el que viven los personajes, unos personajes que en teoría tienen pocos motivos para la charla. Pero estoy seguro de que la película hubiera ganado muchísimos enteros si hubiera intentado ofrecer unos diálogos medianamente desarrollados con un tono de humor negro, porque ya que nos ponemos a hacer una frikada de este tipo lo suyo era profundizar en la bizarrada mucho más allá de paisajes, fotografía y ambientación. En ese campo la cosa está bien, y los efectos digitales de las amputaciones están bastante logrados, pero en todo lo demás es un trabajo totalmente desaprovechado que podría haber estado mucho mejor si se le hubiera echado más salero y más dinamismo, porque esa es otra, ya que otro de los principales defectos del film es que resulta LENTÍSIMO y a veces dan ganas de darles una patada en el culo a los personajes a ver si despiertan.

Sigo en spoiler para comentar algunas inconsistencias que mucha gente se habrá planteado sobre la historia.

Entro a Netflix, me sale en portada una foto promocional del estreno de esta cosa, y como resido en Baleares y conozco Ibiza, pues me digo “vamos a ver qué tal”, a pesar de que la breve sinopsis del anuncio no augura nada bueno. Hay bastantes películas sobre esta temática de grupo de amigos/as anglosajones que viajan a España a emborracharse y ligar, y la inmensa mayoría de ellas son malas y tópicas, así que no esperaba ver ninguna maravilla, pero esta rompe la tabla por abajo y se sitúa por derecho propio entre las 10 peores películas que he visto en mi vida de cualquier género y época.
A los pocos minutos de metraje ya se ve claramente el percal y te dan ganas de quitarla, pero como resultó que la primera parte de la historia transcurre en mi querida y añorada Barcelona, hice el esfuerzo de continuar... Sólo para descubrir pronto que es una Barcelona de atrezzo con 4 panorámicas de archivo, taxis tuneados y demás trucos cutres de cartón piedra. Luego pasan a Ibiza y más de lo mismo, aunque en este caso ni se molestan en poner imágenes de archivo y los paisajes de fondo cantan mogollón que no son ibicencos, ya que en realidad toda la película está rodada en Croacia y Serbia y se nota bastante.
En general cuando un film simula estar filmado en un sitio que conozco bien soy un poco tiquismiquis, pero no es esa la razón principal por la que esta peli me ha parecido una bazofia abominable. No amigos, la razón principal es que el ¿argumento? es lo más penoso que he visto en mucho tiempo y se reduce a tres coleguis millenials de la Gran Manzana que vienen a España en un supuesto viaje de trabajo, pero como son muy traviesas se dedican a emborracharse, tomar pastis, bailar como patos mareados en la disco y ligotear entre chascarrillos lamentables que sonrojarían a Paco Martínez Soria y diálogos donde cualquier atisbo de inteligencia se encuentra a años luz.

No crean que esto va del rollo American Pie, no, no. Esa saga es El Padrino comparada con esta “Ibiza” donde no hay ni medio minuto salvable. He leído que el Consell insular se ha enfadado bastante al ver este desaguisado, pero yo sinceramente creo que no merece ni la más mínima sensación de enojo, sino más bien lástima e incredulidad por el hecho de que a estas alturas una de las principales plataformas actuales de difusión cinematográfica entregue semejantes subproductos. Me alegro de que los actores y demás currantes lleguen a fin de mes gracias a esto, no está el horno para ponerse a seleccionar papeles u ofertas, pero es inevitable sentir lástima por el desperdicio de esfuerzo, talento y dinero del que hace gala la nueva industria del cine, si es que esto se puede llamar cine.

Cualquier parecido con el cine es mera coincidencia.
Los nombres de los autores han sido cambiados para proteger a los culpables.
No intente hacer esto en su casa.
Las autoridades sanitarias advierten que visionar bazofias como esta puede ser causa de un aburrimiento lento y doloroso.
Agua no potable.

Esta película es una estupenda sátira humorística sobre el Ejército americano. Hay gente que la considera una apología fascista, pero yo la veo como todo lo contrario pues creo que precisamente es una denuncia consciente y mordaz de todo ello.

No es que sea ninguna maravilla, es un film vulgar en realidad, pero los diálogos son punto y aparte y el motivo principal por el cual le doy un 8.
No se debe tomar en serio esta película, si bien es cierto que retrata bien situaciones que tristemente son reales, pero resulta tan grotesca que sólo me la puedo tomar a (mucha) risa.