Confieso que cuando califican una película "de culto", me temo lo peor. No obstante me decidí a verla. La puede aguantar 45 o 50 minutos, pero la tuve que dejar: Era tan leeeenta, totorrona, con muchos minutos enfocando a la cara del protagonista sin motivo alguno y sin que pasara ni dijera nada reseñable....En fin que me pareció aburridísima. Algunos dirán que en general una película hay que verla entera, pero si me aburre tanto los primeros 45 o 50 minutos, ne me merece la pena.

No la pude terminar de ver porque la hora y pico que le concedí se me hizo larga: La trama es inconsistente, sin un desarrollo ni hilo conductor claro; parece que las cosas se suceden sin relación entre sí, como si fueran retazos inconexos. Sin embargo lo peor y que me llevó a abandonarla, es esa manía de algunas películas españolas (las extranjeras no, quizá por el doblaje, al hacerse en estudio), de que los diálogos no se entiendan: No hay nada más irritante que quedarse a medias en las conversaciones, por leve que sea el ruido que tengas alrededor.
Decididamente el crítico Carlos Boyero, ese con grave déficit de vitamina C, es un tipo raro, (dice "es una de las mejores películas españolas que he visto en mucho tiempo").

Hay películas lentas, hay películas en las que no pasa nada, hay películas en las que no se dice nada....y está "Amador", cuya protagonista es más parca en expresiones que un gato de escayola.
Si con estas premisas ya sería aburrida, además el argumento no fluye en absoluto, se hace pesadísima, es pura ensimismación. ¿Cómo puede hacerse algo así? Garantía de aburrimiento.
La aguanté algo mas de una hora, pero no pude más.

No la pude ver entera, porque era tan mala que no la aguanté. Y no vale eso de que para opinar hay que verla entera, porque si hay algo que no le perdono a un director dador de cine es que me aburra, aunque sea 50 minutos.
Película multipremiada, que confirma ese criterio tan extendido de que como es un maestro, cualquiera de sus obras tiene un plus de tolerancia a lo mala que sea. Pues no señores, puede ser un maestro, pero si es mala, lo es sin más.
El ejemplo más evidente de este papanatismo, lo presencié viviendo en Granollers (Barcelona), cuando se presentó Salvador Dalí y se dedicó a manchar con pequeñas mangueras de colores una gran sábana a modo de lienzo. Pues fue una estupidez, aunque lo hiciera Dalí.

Este es el caso típico de una película que como tal es aburridísima. Ahora bien si lo que queremos es ver la lucha interior de Darwin, enmarcada en un contexto familiar tormentoso, entonces quizá se adapte a la realidad y merezca otro interés del meramente cinematográfico. Pero como película, o sea como espectaculo que debe mantener la atención del espectador por sí misma, entonces aburre al mas pintado.