Y W. Allen no iba a ser una excepción. Es una película surrealista, pero la mayoría de las comedias lo son. Y eso nunca puntúa en contra, sólo a favor.
El problema está en que es una comedia que apenas hace gracia, algo sosa, gris. Y si no te ríes con una comedia ya no es buena señal.
Woody suele ir a película por año (a veces incluso más rápido), y no todas pueden salir buenas. Es una regla, una ley física.

No he visto película más desordenada desde que se me ocurrió la insensatez de ver "The house of the dead (Uwe Boll). Ojo, no las estoy comparando, pero en Ben X no sabemos qué ocurre a cada momento, qué es realidad o imaginación. He leído varias críticas, y mencionaron películas como Donnie Darko o Una mente maravillosa, que tratan también de personas autistas y/o asociales. Yo mismo he sido ese tipo de persona casi toda mi vida. Pero al comparar este film con esas otras películas de calidad, me doy cuenta de que podían haber sacado mucho jugo a lo que al final acabó siendo sólo este telefilm digno de Antena 3.
No sólo las escenas desordenadas, sino que el protagonista (por mucho que se esfuerce Greg Timmermans) es un papel plano, que por lo menos a mí no me llegó (se suponía que era un drama) y es que parecía más bien un demente que un semi-autista.