Un increíble y excepcional documento cinematográfico de gran valor histórico que resume los años posteriores a la Guerra Civil Española. Y como tema base, las canciones populares más emblemáticas de esas décadas de hambre y pesar, algunas de las cuales ayudaron a las gentes a sobrellevar el racionamiento y la pobreza. El montaje es muy al estilo "Patino", mediante bombardeo de imágenes que dejan que el espectador juzgue lo que ve.

Esto es lo que sentí cuando por casualidad se cruzó este engendro en mi camino. Lo más gracioso es que tenía curiosidad por ver el experimento. Y es que esta película está desarrollada para intentar vender el producto patrio a los japoneses, de forma absolutamente ridícula y lamentable. Y es que nos encontramos con un spot turístico disfrazado de película de animación con una historia no apta para críos que tengan la suficiente edad como para hacer uso de la razón (pre-adolescentes en adelante, absteneros). Lo más irrisorio del film es precisamente lo que más se han esforzado (lo único) y es el mensaje publicitario de que España es “cool” (creo que no se han dejado ni una ciudad o monumento por visitar).

No se que pensarán los nipones de España después de ver esta propaganda hispana pero de lo que estoy seguro es que nuestra reputación ha bajado varios puntos al descubrir esta pobre imitación de OVA japonesa.

Pumping Iron es una película-documental mítica rodada en torno al Campeonato Mister Olimpia de 1975, que retrata el mundo del culturismo a través de varios culturistas, centrándose principalmente en la figura de Arnold Schwarzenegger. Muchos aspectos de la vida del culturista son mostrados y se presenta el lado más humano de los `bodybuilders´, personas que se juegan el duro entrenamiento de un año en un sólo día.

Sin duda esta cinta supuso el despegue y la expansión del fisioculturismo por todo el mundo y marcó un antes y un después en este deporte tan actualmente extendido. La “culpa” de este fenómeno la tiene su protagonista, el varias veces Mr. Universo y siete veces Mr. Olimpia Arnold Schwarzenegger, cuya carrera se vio muy beneficiada por el éxito de la película. Una persona cuyo físico estaba más allá de toda lógica, nunca unos pectorales o unos bíceps habían sido tan grandes. Actualmente quizás sería superado por competidores como Coleman o Cutler (aunque antes no había las mismas sustancias que hay ahora), pero en su época fue la revolución del culturismo. Y aunque Arnold demuestra una actitud cuyos resultados son dignos de admiración, también se descubren aspectos de la personalidad de Schwarzenegger poco encomiables....

Además del polifácetico austríaco, en la cinta aparecen dos grandes culturistas de esa época que merecen una mención especial:

Lou Ferrigno, el que más tarde sería el verde protagonista de la exitosa serie El increíble Hulk, en el film era un humilde joven de 24 años con un físico descomunal que pretendía llegar a derrotar al más grande, Schwarzenegger; no lo consiguió pero años de entrenamiento y experiencia lo avalan como uno de los grandes del culturismo.

Franco Columbu, el mejor amigo de Arnold. Mr. Olimpia en dos ocasiones en categoría menor de 90 Kg. y antiguo boxeador, es considerado uno de los hombres más fuertes del globo por el WSM. Impresionante la figura que desarrolló.

Además habría que destacar a Mike Katz, Ken Waller, Mike Mentzer, Frank Zane…

Concluyendo, la década de los 70 fue una etapa dorada del culturismo donde la simetría y la definición importaban más que la masa y la desproporción, donde no había remedios “mágicos” (no tantos...) para esculpir el cuerpo, y donde la figura de un `bodybuilder´ llegaba a ser admirable y no repulsiva, como algunos casos actuales.

Es sorprendente como un hombre consiguió hipnotizar de tal manera a una nación. Realmente Hitler era un genio. Supo aprovechar el contexto histórico y social del a época para convencer a Alemania de la certeza de sus ideales. Utilizó el antisemitismo para alcanzar el poder ya que conocía el pasado antisemita de Alemania. Consiguió hacer lo que quiso con un país que no parecía tener uso de razón, y se erigió como un salvador. El fanatismo que se observa en el documental no tiene límites, como la sobredosis de banderas, esvásticas y demás parafernalia. El manierismo militar, la pomposidad banderil, todo estaba encauzado a manipular y doblegar la razón alemana. Y lo consiguieron, por cierto que sí. En un país devastado por las bombas enemigas, las madres alemanas no dudaban en mandar a morir a sus hijos ni siquiera adolescentes actuando de manera absolutamente espontánea. Tan hondo caló toda esta propaganda. En cierto modo recuerda la sociedad alemana de ese tiempo a una naranja mecánica, tan manipulados estaban que no ofrecían capacidad de elección, no utilizaban las neuronas para decidir.
Brillante ejercicio de propaganda de gran valor histórico y brillantemente realizada (los planos y la iluminación especialmente), que ciertamente da que pensar.

Un resumen descarado de la historia real:
La historia tiene como protagonista a Bella, una tipa muy atractiva que está dolida tras su anterior ruptura con el macho alfa Edward Cullen (el vampiro) y para consolarse va en busca de hombres con buenos hombros en los que llorar, y lo consigue: desde el principio tiene a su acecho a pagafantas que la intentan seducir, como el rubito pringao del institiutt, que realiza pobres y vergonzosos intentos por cortejarla sin éxito, y en especial Jacob Black (Pocahontas), un ciclado Hombre lobo absolutamente inexperto en cuestiones de “pre-procreación”. El pobre es un perfecto pagafantas, y es usado inteligentemente por Bella como pañuelo para sonarse los mocos, como osito de peluche hormonado al que se le puede abrazar y besar en la frente. Nuestro hermoso Hombre lobo se esfuerza inútilmente, se gasta los cuartos que tiene ahorrados y gran parte de su tiempo en arreglar dos motos para la chica (un caprichito que se le antoja), se obsesiona y no piensa en más mujeres que en Bella (craso error), se hace el sensible, va al gimnasio y se cicla para ponerse cachitas… todo por y para Bella; pero algo no funciona, no consigue “mojar el churro”. Todo parece indicar que, sin darse cuenta, Pocahontas se ha convertido en lo que menos desea.
Edward (el vampiro fashion) es, en cambio, un verdadero seductor que utiliza perfectamente sus armas de seducción jugando con los sentimientos de Bella, siendo cabrón a veces y amoroso otras, usando sabiamente el “rollo vampiro” para producir “fluidos involuntarios” entre las piernas de todo sexo opuesto que se cruza con él…vamos, que es un crack. Por eso la peli termina con nuestro querido Pocahontas rabiando de envidia, ya que ha gastado tiempo, esfuerzo y dinero para nada y ha perdido en la guerra de la seducción frente a ese paliducho escuchimizado con pinta de yonki (tantas horas de gimnasio para nada…).

Los guionistas lo consiguieron: toda una sala de féminas pre-púber, púber (e incluso post-púber) locas de excitación y de alegría ante la imagen del soñado hombre perfecto- príncipe azul hermoso imposible en sus vidas, un macho alfa en toda regla con el que las hembras y sus instintos de reproducción selectiva se sienten profundamente atraídas. Y sumadle a ello los destapes reiterados de Pocahontas y su grupo de ratas de gimnasio. Los jóvenes (y no tan jóvenes) estrógenos incontrolados hirvieron de excitación. Al final va a resultar que las mujeres son más simples que los hombres… no, imposible.
En definitiva, ¡Una secuela a la altura de su predecesora!

PD: Que quede claro que Joruji fue al cine únicamente para disfrutar de las palomitas y la Coca Cola. Bueno, solo por las palomitas, que las Coca Colas del cine ya se sabe…