Cuando fui a ver "Píxels" sabía a lo que me exponía, Adam Sandler no es un actor digamos "malo", pero sus películas hace tiempo que son cuanto menos mediocres. En esta última nos enfrentamos a una idea bastante original, la invasión extraterrestre mediante videojuegos ochenteros. Lo que al principio puede parecer algo interesante, acaba por convertirse en otra superproducción yankee con personajes planos, chistes fáciles, conversaciones ridículas y gags imposibles.
Vayamos por partes, ya en primera instancia, el hecho de que sea otra película del estilo: "Los extraterrestres quieren acabar con el mundo, o sea solo con América del Norte" me parece un planteamiento aburrido y más que explotado. Que de nuevo los salvadores sean americanos, y que su Presidente, aquí un patán vago y tonto, sea el líder de la salvación, me saca de quicio. Además, el mundo se ve reducido a dos naciones más, Inglaterra y India; aunque no hay que darle demasiado importancia, ya que la película no pretende lidiar con temas políticamente profundos.
Por otra parte, los diálogos, especialmente aquellos mantenidos entre Sandler y Michelle Monaghan, son absurdos, de risa. Se trata de un flirteo estúpido y sin sentido que no hace más que rellenar minutos y pretende dar un toque de romanticismo o de como el nerd consigue a la chica.

He de empezar esta crítica diciendo que ver Eliminado en un cine de verano, mientras llueve y empiezan a caer objetos puede que sea la mejor manera de aterrorizar al espectador.
Soy una gran fan de las denominadas "slash movies", el asesinato en serie de adolescentes bobos me gusta demasiado, y si compartes esta afición al más puro estilo "Scream" o "Viernes 13", "Eliminado" te va a gustar.

Puede que aquello que más sobresalga de esta película es la manera con la que está grabada. El hecho de que todo ocurra en los ordenadores de los protagonistas, mediante redes sociales y webcams le da un realismo mayor a la acción. Aunque este método pueda parecer un tanto aburrido en algunas ocasiones, al final compensa.

Esta no es una película sorprendente y puede que a muchxs no les de el menor escalofrío, pero vale la pena verla por su innovación, su punto más fuerte y que la acerca al espectador.

Hacía mucho tiempo que no disfrutaba de una película de esta manera.
Y es que "Once" es una mezcla de musical e historia "indie" que dejará a muy pocos indiferente.
La trama del film se desarrolla de manera tranquila en poco más de hora y media. En ella se relata la bonita historia de Glen Hansard, un músico con el corazón roto, y Markéta Irglova, una inmigrante que vive en unas condiciones precarias.
Esta gran película atrae por el excelente trabajo de sus actores principales, que mediante una química y espontaneidad evidente, nos trasladan a un mundo difícil, como es el de la música.
Resulta interesante, por otra parte, la técnica utilizada para grabar el film, puesto que en ocasiones se puede tener la sensación que se está viendo un documenta, en vez de una película ficticia.
Respecto a la banda sonora, elemento protagonista en la obra, concuerda muy bien con el carácter y sentimientos de sus personajes, convirtiéndola así en parte indispensable para poder entender su personalidad.
Sin más que añadir, he de decir que "Once" resulta una idea original y fresca, que puede parecer ligera en un principio, pero que resulta un elemento reflexivo curioso e interesante.