El acercamiento de Nolan al cine bélico no podría haber sido mejor. Nos ofrece un espectáculo visual y sonoro apabullante y una intensa experiencia inmersiva, desarrollada en poco diálogo. Nolan vuelve a sorprender en la estructura narrativa. Toma tres historias, y tres espacios físicos y temporales diferentes (tierra, mar y aire) (1 semana, 1 día y 1 hora), y los intercala con maestría para llegar a un mismo clímax final. Pocas veces una derrota fue explicada con tanta destreza.

Continuar la saga más famosa de la historia no es tarea fácil. Pero por suerte el reto recayó sobre uno de los mejores cineastas de la última década. Aunque la trama sigue girando en torno a la familia Skywalker, se introduce un nuevo plantel de actores que serán los protagonistas de la nueva trilogía. La estructura narrativa es similar a la primera Star Wars, en homenaje a la película que impactó a toda una generación. Cuando algo funciona, sólo se puede intentar mejorarlo, y Abrams lo consigue.

La familia Bélier es un fiel retrato del paso de la adolescencia a la edad adulta, que maneja los sentimientos desde un tono distendido. En el film cobra gran protagonismo la comunidad sorda, y se trata con gran verosimilitud y naturalidad la realidad de este colectivo. Conmovedora a la par que divertida, el cine francés nos da otra muestra de su gran capacidad de aunar talento, comedia y temas sociales en un producto de gran difusión

Tres cooperantes de una ONG tienen que sacar un cadáver de un pozo durante los últimos días de la guerra de los Balcanes. Con esta excusa el director nos presenta a unos personajes entre hastiados y guasones -genialmente interpretados- en un drama social bélico con tintes de humor negro y mucha sorna. Fernando León de Aranoa acierta en su intento de dar el salto a mercados internacionales rodando en inglés y con actores de renombre, y confirma de buen grado su talento como narrador y realizador

Almodóvar ha sabido encauzar todo el histrionismo de sus primeras comedias en este brillante film. Se trata de un drama puro, pero igualmente contenido –a excepción del caricaturizado personaje de Rossy de Palma-. El director ha ido perfeccionado a lo largo de los años su mano como realizador, y se nota en cada pequeño instante de este film. Es una película preciosista en la que cada detalle está cuidado al máximo. La fotografía es una maravilla visual muy disfrutable, continuista con su sello personal. Tanto guión como interpretación se pueden definir con una sola palabra: perfección.