Peter Jackson emprende un nuevo viaje con El Hobbit, diseñando otra épica trilogía capaz de alcanzar el éxito descomunal que tuvo en su momento la adaptación de El Señor de los Anillos. Ahora lo que todos nos preguntamos es de que manera va afrontar un proyecto con tanta ambición.

Me considero un auténtico seguidor de la trilogía original, y para disfrutar al máximo de El Hobbit hay que decir que no puede ser vista con los mismos ojos. Si las aventuras de Frodo eran dramáticas y majestuosas, con un toque aún más épico y oscuro, las de su tío Bilbo junto a los trece enanos comandados por Thorin obtienen una cualidad vertiginosa, con cierta ligereza, y toques de humor.
Así pues, cada uno de los obstáculos con los que tropiezan los protagonistas genera una nueva microaventura que nos proporciona un detalle visual y unas secuencias de acción realmente impresionantes.

El espectador se convierte en un observador externo de los acontecimientos, llamado a participar en una experiencia audiovisual abrumadora. Jackson sigue mostrándose como un creador de imágenes fascinantes, que sabe utilizar los medios técnicos a su alcance para dotar de ese aliento épico que necesita una superproducción de estas características.

Resulta impecable la espectacular fotografía, que inicia desde la presentación de la famosa Comarca hasta los impactantes y visualmente impresionantes paisajes y escenarios de Nueva Zelanda. Todo lo anterior añadido a una increíble banda sonora con un tema principal impresionante hace de 'El Hobbit' algo excitante, visual y auditivamente hablando.

Contra las peores previsiones, Un viaje inesperado funciona estupendamente, tenemos entre manos una obra genialmente realizada, deliciosamente puesta en imágenes y que invita a ser disfrutada sin prejuicios. Nuevamente, el amor de Jackson por sus fans, el mimo que ha puesto en cada secuencia y la dedicación de un acertadísimo reparto han llevado a la partida de aventureros a una historia única.

Sin alcanzar la gloria de la trilogía original, la última entrega de ‘El señor de los anillos’, El hobbit: un viaje inesperado se convierte en una dignisima precuela. Podría decirse que no es una película de aventuras, es LA película de aventuras.

Lo mejor: Los toques de humor. La interpretación de los personajes principales. Su impresionante factura visual, incluidos sus clásicos vertiginosos planos aéreos. Los increíbles escenarios y parajes naturales, además de las espectaculares y épicas batallas, repletas de aterradoras bestias.

Lo peor: El alargamiento excesivo del metraje (aunque no se haga larga) y algún que otro personaje que no aporta mucho, como Radagast.

En vista del ridículo espantoso que está haciendo Disney con la franquicia (véase el despropósito del episodio VIII) todavía queda algún fan que sabe lo que es la esencia de esta saga, haciendo algo grandioso, con dramatismo, epicidad, y verdadero adn Star Wars.

Una recreación sin igual del duelo de sables de Una nueva esperanza entre Vader y Kenobi, llena de planos geniales que nos meten de lleno en el combate, sin movimientos bruscos y una limpieza de imagen que permite disfrutar en todo momento de los movimientos sin perder un solo detalle. Un Vader más visceral, agresivo y que impone más en cinco minutos que Kylo Ren en dos películas enteras.

Por otro lado han sabido adaptar a los dos personajes, Kenobi con la pesada carga de la edad planta cara a un Vader en su máximo esplendor, que lo lleva todo al terreno personal. Ambos con un estilo de lucha muy definido hacen del duelo un auténtico placer, que no deja de sorprender a cada minuto, provocando que los seis minutos que dura se pasen volando. Todo esto acompañado con una música de forma magistral, y algún que otro toque que carga el combate de dramatismo que no desvelaré por spoiler.

Un duelo así era lo que pedíamos a disney, y el único que nos han dado en el episodio VII y VIII es a ver cual de las dos revienta más la taquilla por llamarse star wars. En los tiempos que corren este corto es un regalo para los fans, perfecto, nostálgico, lleno de tensión y que sirve como toque de atención a los que están a cargo de la nueva trilogía, y que al verlo se les caiga de verdad la cara de vergüenza.

Había muchas expectativas para la última entrega de la saga vengadores, para los que disfrutamos enormemente con la primera entrega, la civil war del capitán América o la infinity war de Thanos esperábamos con ansias un final a la altura, apoteosico, pero que se ha quedado en el intento.

No entiendo la gente que está calificando con nueves y dieces a Endgame, ¿entonces la primera de vengadores o el caballero oscuro que nota las ponemos? Un 14?

Voy a spoiler para analizar momentos malos y buenos de la película.

Todos sabemos que si hay algo que se le pida a una película de acción, es que esta llene el film, que no deje ni un momento de respiro, que te haga pegarte al asiento mientras en la pantalla se suceden los golpes, disparos y explosiones por todas partes. De ahí el típico cabreo cuando la película de acción en si va pausada y se le da mucho espacio a los diálogos, diálogos que, en muchos casos, poco importan si es una peli de acción pura, y que ademas suelen ser de una calidad bastante discutible. Lo mismo pasa si, en el momento de liarse parda, la escena se desarrolla de forma decepcionante o no nos produce la intriga y descarga de adrenalina que esperábamos.

The Raid es grande porque no para, y los pocos momentos que nos da de respiro, los llena de tensión. Ademas, se nota su calidad porque estos momentos en los que nos bajamos un poco (solo un poco) de la montaña rusa están perfectamente equilibrados y aparecen en el momento justo, de ahí que el montaje de la película no se pueda calificar de otra forma que de sobresaliente.

Pero, ¿que tiene The Raid para ser considerada una de las mejores películas de los últimos años en su género? ¿que ocurre en esas escenas de acción? Podría resumirse así: descontrol, caos, pero caos que fluye de una forma inteligente y sorprendente, y que ademas se nos es mostrado de la formas mas originales, imaginativas y espectaculares posibles. Todo da vueltas, la cámara nos lleva de arriba a abajo y nos hace mirar desde ángulos rebuscados y extraños, mientras los golpes y disparos se suceden a ritmo de la música, que no hace si no aumentar la sensación de vértigo que nos producen estas secuencias.

Creo que nunca había visto en una película de acción una cámara que se moviera mejor en interiores que en esta película. Los planos secuencia dejan exhausto, así como las posiciones en las que la cámara es colocada, dando un punto de vista vertiginoso. En serio, es algo que tenéis que ver.

La música, como he dicho, acompaña de forma perfecta a la acción. Predominan temas de corte electrónico, que golpean el bombo al mismo tiempo que los puños, hachas y rifles lo hacen sobre los cuerpos de la gente. Es una banda sonora que te atrapa, que está al nivel del resto del film y hace que te des cuenta de su existencia, de las que escucharas una vez acabada la película.

Lo mejor es que, en conjunto, todo encaja. Las coreografías de golpes, los planos de cámara y la música; todo está planificado para que sea constante.

Ademas, sorprendentemente, la historia y los personajes también están a la altura, así como las actuaciones. Hay sorpresas en la trama, y ademas esta se cierra de una forma muy digna. El montaje, como he dicho, es tremendo, con momentos, simplemente, inolvidables.

No podéis dejar de verla, mas aún si sois fanáticos del cine de acción o simplemente queréis pasarlo como nunca con una película. Creo que nunca 1h y 40 min se me habían pasado tan rápido delante de una pantalla. Increíble, simplemente magnífica.

Fuí al cine a ver drive y me dejó un tanto seco, como que no me dió lo que esperaba, creyendo que me iba a encontrar algo parecido a "collateral" de Michael Mann salí un tanto decepcionado. Después de mi segundo visionado ayer por la noche, he de decir que me equivoqué firmemente y no supe disfrutarla como se merece. Mi error fue creer que iba a ver un thriller de acción, pero no lo es, ni falta que le hace. Drive es puro cine, con capacidad de fascinar e hipnotizar a quien sepa apreciarlo.

Tras una escena inicial brillante (de las mejores de los últimos años) en la que conocemos cual es la destreza absoluta de ‘Driver’ con unos títulos de crédito muy chulos (atención al temazo de la BSO), el film entra en modo ’slow’, presentando al protagonista y la relación de éste con Irene. Aquí comienza un film inquietante, con momentos brillantes, y una dirección digna de admirar.

El guión conjuga perfectamente el thriller, la acción y el drama romántico, con muy buenas interpretaciones, donde destaca un sobrenatural Ryan Gosling que se come la pantalla.
Es elegante, refinada, mimada en cada plano, "drive" es, la mejor película del año, con escenas impactantes, bella fotografía y una banda sonora elegida a conciencia.
Abstengase fans del tunning y el ritmo vertiginoso.

Lo mejor: Casi todo; su fotografía, interpretaciones, dirección, música...
Lo peor: Arriesgan poco, con una historia algo convencional.