El 30 de diciembre, vi un capítulo casi entero de esta mierda, y sufrí una fiebre que me acompañó cuatro días, y me dejó sin sentarme a la Cena de Fin de Año con mi familia. Aún no sé cuál fue la causa y cuál la consecuencia.

Pero cómo puede ser posible que esos musculitos sin cerebro, carne de logopeda, y esas... (¿se puede decir busconas en FA?) de veintimuchos, preocupados únicamente por la horterada de (poca) ropa que llevan, y por tener el peinado más molón, y ser los más guays y malos malotes (aunque con sentimientos ehhh...) del "barrio", pretendan representar a la juventud española... ¡¡¡de 17 años!!!

Como diría Berto, "¡Hay que tenerlos tan grandes, como cabezas de bebé!".

El guión, inexistente. Un par de "teviabrirlacabezasocapuyo" por aquí, un "yanomecontrolas,tengomipropiavía, saes?" por allá... de órdago.

Las transiciones, y el montaje, se lo encargaron a un mono esquizofrénico hasta arriba de crack. Es como una lobotomía casera en plan barata. Así, una a la semana. Sin abusar.

Y las actuaciones... en fin, entre todos los actores, a lo mejor sí llegan a las 17 neuronas, y dentro de unos años alguno comprende lo que es actuar (dentro de unos 70 u 80 años, supongo).

Hay quien me pregunta por qué veo series inglesas o americanas vía Internet en lugar de las que echan en la tele... y no sé qué decirles.

Impagable película, en la que los responsables tomaron la decisión correcta, al principio de la cinta. A partir de ahí, película con todos los tópicos imaginables sobre aviones, árabes, y demás elementos del cine comercial hollywoodiense.

Reconozco que la vi hace bastante, y entonces me gustó, de ahí la nota.

Genial película de ciencia ficción de la buena, que para desgracia de la mayoría del público español, no ha llegado a nuestras salas de cine... y ni siquiera a los videoclubs; lo que hubiera dado por verla en pantalla gigante.

La historia, muy bien trabajada, toma el argumento de grandes novelas de ficción como 1984 de Orwell (el prozium no es sino soma), o Fahrenheit 451 de Bradbury (cambiando libros por toda la cultura), y las cruza bajo el lema de que el origen de que la Humanidad camine hacia la autodestrucción, está en el hecho de sentir.

El ritmo es frenético, y la estética impecable. Hasta los actores están bien (algo raro en estas producciones), en especial Bale y Fincher.

Los cinco primeros minutos, son de lo mejorcito del cine de los últimos años.

Consigan verla, y disfrútenla.

Película original sobre los entresijos del mundo de la informática en el plano macroeconómico, donde por lo general ganan quienes no juegan limpio.

Se deja ver, con un muy buen Tim Robbins, y una impecable banda sonora. Mantiene el ritmo toda la película, algo a agradecer en un film de puro entretenimiento, sin pretensiones.

Creo que este será el único 1 que le daré a una peli de ciencia ficción de todas cuantas vea.

La película, adapta la genial novela de Stanilaw Lem, en la que un científico llega a una Estación en la órbita del planeta Solaris, Estación en la que los tripulantes comienzan a recibir "visitas" insospechadas, que les harán plantearse su propia existencia (argumento que tomó en parte prestado Crichton para su posterior "Sphere").

Pero lo único que consiguen en esta película Soderbergh y Clooney, es dormir al espectador. Es una película sin ningún ritmo, con pausas que no vienen a cuento, y que destrozan la película. En ningún momento llega a ponerse interesante, algo difícil, teniendo en cuenta la novela de la que parte el guión.

Un tostón infumable, y solo apto para poder dormir una buena siesta de hora y media.

Pocas películas pretendidamente buenas, toman por completo el pelo al espectador: esta es una de ellas.