He puesto este tíulo porque la película me da una impresión muy poco creíble, siendo una mezcla de "Retorno a Brideshead", magnífica serie de los años ochenta, basada en la novela de Evelyn Waugh y "Grandes esperanzas" de Charles Dickens. Un guion vacilante y que no engancha, a no ser que te guste ver como los asquerosamente ricos no tienen familias perfectas.

También hay mezcla en la producción, que es estadounidense, aunque se desarrolle en Gran Bretaña y los principales actores sean del Reino Unido, de Irlanda o de Australia.

Mezcla en el género que va desde la comedia a escenas pornográficas o claramente de thriller.

En fin, que me ha decepcionado completamente, no la recomiendo aunque veo que hay personas a quienes les ha gustado.

Vaya por delante que a la primera parte de esta serie le puse un 4-Regular, así que me confieso por haber caído otra vez en sus engañosas redes, para ver si resolvía mis múltiples dudas sobre el guion.

Pues no, cada escena embrolla más la historia "maternal", teniendo en cuenta que, tras el tiempo transcurrido entre las dos temporadas, debería comenzar con un breve resumen de los acontecimientos ya vividos en la primera época de la serie, puesto que cuesta recordar todos los retorcidos personajes. Y no es el caso, la segunda tanda empieza en la misma escena que termina la primera.

Y como este director quiere sorprender en cada episodio, sigue enredando la trama en un batiburrillo sin fin, para lo que cuenta con actores bastante solventes que luchan como pueden con los giros absurdos del guion. Lo siento por Najwa Nimri, que defiende bien su papel protagonista, pero cada día me cuesta más entender lo que dice, ya que su voz con los años se va oscureciendo y tengo que utilizar subtítulos contínuamente cuando ella interviene.

En general, está bien rodada y se ve que está detrás todo el potencial económico de Netflix, sin embargo, es triste que las mejores críticas hablen más del decorado, del atrezzo, de la iluminación o de la utilización del brutalismo arquitectónico de Madrid, en vez de alabar el guion, base indispensable para cualquier producto visual, sea serie o película.
A esta segunda temporada le doy un 2, no me ha gustado nada.

Es una lástima que una serie que está bien ambientada y dirigida, tenga un guion tan pobre y previsible. Aquí Paolo Genovese, director muy conocido en Italia e incluso en nuestro país, no logra hacer un buen cesto con los inmensos mimbres que le ha proporcionado la productora Disney.

Aprovechando los bellos paisajes sicilianos, con una magnífica fotografía de Fabrizio Lucci y un ambientación muy conseguida, podría haber realizado una serie con más enjundia, al retratar el atormentado siglo XIX en la isla antes de la Unificación italiana, y, por aquel entonces, parte del reino de las dos Sicilias.

No he leído la novela en la que se inspira, según creo ha sido un gran éxito en Italia y es parte de una saga sobre Sicilia, siendo su autora Stefania Auci, siciliana de nacimiento y gran conocedora de su pasado, así que no sé si es fallo de dicha autora o de los guionistas porque es una historia plana, con personajes demasiado previsibles y situaciones a veces, bastante absurdas.

Y es una pena, porque cuenta muchos avatares de la historia de una tierra que tenemos tan cercana y es bastante más desconocida que el lejano Oeste americano. Como hizo Lampedusa con su Gatopardo, Auci hace un relato apasionado de parte de la sociedad siciliana, en este caso, en vez de la decadente aristocracia, de una clase media burguesa que, aprovechando esa decadencia, se hizo con el dinero y el poder durante ese siglo convulso.

Los actores no están mal, aunque alguno sobreactua, pero la serie se ve bien más por el entorno de lo que cuenta, que por la historia en sí de la familia Florio, bastante folletinesca.

Empecé a ver esta comedia eslovaca por pura curiosidad. No es frecuente que nos lleguen series de países tan "exóticos", así que hay que aprovechar las ocasiones que nos brindan las plataformas porque de series americanas ya estamos saturados. Incluso las británicas, tan bien realizadas y creíbles, se están volviendo muy repetitivas últimamente.

Pues bien, me sorprendió gratamente esta serie de seis capítulos cortos, de media hora cada uno, porque refleja unas situaciones que me parecen muy comunes en cualquier país del mundo.

Parte del momento en que un presidente de gobierno durante diez años pierde el poder y se ve inmerso en la realidad cotidiana, encontrándose absolutamente desubicado tanto en la sociedad como en su propia familia, a la que desconoce por completo.

Esto da lugar a situaciones divertidas que se resuelven con un actor magnífico, Vladimir Hajdu, bien secundado por un enjambre de mujeres que le rodean y a quienes ni conoce de verdad ni, por supuesto, entiende. Esto hace que sus intentos de aproximación sean bastante inútiles , encontrándose, además, que en el partido que él fundó le están haciendo la cama política, algo que vemos muy cercano en cualquier parte.

En fin, que recomiendo verla, hay que abrir las mentes a otras cinematografías, y si no vienen largometrajes, por lo menos reconocer que talento hay en muchos sitios, no solo en los países de siempre.

Acabo de ver esta película española y me ha parecido una cinta bastante conseguida. Con unas actrices soberbias en todos los registros y un guion decente, lo que no es poco en los tiempos que corren, me parece un buen ejemplo del cine que nos representa.
He visto que se la considera almodovariana en varias críticas y, aunque no llegue a la maestría del manchego, bebe de las mismas vivencias que todos los mayores de cuarenta recordamos. Así que, aunque darle un notable puede parecer demasiado, a mí me entretuvo y me hizo pensar, sonreir y emocionarme en algún momento y admiro el trabajo de su directora, de quien ya vimos "Mi querida cofradia", donde apuntaba maneras aunque no me resultó tan redonda como ésta.