Me ha sorprendido gratamente ver esta nueva película de Steven Spielberg. No me esperaba una versión tan objetiva y realista de lo acontecido en las olimpiadas de Munich.
Esta vez, sí que ha puesto sobre la mesa toda la crudeza de un conflicto eterno entre judíos y palestinos. No ha dejado títere con cabeza. No ha caído (por fin) en un mensaje sensiblero y maniqueísta.
Se ha sumergido en la piel de las dos realidades y ha conseguido proyectarlo a la pantalla. Nos muestra a los judíos y a los palestinos, tal y como son, es decir, personas como tu y yo, que anhelan terminar con una contienda sin sentido y que ellos no empezaron.
Es grandiosa y excitante esa conversación que tienen Eric Bana (muy creíble y perfectamente caracterizado en un patriota desengañado) y el palestino en las escaleras de su "piso franco". Ahí está la esencia del film. Y Spielberg, como judío que es, no ha caído en un fácil mensaje parcialista. La prueba está que tanto (algunos) judíos como (algunos) palestinos han condenado abiertamente la película, por considerarla bastante irreal y partidista.
Por otro lado, creo que no son muchas las veces que ha salido este director de EEUU para rodar en Europa. Recuerdo que solo en La Lista de Schlinder, hay paisajes europeos (aunque era una película que estaba ambientada en otra época y guerra). Pues bien, todas las ciudades europeas que salen (París, Londres, Roma...) han sido captadas de la mejor manera posible. Se las ve orgullosas, con personalidad, desde unos cuantos planos realmente bellos. Algo digno de admiración teniendo en cuenta que todo ello está rodado por un director al que es difícil sacarle de su país americano.
En definitiva, una película sorprendente, intensa y vigorosa.

Y es porque esta peli esta muy sobrevalorada. El director de la grande (con mayúsculas) Lunes al Sol, hace aquí un melodrama de domingo de esos tipo "basados en hechos reales".
Mientras que en Los Lunes al Sol mantenía con vigor el mensaje combativo y la denuncia frente a las injusticias sociales y laborales actuales, en Princesas la crítica que aparece se convierte en una moralina barata y muy muy demagógica.
Ý es que los diálogos en los que se intenta subir el listón vienen acompañados de fondo por una musiqu¡lla hortera y sensiblera. Algo así como que el director pretende condicionarnos a que salgan nuestros sentimientos a cualquier precio. Que lloremos. De una forma gratuita.
Y se equivoca. Porque más que "condicionar" al espectador, lo que hay que hacer es "sugerir" al espectador. Tal y como hizo en Familia o en la repetida Lunes al Sol.
Por tanto, solo me queda decir que, esta peli, la cual esperaba con mucho interés, una vez vista, es fallida. Un paso atrás para un director lleno de talento.

Sin ningún tipo de prejuicio..... y sin la pedantería que se puede sacar en este tipo de peliculas, solo os diré, que toda la saga de american pie, es un gustoso ejercicio del entretenimiento.
Sin ningún tipo de pretensión....os aseguro, que en cualquier conversación "intelectual " que tengais, sereis los más "cool".
Todo sea por la pose.

Una peli española (por fin!!!!!!) ágil y atípica. Un grupo de amigos que antaño eran idealistas de los flores y las margaritas, ven que con el paso el tiempo, sale a la luz lo que verdaderamente son y sienten: yuppies pijos sentados muy cómodamente en la butaca del "sistema" occidental.
En definitiva, una película diferente, muy recomendada, al alejarse de los últimos insultos (salvo pocas excepciones) que nos han deparado las producciones españolas.

Es una de esas producciones americanas en las que una vez que sales del cine te quedas igual que como estabas antes de entrar. Si bien es cierto, que Richard Gere últimamente no ha hecho ninguna interpretación notable, la aparición de Juliette Binoche invitaba a dar a esta película un margen de confianza. Pues no. Sinceramente, me he dormido viéndola. No se entiende nada. Todo es un pluff.....como cuando pisas un pastel con el pié. Es decir, que sale un montón de merengue por todos los lados sin poder comerte nada. En esta peli pasa igual, muchas historias entrelazadas pero ninguna tiene nada que decir. Se queda todo en una espera de "haber si sucede algo" que rompa con la continuidad monótona de la historia pero no ocurre nada. Nada. Bueno sí, que te duermes.