Si uno de los problemas de algunas películas es quedarse ancladas a la época en la que fueron realizadas, está claro que "Mamá cumple 100 años" tiene ese gran "defecto": plena etapa de la famosa "transición española", despertares de ideas tras mucho tiempo de silencio, ansias de sacudirse cadenas y pesados lastres del pasado...La radiografía que Saura hace de la familia tantas veces retratada por el cine (y por él mismo en "Ana y los lobos", considerada oficiosamente la primera parte) no es ahora ni muchísimo menos reconocible. A pesar de ello guarda un interesante mensaje que se hace aún mas entrañable al contar con un plantel de actores de auténtico lujo: una inmensa Rafaela Aparicio en un papel de Oscar, Fernando Fernán Gómez y José Vivo, una por entonces arrebatadora y sensual Amparo Muñoz...o ese secundario de lujo, enorme actor teatral, que era José María Prada y que de hecho falleció antes de finalizar el rodaje.
Lo dicho. Interesante documento para entender la "psique" hispana tras tantos años de dictadura y como epílogo final de "Ana y los lobos".

Hace ya unos cuantos años que tuve la ocasión de poder contemplar este film y recuerdo cómo me impactó la historia que contaba y sobre todo la época en la que lo contaba -apenas 14 años de haber finalizado la contienda-. Acostumbrados a las grandes superproducciones americanas de los años 60 que reflejaban la II Guerra Mundial siempre desde la visión de los vencedores, "El puente" es un singular testimonio cinematográfico que rompe con el tono épico de la guerra y se convierte así en un precursor del cine con tintes bélicos pero con un contundente mensaje antibelicista.
Alejado de cualquier tono didáctico o moralista, el film ofrece un relato que conmueve ya desde el principio por acercar al espectador a unos protagonistas que, desde la seguridad y el cobijo de su infancia/adolescencia asisten como testigos no invitados al desmoronamiento de los últimos baluartes sobre los que ha estado edificados los últimos 5 años de sus vidas. En la lejanía de un ignoto y perdido pueblecito, hasta ese momento a salvo de la brutalidad de la guerra, se ven abocados a tomar parte en algo que no hubieran nunca decidido. Su inocencia, su ingenuidad, su idealismo, arrojan destellos de luz sobre las alargadas sombras del desastre que se avecina, y donde el límite entre la valentía y la cobardía quedan difuminados dejándonos sin guía de orientación.

Película a mí modo de ver injustamente tratada por pertenecer a una etapa del cine italiano donde, pasada la grandeza de épocas anteriores, parece instaurarse una cierta mediocridad en títulos y estilos próximos al vodevil, anclados en criterios puramente comerciales. Tal vez a ello también contribuyera el estar protagonizada por dos estrellas muy próximas al estereotipo de lo que mucho después ha venido en denominarse "metrosexuales"... Y sin embargo, "Los girasoles" nos muestra una conmovedora historia de amor a través de los intrincados vericuetos que nos impone la vida y en este caso una guerra.
Tras un dubitativo arranque cercano a la típica comedieta "a la italiana" -esa de hablar a gritos entre plato y plato de pasta con salsa de tomate-, la película nos deriva a una historia impregnada de una progresiva melancolía, donde una Sophia Loren alejada de la imagen fácil de "sex-symbol", recrea un personaje real y convincente. Junto a ella, un Marcello Mastroianni como pareja, protagonizan una historia de búsqueda y reencuentros imposibles que dan fe notarial de que en esta vida sólo hay un tren y que su pérdida no tiene vuelta de hoja.
La fotografía de los paisajes de la estepa rusa y los dos principales motivos musicales compuestos por Henry Mancini -muy logrados en su tono melancólico- consiguen recrear una bella historia de amor donde se hace cierto aquella sentencia de que la peor nostalgia es la nostalgia de algo que nunca existió.

Todos tenemos facturas, préstamos y recibos que pagar. Hasta el entrañable y buenazo de Tom Hanks, al que seguramente alguna de sus cuentas bancarias le dio un susto y le forzó a embarcarse en esta cinta (no tenía idea de que fuese germana) del todo pretenciosa, floja, tópica y deshilachada, donde se mezclan unos personajes forzados y unas situaciones por completo absurdas e inverosímiles. Preocupante que un actor de su talla acceda a experimentos tan endebles e insustanciales.

"El tren" recoge una de las más memorables actuaciones de Burt Lancaster en su impresionante papel de jefe de ferroviarios en una Francia ocupada por los nazis, dispuesto a todo por defender el patrimonio cultural francés del expolio. Con un magnífico retrato del mundo del ferrocarril -que hará las delicias de cualquier aficionado-, la historia nos lleva sin miramientos hacia la apología del "sabotaje justo", todo ello entre las contradicciones y preguntas que un esforzado trabajador se hace al encontrarse en una crucial tesitura: ¿cuántas vidas vale el patrimonio cultural de una nación?. El film cuenta con todos los ingredientes para verlo sin pausa, destacando sobretodo el soberbio duelo (a modo de "western") entre Burt Lancaster y Paul Scofield en su papel de jerarca nazi ansioso por codiciar la "gloria de la cultura francesa". Film 100% recomendable para cualquier cinéfilo y/o amante del género bélico.