"Conversaciones con mama" es una película que sigue un hilo al estilo "El Hijo de la Novia" donde hay afectos, valores, sentimentalismo, emociones y algunos momentos especiales entre madre e hijo. Por otro lado la película esta más bien interpretado a lo teatral y ahí es donde pierde fuerza, creo yo que es una pequeña joya nacional pero lo que no completa del todo por la falta de ideas originales y no tanto enfoque a los actores (que están mas que correctos).

Con un guión soberbio, y algunas frases cultas Alexander Payne nos refleja de modo perfecto las crisis humanas a cierta edad como por ejemplo: el matrimonio y sus causas, sus implicaciones, el fin del amor y el posible nacimiento de algo similar, el deseo y el aburrimiento.
Una joyita completa con gusto amargo y dulce, como los vinos mismos, y una dupla perdedora como Giamatti (de lo mejor) y Thomas Haden Church (donde estaba este actor?). Si le gusta el cine pausado con buenos dialogos, entonces no se la pierda.

Realmente al ver esta terrible película quedé inmovilizado e interiormente muy inquietante, me puso los pelos de punta y me dejó sin aliento y la musicalización creo yo que está entre mis mejores 5 bandas sonoras de todos los tiempos, es justamente la indicada para sobre llevar este descomunal film. Aronofsky ya había manifestado en "Pi" lo que era capaz de hacer en una película y cómo “movilizar" al espectador. Real, cruda, cruel y degollante, es ilimitada la desesperación de los personajes (monumental Burstyn) en cuanto a sus "metas" de vida.

En una película como ésta, tal como en su predecesora, la coherencia en el guión no es tan trascendente como los gags que puedan desarrollarse, así entonces la realización cuenta con varias bromas graciosas, juegos de palabras y mucho de ese humor que tanto les gusta a los yanquis.
Tiene un argumento que básicamente repite mucho de lo ya visto, pero para mi en lo que se diferencia al resto son ellos: El Reparto.
Jay Roch tiene talento para dirigir comedias y entretener al publico. No es una gran película, no fui al cine con la ídea de ver una obra maestra, sino a reírme un buen rato.

Poderosa, sencilla, conmovedora, impecable… Million Dollar Baby es una muestra más del cine que se puede lograr sin gastar tremendas sumas de plata; una obra maestra de dirección, actuación y argumento. Una joya que nos muestra el poder arrasador del deseo, fe y la perseverancia… Sin embargo, al ser un sueño brotado del talento de Eastwood, no puede estar hecho de otra cosa que no sea drama, pasión y profunda realidad humana.